Capituló I.- Bajo mi manera

495 19 1
                                    

En Noxus, la vida allí era temida y oscura, con bajos recursos apenas la gente del pueblo podía respirar, incluso pensaban que el aire del oxígeno los mataban lentamente donde fluyen las enfermedades y si, no habían mucho que se diga "tratamientos" para la gente enferma. Sus débiles hogares los mantenían en protección al menos para el frío y para la comida con esfuerzos se conseguían.

Para tratar de vivir en Noxus deben de tener en cuenta que no hay donde ser feliz en tenebrosas calles y el ambiente apagado decía el miedo y sufrimiento que abunda por la ciudad rojiza. La gente se rumora sobre aquella batalla de Demacia y Noxus hace años, donde cuentan la victoria que obtuvieron los Noxianos; el héroe de la batalla y dio un paso más a la esperanza fue un hombre con mucha armadura, su gran arma parecida a un hacha y un detalle en el centro una calavera infernal.

Se cuenta que aquel hombre decapitó al comandante que daba mandamiento al ejército, por tal acto de cobardía que dio el general puso en furia al futuro general de Noxus, Darius, la mano de Noxus tenía en promesa sacar a su ciudad de los lamentos. No toda la gente creé en ello pero Darius lo mantiene en confianza para si mismo aunque nadie lo tome con seriedad y cuando lucha por algo se arriesga en serio.

Darius tiene demasiado trabajo planeando estrategias cuando haya próximas batallas contra ciudades como Demacia, los rivales principales de Noxus.

Aunque muchas veces no descansaba lo volvía loco su hermano, perfecto y orgulloso de si mismo llamándose en cada frase por su nombre... Draven, siendo el mayor tiene que tratar de lidiar con un niño inmaduro, aguanta cada tontería de su hermano, pero no duda que es bueno asesinado en sus ejecuciones jugando con los prisioneros. Jamás le a dicho un buen alago a Draven por más paciente que sea, sabe bien que Draven lo detesta y no se llevan bien, quizá se deba a que su trabajo por Noxus lo corrompió a ser agresivos.

Draven se encontraba dando mantenimiento a sus dos apreciadas hachas giratorias, por cada ejecución limpiaba la sangre de los pobres prisioneros, de hecho él se preocupaba más por sus hachas que por otra cosa nada importante, le encantaba la grandeza y fama de sus admiradores gritando locamente: "¡Draven! ¡Draven!" Eso lo motivaba y daba adrenalina en su interior, la inspiración depende de ello.

-Draven... -Se mencionó a si mismo mientras limpiaba sus hachas, recordando a la multitud, pensando en si mismo de nuevo.- Draven no... Draaaven.

Sonrió de oreja a oreja, le encantaba sentirse tan Draven, tan fantástico y lleno de lujuria, nadie debe de decirle que hacer porque él sabe bien que no le conviene para nada, según él.

De repente se le vino a la mente a su hermano mayor, Darius. El general de Noxus le daba mandamientos y hacer que se comporte como tal, como un soldado de Noxus y asesino en la ejecución, aunque Draven prefiere más su vida ejecutando a los prisioneros jugando con ellos como si fueran las aves huyendo de la caza.

-Draven... -Una voz gruesa lo llamo a distancia, Draven supo enseguida de quien se trataba y siguió con lo suyo, esperando a que prosiguiera.- Ya esperaba esa actitud. -Menciono Darius con un ligero entre ceño.

-Yo esperó a que procedas. -Añadió Draven. Manteniendo la mirada en sus hachas, observando el brillante metal que respaldaba y un reflejo apareció de su rostro, sonrió nuevamente para si mismo.

-Que ironía la tuya, sólo vengo a decirte que debes de vez en cuando controlarte y no actuar como un retrasado, eres un soldado de Noxus. Ante mis palabras, si lo haces confiaré en ti.

-Draven no obedece ordenes de un sujeto cualquiera... -Dijo retadoramente.- Yo soy glorioso digno de la ejecución.

Darius estaba cansado de las palabras de su hermano. Cómo se atrave a humillarle de esa forma sabiéndose que es su superior, su general.

-A mí me hablas con respeto, dejate de tonterías y actúa como un hombre de Noxus. Obedece a mis palabras ahora, no toleraré que mis hombres sean unos hipócritas.

El barbudo crujió sus dientes, se puso de pie teniendo una hacha en su mano y la hizo girar. El viento del movimiento sacudía los cabellos de Draven y miro a Darius de una forma retadora, imagino una pelea por dicha actitud, sin embargo; sebo el movimiento del hacha y colocó ambas hachas colgando detrás de su espalda. Sonrío ladino, mostrando que las palabras de Darius no iban por ningun lado ¿Acaso debe de obedecer palabras de un comandante? El es Draven y hace todo a su manera.


-Yo no soy ningún soldado para ti, tengo mis propias maneras de lidiar con la batalla y es asesinando a todo aquel malvado que se atreva a desobedecer mi ciudad.

Dicho eso, corrió hacía el balcón del cuartel y señalo a Darius con sus dos manos cerrados y los dedos índices apuntando a su hermano con una mirada grandiosa, su estilo de escape es tan original. Y finalmente dio una risa típica de él saltando del balcón lejos de Darius.

Darius, por su lado, no hizo nada porque sabía bien que su hermano es terco y escapa cuando algo se le impone como las obligaciones.

Él se molesto, y aunque siga insistiendole a Draven de ser un poco normal no le daba ni tiempo de hacerlo entrar en razón, y por esa causa no oponía a salirse con la suya. Después se retiro, molesto y mantuvo firme su postura, no debería ser el día indicado pero llegara el mejor momento.

*Draven mientras tanto*

El plan de Draven resulto ser improvisado y no espero algo así, de hecho se sintió bien y se preguntaba cuando volvería a pasar.

Se puso a pasear por las calles de Noxus, mirando a su alrededor su hogar, es miserable ver éstas condiciones para la sociedad e incluso puede ser inseguro, ya que es una ciudad con bajos servicios y recursos, hay mayor probabilidad de crímenes y violaciones, Draven por su parte castigaba de forma cruel a sus participantes en las próximas ejecuciones.


-"Esto es demasiado repugnante".- Pensó Draven con una miraba sería, realmente prefiere vivir en lugares más cómodos para pasear y vivir de ello siendo libre. Noxus lo volvió una persona exagerada a manera que fue creciendo y siendo educado, pero no fue educado del todo, de niño era un huérfano con su hermano mayor que lo cuidaba, son recuerdos que no quiere en su cabeza.

Los minutos pasaban y ya había recorrido la mayor parte de Noxus, estaba muy aburrido, Draven se aburre fácilmente dependiendo la situación y caminar por las calles es más que aburrido y algo que se repite todos los días.

Deseaba salir de ahí, fuera de Noxus y recorrer el exterior pero Darius, por mantener la seguridad de Noxus no le permitía esa salida por razones de Draven, siendo muy inquieto hay mucho peligro si se topa con soldados de otras naciones y aumentaría el riesgo de un mal entendido.

De pronto, no lo pensó ni dos veces, se dirigió a la puerta donde separaba el exterior y parte de Noxus, donde aquella salida se encontraba en alta vigilancia por soldados de Noxus. Con pocas estrategias, sin ser visto por los vigilantes, salió por los muros de la ciudad con sigiloso cuidado.

No espero que fuera tan fácil salir, ahora le esperaba nuevos descubrimientos fuera y no un enorme estadio de ejecución. Miro detrás de él a Noxus, la enorme montaña tenebrosa tallada con una enorme calavera, seguido de eso dio unas pequeñas risas y se alejó caminando por el bosque hasta que desapareció por los árboles.

***

Entre lo imposible| League of legendsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora