¡Te tengo que pedir algo!

11.1K 580 477
                                    


Había tranquilidad.

Kurama se acomodó un poco más, sin despertar, a pesar de que el silencio del lugar era roto por algunas goteras.

Descansaba en paz, gracias al mocoso.

Escuchó pasos, por lo que abrió un ojo, moviendo levemente las orejas.

Naruto, ya un adulto, con su chaqueta y pantalones naranja, se detuvo frente a él, y sonrió.

-Eres tú- Kurama siguió durmiendo.

-¡¿Cómo que soy yo?!- Naruto lo señaló enojado- ¡Siempre eres así de orgulloso-dattebayo!

-Tsch. ¿Y quién más va a venir a visitarme, mocoso?-

Naruto, ante eso, se quedó pensando.

-Oye, Kurama, ¿no te arrepientes de quedarte en mi interior?- pregunto, rascándose la mejilla. El zorro esta vez lo miró con los dos ojos- Digo, han pasado ya unos años desde que lo decidiste...-

-No seas tonto- Kurama cerró los ojos, sorprendiendo al rubio- Aquí es el único lugar donde puedo descansar, excepto de ti-

Naruto parpadeó.

-¡KURAMA!- se enojó.

El zorro le dio la espalda.

-¡OYE! ¡MIRA QUE VINE A PEDIRTE UN FAVOR-DATTEBAYO!-

-¿Otro?-

-¡ARG!- el rubio se rascó la cabeza.

-Suéltalo, mocoso- el zorro se sentó, mirando al rubio que contaba hasta diez.

-Pues... He estado trabajando en un jutsu, que, bueno, te invoque en cualquier lugar- explicó.

-¿Ah? ¿Tú, trabajando un jutsu? ¿Y de ese tipo?- Kurama lo miró, sin poder disimular su sorpresa- ¿Qué acaso Hinata le puso algo a tu desayuno para que empieces a usar la cabeza?-

-¡NO LA METAS! ¡Y LO HICE POR MI CUENTA-DATTEBAYO!- aseguró echando humo de la cabeza el rubio.

-Ya, ya...- Kurama puso su dedo en la cabeza de su Jinchūriki, en una forma de calmarlo- ¿Y a qué viene el interés de dejarme salir un rato?-

-P-Pues, para que estires las piernas, en vez de quedarte aquí todo el tiempo- respondió el adulto- Pero aún no está completo. Creo que solo podría invocarte como un cachorro-

-Entonces no lo hagas-

-Ese es el asunto- Naruto lo miró nervioso. Eso le dio mala espina al zorro- Hinata y yo debemos ir a una misión de unos dos días, por orden de Kakashi-sensei, digo, el Sexto Hokage- se corrigió- Y todos los demás están muy ocupados para cuidar a Bolt y a Himawari...- se quedó mirando al Biju.

Kurama lo quedo mirando.

-¡¿QUÉ DEMONIOS CREES QUE SOY?! ¡¿UNA NIÑERA?!- rugió enojado, haciendo que el rubio casi saliera volando- ¡SI TANTO TE PREOCUPAN TUS MOCOSOS, HAZ UN CLON QUE LOS CUIDE!-

-E-Ese es el problema- intento explicar Naruto, con una gota en la cabeza- Mira, Jutsu Clones de Sombra-

Y, en una bola de humo, salió otro clon del rubio al lado del real.

-¡Ves, él puede...!- empezó a gruñir el zorro, pero el Naruto real le pidió silencio.

-¡Bien!- señaló al clon- ¡Tú cuidaras a Bolt y a Himawari!-

-¡¿Y DEJARTE A TI A HINATA?!- el clon lo miró enojado- ¡NI LOCO-DATTEBAYO!-

Kurama se quedó en blanco.

¡Juega con nosotros, Kurama-chan!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora