¡Vamos al Festival de Invierno-dattebasa!

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La aldea de la Hoja rebosaba, además de nieve, de bastante entusiasmo. Los aldeanos ponían las decoraciones y los puestos de comida y juego, saludándose unos a otros, porque el festival de invierno se celebraría aquella tarde.

Solo había una sola alma viviente en el lugar que estaba sumamente fastidiada con esa idea, y era cierto zorro de nueve colas que, en esos momentos, esperaba en el pasillo de la casa de los Uzumaki a que la pequeña Himawari saliera con su pequeño kimono para mostrárselo, mientras Bolt se ponía su yukata.

No lo entendía. El festival era en la tarde, pero los pequeños se habían empeñado en mostrarle antes sus trajes al zorro, el cual ya se estaba quedando dormido.

-¡Kurama-chan!- el rubio salió contento. Llevaba una yukata negra con bordes rojos, y un cinto blanco con los símbolos del remolino color rojo.

-¿Es eso?-

-¡No seas malo! ¡Kurama-chan, tú tienes que decir "Te queda muy bien la yukata, mocoso. Le viene a tu estilo..."! ¡O cosas así-dattebasa!- se molestó el rubio.

-En tus sueños, mocoso-aseguró el zorro.

-¡Listo~!-

Ambos miraron salir a Himawari, quien llevaba un kimono blanco con un diseño de girasoles.

-¿Saben? No pude ponerme bien el cole- mostró un chape con un gran girasol- Kurama-chan, ¿me lo pones?-

-S-Sí...- asintió lentamente, mirando a la niña. Se veía sumamente tierna.

La niña se le acercó y dejó que el zorro le arreglara bien el peinado, amarrando su chape en el mechón de siempre, mientras Bolt se aguantaba la risa por la cara del zorro.

-¿Cómo me veo?-le preguntó la pequeña, ya peinada.

-Con los ojos...-la pequeña lo miró inflando los cachetes.-Está bien... Te ves decente-pero la niña seguía así. Suspiró fastidiado- ¡Bien! ...Te ves bonita- murmuró molesto el zorro.

-Gracias~-

-¡¿Eh?! ¡¿Y yo qué?!- se molestó Bolt.

-¿Oh? ¿Quieres que te diga bonita?- Kurama lo miró burlón- Que niño...-

-¡CLARO QUE NO-DATTEBASA!- se sonrojó Bolt.

Himawari sonrió contenta.

-¿Kurama-chan irá con algo al festival?- preguntó curiosa.

-No. Solo los vigilaré desde lejos- contestó el zorro, bostezando.

-¡Eso está mal!- Bolt lo encaró- ¡Nadie puede estar en un festival sin probar Yakisoba, Takojaki, Okonomiyaki, Yakitori, Kaarage, Yaki-ika, Ayu, Nikuman, Dango, Taikyaki, y Dorayaki-dattebasa!- lo señaló- ¡Es una tradición!-

-Oye... mocoso... ¿Cómo puedes aprenderte todos esos nombres y ni siquiera sabes atarte bien la yukata?- preguntó con una gota en la cabeza.

Bolt parpadeó sorprendido, y se dio cuenta que la yukata la tenía abierta, mostrando su ropa interior...

-¡KYA!- todo rojo, entró avergonzado a su habitación.

Definitivo, igual que el padre.

Himawari se rió divertida.

-Oye, mocosa- llamó el zorro- Gritó como niña- le señaló. La pequeña se rió con más ganas.

En eso, tocaron la puerta de entrada.

¡Juega con nosotros, Kurama-chan!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora