lV. Palabras justas

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Tras pasar minutos con Sona era como no querer dejar de estar con ella, porque a pesar de ser muda era muy entretenida e interesante. Draven por fin sonreía y reía de algo más que no fueran espectáculos de muertes en Noxus, no, era muy distinto.

—Creeme, me la paso bien contigo, esto es nuevo para mí. —Comento de pronto Draven, con una ligera sonrisa y la cabeza gacha.

Ambos se encontraban sentados en el césped, ahora Sona no podía escribir en tierra, tratar de responderle a Draven es muy difícil. Pero los gestos que ella hacía lo decía todo, y los apoyos con dinámica era algo útil.

—Bien... Supongo que debería de irme ya. Voy muy atrasado y sé que tendré problemas al llegar.

Draven se paro del césped y luego le ofreció su mano a Sona para levantarla. Sona ya de pie, sonrió y hizo una seña de despedida. Draven por otro lado asintió con la cabeza y antes de irse le dijo a Sona:

—Ah... Por pura casualidad ¿Tienes tiempo para volver a aquí mañana por la tarde? —.Pregunto Draven mirándola de reojo.

Sona se quedó pensando, analizando su lista mental de pasatiempos y asintió, obviamente que sí tenía tiempo.

—Excelente, pasaré por aquí a la misma hora... Realmente es tranquilo pasar un rato con alguien. —Dio una sonrisa ligera.

Sona por otro lado pensaba lo mismo. No recuerda cuando fue la última vez que paso un rato así con alguien en Demacia, todo era extraño y Draven le dejaba pensando ¿Quién era él? ¿De dónde proviene? Ese aspecto no es para nada de Demacia ni su ciudad natal Jonia. Tiene planeado una misión de interrogación, Sona jamás le haría algo así a la gente a pesar que por fuera parezca carismático, por dentro sigue siendo un misterio.

...

—¡¿Donde mierda has estado, Draven?!

Darius empuñó su mano derecha haciendo golpear la mesa del centro del cuartel. Draven se encontraba sentado en frente de la mesa, más bien; en frente de su "jefe", se mantuvo de brazos cruzados evitando la mirada furiosa de su hermano mayor.

—Donde sea que haya estado, da igual para ti, sólo te preocupa la seguridad de Noxus. -Respondio Draven aburrido y sereno.

—¡Claro que me preocupa la seguridad de Noxus! Cualquier estupidez tuya puede hacer quedar mal a otras naciones y levantar cargos a nuestra contra ¡¿Crees que no debería preocuparme por eso?!

—No actúes como una nena por sólo una salida, ya hasta pareces mi novia. —Bromeo Draven, dando la vista a Darius.

El mayor crujió los dientes, Draven comienza a ponerlo más furioso. En serio que ese chico busca problemas, sumamente lo hace.

Darius se acerco a Draven y dio un golpe al rostro del menor. Draven tardó segundos en reaccionar, por poco caía al suelo junto con la silla. Otro golpe más recibió pero esta vez en el estómago y eso si provoco caer al suelo por el dolor incorporal.

Su respiración le fallo al momento del impacto brutal, jadeo y tosió escupiendo sangre. Llevó su mano a su vientre, hincándose en el suelo, con fuerzas levanto la mirada y río por lo bajo.

—Vaya... Si que eres... Ugh, un niño que se queja, deja de llorar... —. Apenas pronunciaba las palabras.

Darius se acostumbró a sus malos insultos, puede ser que algunas si lleguen a ofenderle. Crujió su mano con la que había golpeado a Draven, luego la acaricio.

Entre lo imposible| League of legendsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora