Just The Way You Are

Just The Way You Are - Capítulo Nueve.

⭐⭐⭐⭐⭐

Niall condujo unos minutos más hasta llegar frente a una hermosa casa de dos plantas.

-Ni, ¿Dónde estamos?. - Pregunté. -¿Niall?. -

Niall sonrió en respuesta.

-¿Vives aquí?. - Dije sin entender. -¿E-eres rico?. - Seguía sin entender.

-Si. - Suspiró frustrado.

-P-pero dijiste que tu padre tenía una tienda de frenos. -

-Si, bueno, tiene como cien tiendas iguales a esa. - Dijo abriéndome la puerta de la camioneta.

-¿Porqué no me dijiste?. -

-¿Cuál habría sido la diferencia?. - Sonrió. -Vamos, baja. -

-No, no, no, no, no, no. - Dije rápido. -Alguien podría vernos. -

-¿Qué hay de malo?- Dijo confundido.

-Estamos cubiertos de lodo, alguien podría vernos así. - Traté de cerrar la puerta.

-Nadie nos verá. - Me impidió cerrar la puerta. -Ya te había mencionado que no estaba nadie en casa. -

Me tomó de la cintura y me jaló hacía fuera, lo impedí tomando la ventanilla, no quería que nadie me viera en este estado.

-Vamos, sueltate. - Dijo jalándome de la cintura.

-No, ¿porqué no me dijiste?. - Dije riendo ya que me provocaba cosquillas que me jalará de la cintura.

-¿Qué diferencia hubiera?, vamos, sueltate. - Seguía jalando.

-Sueltate tu. - Dije riendo.

-Vamos. - Sonrió al ver que me soltaba de la ventana de la camioneta.

-¿Enserio no hay nadie?. - Dije algo preocupado por si alguien me llegara a ver así.

-Ya te dije que no. - me tomó de la cintura y nos abrazamos.

Una persona carraspeo a lo lejos, mis ojos se querían salir de sus orbitas.

-Hola. - Dijo Niall. -Mamá, ¿Qué hacen aquí tan temprano?.-

Al parecer es su madre.

-Tu padre y yo decidimos volver antes. - Dijo la mujer.

-Oh. - Dijo Niall y me miró de reojo. -Oh, si, mamá, el es Eddy. - Dijo tomándome de los hombros y posicionándome frente a el, frente a su madre.

-Hola. - Sonreí.

La mujer, de alguna forma me vio feo, con desprecio.

-Se pueden lavar en el patio, con la manguera. -

Wow, su madre era asombrosamente agría, si se puede decir así.

-Vamos. - Dijo Niall tomadome de la mano.

-No le caigo bien a tu madre. - Dije algo ¿Decepcionado?.

-Claro que le caes bien. - Sonrió.

-¿Es en serio? - Rodé los ojos. -Notaste sus expresión cuando me vio. - Dijo obvio.

-Hazz, ¿Podrías olvidar eso?. - Me miró suplicante.

-Esta bien. - Suspire.

-Bien, ahora necesitamos quitarnos la suciedad. - Me guiñó un ojo. -Toma. - Me entregó la manguera.

Y mis ojos se postraron en el marcado abdomen del chico, si, se quitó la playera. Juro que los minutos pasaban rápido.

-¿Te gusta la vista?. - Dijo juguetón.