V. Por todo

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El silencio se volvió presente y un ambiente incómodo rondaba por todo el público. Mientras que otros se encontraban boca abierta Draven entro en shock, fue tanto así que por instinto se dejo caer de rodillas mirando al infinito, queriendo reaccionar a aquel gran error.

Darius no podía ni sacar palabras, fue algo que vio con sus propios ojos, mantuvo su vista en los prisioneros que lograron escapar pero algo por dentro lo volvió manipulador.

—¡Darius! —Swain miro como Darius salto de la torre del balcón donde ellos se encontraban, su llamado fue inútil que nadie sé dispuso a detener a su general.

Con mucha agilidad y brutalidad no dejo con vida a los prisioneros, partiendolos con su gran hacha.

Swain miraba ansioso como Darius se armó de valor para no dejar aquellos prisioneros con vida, después de todo no iba a detenerlo aunque por obligación Draven tenia que haberlos matado, sin embargo; no lo hizo.

Draven levantó la vista, encontrándose con Darius abajo, no en su respectivo lugar de espectador sino dentro del círculo del estado. Al lado del pelinegro tres cuerpos ensangrentados sin vida y su hacha con sangre, su hermano se encargó del sencillo trabajo de él.

Darius fruncio el ceño y envuelto en ira camino hasta Draven, tomándolo de la prenda cerca de su cuello, jalandolo hacia él y obligándolo a ponerse de pie.

—No tomaré tus palabras como una excusa, lo que paso aquí no tendrá explicación alguna, no sé como puedes fallar a tal acto... Draven.— Dijo Darius mirándolo fijamente a los ojos del verdugo.

Draven parpadeo un par de veces, confundido igual miro a Darius. —¿Qué? —Pregunto, pues no pudo escucharlo bien.

El general crujió los dientes, su rostro reflejaba la decepción, y sus ojos rojos como la sangre mostró el odio ante Draven.

—¡Idiota!— Tiro a Draven con bruscalidad al suelo, el impacto provocó que la tierra levantara polvo y las pequeñas rocas de la tierra seca causaron heridas menores en los brazos del menor.— Solo tenías una ocupación y fallaste a ello ¡Maldita sea Draven! ¿¡Qué tienes en la cabeza!? ¿¡Acaso mierda!?

Recibió  un castigo en frente de todo el público a tal acto de "desobediencia", ellos no se movían ni gritaban, se quedaron muy asombrados al ver que no era el mismo espectáculo clásico, se volvió ahora una situación incómoda para las personas fanáticas presentes. Lo que sucede se contará en todas las calles de Noxus, esto solo ridiculizará a los patrocinadores de Draven y obviamente a todo el alto mando, inclusive a su hermano mayor.

—Yo... Uh, Darius, te juró que no puedo explicar lo que acaba de pasar, yo estaba...

—Silencio...— Interrumpió Darius.— ¿En serio crees que esto se quedará así?

Draven lo miro al rostro, jamás había sentido una clase de temor y en ese momento olvido que está justamente ante todo su público. Su corazón palpitaba repetidamente por segundo, esa sensación era extraña y a decir verdad no recuerda haber tenido esta clase de emociones desde que tiene memoria. Quién sabe que clase de vida le marcará por siempre.

—Te hice una pregunta...— Anhelo Darius, perdía toda paciencia y el enojo lo estaba consumiendo.

Capto las palabras que hablaba su hermano, tolero enseguida el comportamiento del general. Medito todo lo que pudo en pocos segundos ideándose la respuesta, teniendo en cuenta que aunque sea franco Darius no lo va a tomar de la mejor manera, él lo conoce bien, no era estúpidamente ingenuo como para saber las ofensas e indisponerse a Draven.

—Será mejor que lo sea, de lo contrarío no tiene lógica que por una distracción ¡todos pierdan la cabeza! Empezando por ti...— La opinión mas bien sonaba como un enfrentamiento. Fue muy arriesgado pero no era cobarde, no huiría como un niño acabando de ofender a una persona de alta autoridad.

Entre lo imposible| League of legendsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora