No era bueno estar todos los días en casa. Por eso, busqué un plan barato que durase todo el día. Parque de atracciones descartado. Piscina, aprobada. Una en las afueras de la ciudad, las piscinas naturales.
Nos levantamos a las 8 de la mañana, y preparamos todo. Comida, toallas, bañadores etc.
Salimos a las 10. Llegamos en autobús, hacia las 11. A Aaron y a Trevor les gustaba el plan. A Tito, no. No obstante, conseguí que viniera.
—Trevor, ¿Te acuerdas cuando nadábamos en Bedford?
— ¿Te refieres a cuando estábamos saliendo? —atacó Trevor.
—Ay, ¿Cuándo vas a dejarlo?
—Cuando tú vuelvas conmigo.
—Trevor, que Dani no te quiere—instó Tito.
Aaron ponía su típica cara de odio hacia Trevor. No me extrañaba... Sentía que Aaron estaba esperando demasiado... A lo mejor no querría volver si esperaba demasiado...
—Bueno, dejadlo ya, vamos a divertirnos—dijo Aaron, entrando en los vestuarios.
—No sé por qué os tapáis tanto, ya nos hemos visto todos desnudos—dijo Tito, con su habitual desvergüenza.
—Es verdad—dijo Aaron, mostrándonos su perfecto trasero. Me volví a poner a cien. Trevor hizo lo mismo. Yo, incómodo ante tanto cuerpo desnudo, me puse el bañador rápidamente y salí.
Como aún era temprano, pudimos coger cuatro tumbonas.
—Tito, ¿me echas crema en la espalda? —tonteó Trevor, para darme celos.
—Ya te pongo yo—dije, no gustándome la idea de que Tito masajeara a Trevor.
—No, ya le hecho yo—dijo Aaron.
— ¡Sois imposibles! —rio Tito, extendiéndose la crema por sus largas piernas. Llevaba un bañador verde muy claro, con flores blancas, un speedo. Era muy sexy. Trevor llevaba el suyo negro, Aaron uno largo azul, y yo uno amarillo, por encima de las rodillas.
—Venga, va, nos tiramos adentro—dijo Aaron.
—No hay huevos—retó Tito.
—Los cojones que no—aceptó Aaron, tirándose de cabeza. Yo hice lo mismo, después Trevor, y, por último, Tito.
—Buah, está helada—dijo Tito.
—No es para tanto—dijo Trevor.
—Es verdad, es acostumbrarse.
Nos bañamos tres veces ese día. Conseguí librarme de Trevor y de Tito, y me quedé a solas con Aaron. Tenía que enviarle señales, señales muy fuertes de que me gustaba. Temía perderle, que dejara de sentir lo mismo por mí.
—Nos hemos quedado solos...—suspiré.
—Sí. ¿Adónde han ido?
—Me da igual—dije arrodillándome al lado de su tumbona, cerca, muy cerca de sus labios. Aaron respiró profundamente, como intentando resistirse, esperando a que yo diera el primer paso. Uní nuestros labios en un beso apasionado.
— ¿Esto significa que hemos vuelto?
—No lo sé. Sé que sonará mal, pero no me has demostrado muchas cosas...
— ¿Cómo que no he demostrado nada? ¿Acaso no me he sincerado contigo? ¿Acaso no he aguantado todas estas semanas sin hacer nada contigo? Me muero de ganas por estar contigo de nuevo, te amo. Y esas y muchísimas más cosas son las que te demostraré... Las 7 últimas muestras de mi amor... Te quiero, ¿Lo sabías?
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Las siete últimas muestras de mi amor por ti (Gay/Yaoi)
RomanceEn la tercera parte de Con un beso y una rosa, Dani vuelve a encontrarse solo. Aaron le ha fallado. Trevor le ha fallado. Está solo ante el mundo. ¿Qué le deparará el futuro? Veréis que todo lo que le ocurre tiene dos puntos de vista, y veréis que D...