Entre lo imposible| League of legends

II .Encuentros

Más haya del bosque, se encontraba un pequeño lago, un lago lejos de Noxus y por esa razón no se notaba en malas condiciones. El ambiente es tan cálido y fresco, el agua limpia y cristalina, incluso se notaba en el fondo los peces nadando pacíficamente.

El ejecutor no evitó sonreír ante una belleza. Puede la naturaleza ganarle a Draven en belleza porque Draven se considera a si mismo perfecto y la perfección es belleza.

Continuó caminando. Algunas veces paraba para contemplar, otras para descansar ¿Qué tan lejos a llegado? Parece ser que camino por horas, no le molesto en lo absoluto y no le importaba si su hermano se preocupaba por no estar en Noxus. En la mayoría de las veces se mantiene con Darius o fuera del cuartel haciendo de las suyas, pero jamás fuera de la ciudad, es algo nuevo para anotar en su lista de pasatiempos.

En un punto de su caminata, vio a lo lejos un enorme palacio, como un castillo, supo en enseguida de que se trataba.

Resulta que camino lo bastante lejos como para que se topara con Demacia, su llamativa riqueza era una forma de irritación y ganas de matarlos por su muy "alta calidad".

Draven entre junto sus cejas haciendo arrugas en su frente. Por una simple vista estaba envuelto en ira, pronto se le ocurrió la loca y terrible idea de ir mas allá; sólo un poco más para contemplar el paraíso.

Noto que fuera de Demacia se encontraban unos cuantos soldados de Demacia, oh no... La mente de Draven pedía un poco de diversión, pero para eso necesitaba dónde cometer el acto de sus juicios.

Para llamar la atención de los pocos guardias, fingió un grito de desesperación detrás de una pequeña montaña no muy lejos de los guardias. Al escuchar los gritos un guardia se quedo sorprendido unos segundos, definitivamente alguien "esta en problemas".

–¿Escuchan eso? –.Pregunto un guardia con pánico.

–¡Sí! –.Respondió otro guardia alistando su arma.— ¡Alguien esta en peligro, detrás de aquella montaña! ¡Andando!

Los guardias corrieron en grupo hacía la montaña, se alistaron en combate y miraron a su alrededor sin perder la concentración. Por lo regular, no encontraron a nadie; pero eso no significaba dejar a la víctima corriendo riesgo.

Entre los árboles, se escucharon unas ramas romperse, los soldados miraron a los árboles, observando detalladamente quien lo causo. Un soldado dio órdenes con la mirada de avanzar un poco más, otros dos lo siguieron y tres se quedaron tomando guardia por si acaso.

De pronto, una sombra cruzo por detrás de los guardias, nadie se percató de aquello. Era Draven, oculto detrás de ellos en un arbusto, sonrió de oreja a oreja mostrando los dientes.

—Ya era hora de venir a salvarme de mi mismo, pero no es un buen sitió para andar aquí. –Dijo Draven desde los arbustos.

Los guardias rápidamente voltearon donde provenía aquella voz, pero era demasiado tarde. Draven salió con rapidez de los arbustos e hizo maniobras de combate, así que tomo sus dos hachas y las hizo girar para después lanzarlas a los guardias.

Las hachas volaron por los aires provocando lluvia de sangre, los guardias gritaron de dolor y al momento murieron. Los soldados que se quedaron tomando guardia, se preocuparon y fueron a la ayuda. En frente se noto un hacha dirigirse a ellos, clavándose en la cabeza del soldado que iba de guía, y la ultima hacha se lanzó para los dos soldados que quedaron, haciendo un doble asesinato.

Todos los guardias cayeron al suelo sin vida, Draven se sintió tan lleno de satisfacción, la adrenalina corrió por sus venas y aún más cuando se trataba de Demacia. Recuerda que Noxus y Demacia están en momentos de "lazos de paz" ósea, no hay actualmente planes para la siguiente batalla y según eso, significa no atacar entre ambas ciudades. Pero a Draven le daba igual, quería más espectáculo y más alego para si.