#8 ¿yo un gay?

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Creo que el tiempo esta pasando muy de prisa y sigo sin recordar absolutamente nada, acaso es que mí subconsciente no quiere que siga llevando esta vida.

Aunque debo admitir que los días no están pasando en vano, estas personas son más amables de lo que pensé y bajo la cara de cada uno de ellos hay una trágica historia, por lo que me pregunto ¿Qué triste historia me habrá traído a este lugar?

— ¡Víctor!-- hay Dios, porque Félix no puede estar un solo minuto sin despegarse de mí, se que esto es bueno ya que me estoy ganando su confianza, pero todo tiene sus límites ¿No? Se nota que un lazo invisible nos tiene unidos.

— que Suerte que todavía sigues aquí, pensé que te habías ido

— Para nada todavía quiero aprender más de ustedes— si, estoy tomando el papel de un chico que quiere dar todo para algún día ser alguien admirado por todos.

— tú como siempre con estas cosas, te estaré esperando en el carro para irnos a la casa— ah cierto se me olvidó el pequeñísimo detalle de contarles que ahora vivo con Félix, cada vez mí plan se complica más y para el colmo en su casa solo había una habitación y como ustedes adivinan tenemos que dormir ahí

— bueno pero solo me quedare unos días más en tú casa, ya no quiero darte tantas molestias—y evitarme esos momentos incómodos. Ya van a saber a lo que me refiero.

Vi como Félix se dirigía a su auto y enseguida me puse a ordenar el lugar. Solo se trataba de barrer y acomodar los muebles y lo que habían desordenado. Nadie me obligaba a hacer esto simplemente yo me ofrecí, ya que durante este tiempo no quería hacer los trabajos pesados de vender droga, poniendo la excusa de que no podía defenderme, total no quería meterme en nada arriesgado, además en estos momentos no estábamos tan activos, solo hasta que la policía nos deje de seguir él rastro.

Ahora que me acuerdo, Félix, tenía un "amigo" policía y lo soborno para que nos cuente todos los movimientos que daba la policía acerca de nosotros y sobre todo que despiste a sus "colegas".

Al terminar me aseguré de cerrar bien la puerta.

Cuando llegamos a la casa, Félix me hablaba de cosas sin importancias y yo me hacía la que le ponía atención, no quería ser descortés.

Pero mientras él hablaba yo estaba muy incomoda, y él como tonto sin notarlo.

— Bueno...me voy a bañar, mientras tanto, tú puedes prender el televisor o hacer cualquier cosa— si, eso era lo que necesitaba, una distracción. Sin embargo ni bien lo prendí apareció un ruido que casi me deja sorda.

— Que rayos pasa, casi me matas del susto— grito Félix desde la bañera— bájale el volumen— él trataba de gritar más alto, porque no se podían escuchar nuestras voces por el estruendoso ruido.

— Si, si, si, si— buscaba como loca el control, ¿donde demonios se escondió?— Félix no se donde esta el control.

— ¡Apaga de inmediato ese televisor!— mí distracción perfecta se arruino. Apague el tele obedeciéndole y de un ruido fatal pasamos al más escandaloso silencio interrumpido por el agua que caía de la ducha.

De repente ese silencio se interrumpió por la voz de Félix en la ducha, que horrible voz, no lo podía creer, estaba cantando. Mis oídos gritaban mátenme mientras, su voz me torturaba, ojala el ruido del televisor me hubiera dejado sorda, pero como es la triste realidad no sucedió.

— Félix cantas muy bonito— dije esperanzada a que entienda el sarcasmo y así se calle.

— O ¿de verdad? Nunca nadie me había dicho eso— y así amigos encontramos a una persona inmune al sarcasmo, se merece aplausos.

Mientras seguía cantando, me daba ganas de saltar de la ventana y largarme.

Pero en medio de mis pensamientos suicidas recordé de que ¿y si entra al baño cuando me este bañando?, ya que hay esa "confianza" entre hombres.

Estaba planeando decirle que no me iba a bañar de nuevo como las veces anteriores pero no voy a estar evitando bañarme por más de tres días, ¿Qué ha de pensar de Víctor? ¿Qué es un sucio?

— Es tú turno— no me había percatado de que él estaba junto a mí, hasta que me hablo y cuando lo mire, brinque hacía atrás literalmente separándome de él, ya que solamente llevaba una toalla en su parte inferior, y me tropecé con un objeto e hice caer la mesa junto con sus revistas.

Enseguida torpemente las empecé a juntar pero todo fue en vano porque no paraba de hacer más desorden, ¿Qué diablos me pasaba hoy?, de inmediato supe que mí cara estaba roja porque me ardía.

Al regresarlo a ver pude notar como me miraba con confusión y a la vez con miedo, pues no lo culpo ya que desde su perspectiva se notaba como que yo Víctor (un hombre) estuviera nervioso por verlo ¿semidesnudo?, ahora va a pensar ¿Qué soy gay?

Se puso al lado mío y empezó a ayudarme a juntar las cosas, pero en vez de ayudarme lo empeoro todo, me puso más nerviosa, definitivamente estaba haciendo el ridículo.

— Disculpa el desorden ¿puedes recogerlo, mientras yo me voy a bañar?— tuve que tomar esa decisión casi a la fuerza para evitar seguir con esta tontería.

Al entrar al baño me asegure de llevar la piyama y la ropa interior para cambiarme adentro mismo y obviamente me asegure como tres veces sin exagerar de que este bien cerrado el seguro.

Al entrar en la ducha ni siquiera sentí el frio del agua ya que mí mente estaba en Félix.

En este momento ¿qué a de estar pensando él?, ojala que me deje ir de este lugar, porque lo único que me hace estar aquí es traerme más problemas, aunque si me pide que me valla, ya no vamos a tener la misma confianza de antes y ya no podre preguntarle sobre mí verdadero yo.

— ¡Rayos!— no me había dado cuenta de que en mí mano ya había bastante champo por lo que se me cayo.

Por lo menos esa agua helada, bueno creo que era helada no me acuerdo muy bien, me ayudo a quitar mí nerviosismo por el momento.

Al salir del baño observe que los focos ya estaban apagados y vi un bulto en la cama, era Félix <ojala que este dormido, ojala que este dormido> repetía en mi mente mientras cruzaba los dedos.

— ¿ya terminaste?— ¡hay no puede ser! ¿qué tiene el mundo contra mí?

— si— si no hubiera sido por los días anteriores, que ya había dormido aquí, junto a él, me hubiera ido a dormir en el mueble pero sería muy obvia, de una él pensaría y se aseguraría que Víctor estaba nervioso y era un "gay".

— Bueno voy a dormir—murmure mientras me acosté en la cama y me vire al lado contrarío de él.

— ¡Víctor!— brinque del susto, ¿ahora me diría que me valla?— no puedo dormir— hay Dios dame paciencia por favor, estaba a punto de decirle ¿y que quieres que haga? ¿Qué me quede despierta toda la noche hasta que te duermas? pero me contuve.

— Pues Intenta dormir, porque yo me muero del sueño— era mentira, estaba más despierta que un búho.

— Eres malo, por cierto ¿qué te paso hace un rato?— ¡hay si se acordaba!, trágame tierra

— No se que tiene contra mí el suelo porque me lanzo junto a él y no me quería soltar— Félix empezó a reírse como loco, parecía una foca retrasada.

— Si, que piso más cruel, pero hablando enserio me recordaste a Estefanía cuando estaba nerviosa— ósea daaa, soy Estefanía.

— Mmm... hablando de ella, ¿cómo la conociste? — esa pregunta se oía inofensiva, pero en realidad no me interesa su romance, perdón nuestro romance, si no de como era ella y pronto recodaría aunque sea algo.  

¿Quién soy?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora