Cap. II: La primera

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Esa misma tarde, acompañé a Trevor al psicólogo. Le hacía preguntas normales.

— ¿Quién es usted, que le acompaña? —preguntó la psicóloga, llamada Sara. Era joven, unos treinta años.

—Soy... Daniel Villanueva, soy su amigo.

—Bueno, empezaremos por usted.

— ¿Por mí?

—Sí. Dígame, ¿Por qué el señor Box necesita asistencia psicológica?

—No es culpa suya, doctor—dijo Trevor.

—Responda usted, señor Villanueva.

—Está bien... Trevor y yo mantuvimos una relación, y...

— ¿Son ustedes homosexuales?

—Sí—respondí resignado. La psicóloga apuntaba todo lo que decía.

—Bueno, continúe.

—Pues eso, que de pronto veía que le decía cualquier estupidez, y le daban unos ataques de... bueno no sé, se ponía muy nervioso, gritaba mucho, cambiaba de humor constantemente...

— ¿Por qué cree que se comporta así, señor Box?

—Bueno... No lo sé. Me sentía vulnerable ante cualquier situación que me planteaba... Mi primera relación fue muy complicada, y no sabía cómo comportarme en una de verdad.

—Hábleme de su primera relación.

—Fue con mi entrenador del instituto.

—En casos de pedofilia, no se suele hablar de relación ¿Abusaba esa persona de usted?

—No. Lo hacíamos queriendo ambos. Nos enamoramos, pero...

La psicóloga no decía nada. Dejaba un silencio incómodo que obligaba a Trevor a continuar.

—Le denunció mi mejor amiga, porque estaba enamorada de mí, y... Bueno, Nicholas tuvo que huir y...

—Está bien. Ante esta situación, podríamos llegar a hablar de un trauma psicológico. ¿Qué sentía usted por su entrenador?

—Yo... Estaba enamorado. Me enseñaba cosas, yo aprendía de él. Me hizo aprender lo que era el sexo de verdad y...

— ¿Consideraría su relación como únicamente sexual?

—Yo no he dicho eso. Tenía a Nicholas como una especie de hermano mayor.

— ¿Tiene usted hermanos mayores?

—No.

—Está bien... No lo sé, veo que usted ha sufrido un shock producido por la ruptura con ese hombre. ¿Hubo algo más que pudo agravar su estado?

—Sí. Cuando el instituto llamó a mis padres para contarles lo sucedido...

Hubo otra vez el silencio incómodo. Trevor seguía sin hablar.

— ¿Señor Box?

—Mi padre asesinó a mi madre, y después se suicidó.

La psicóloga respiró hondamente.

—Está bien, tranquilo. Es obvio que tiene un completo trauma, que no ha logrado terminar de superar. En tan poco tiempo, dos enormes traumas pueden juntarse, y lo más común es que nunca se superen del todo. ¿Puede dejarnos solos, señor Villanueva?

—Sí—respondí levantándome de la silla donde estaba.

Salí de la consulta. Hacía calor. Fui a por un yogur helado. Volvía a sentir lástima por Trevor. Sus problemas me habían superado, pero... Es cierto que estaba enfermo y...

Las siete últimas muestras de mi amor por ti (Gay/Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora