Just The Way You Are

Just The Way You Are - Capitulo Seis

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Después que salió de vestirse, salió solo vistiendo un pequeño short deportivo, dejando ver su torneado abdomen. Dios mio.

-¿Te quedas aquí o vamos a la torre de vigilancia?.-

La torre de vigilancia, era esas sillas altas, de donde los salvavidas pueden observar a todas las personas en la playa.

-Te acompaño.- Asentí.

-Esta bien.- Dijo tomando mi mano sin preguntar.

Corrimos por la playa hasta llegar a la torre de vigilancia, subí junto con el y el sonreía cada vez que me veía.

-Puedes ir a la playa si quieres.- Dijo colocándose sus gafas de sol. -Desde aquí te observo.- Sonrió.

-Esta bien.- Sonreí y baje hacia la orilla del mar.

Era lo mas hermoso que veía en ese momento, además del mar.

Quité mis zapatos y calcetas, corrí hacia la orilla esperando que el agua llegara hasta mis pies descalzos. En ese momento escuché un silbato.

-¡Eddy!.- Grito James desde la torre. -¡¿Ya es una cita?!-

Sonreí y me encogí de hombros, logre ver que el sonrió, cada vez que el sonreía, una nueva luz de esperanza se encendía en mi.

Después de varias horas jugando en el mar, el cabello mojado y bromeando con James, por fin terminó su turno, pero aún tenia que ir con su amigo a entrenar, así que fuimos directo a donde entrenarían el y su amigo.

-¿Dónde estuviste?.- preguntó su amigo.

-Es que el no se controla cuando esta cerca del mar.- Bromeó acerca de mí.

-No es cierto.- Lo empuje.

-¿Podrías traerme una botella de agua?.- Sonrió.

-Claro, vuelvo en un minuto.- Sonreí.

El se acerco y besó mi mejilla, cerré los ojos disfrutando de la sensación que me provocaba sentir sus labios sobre mi mejilla.

Después de salir de mi trance, me dirigí hacia el puesto de bebidas, en busca de una botella de agua para James, en ese momento una chica rubia, no muy linda se me acercó.

-¿Cabello mojado?.- Dijo ella.

-¿Te conozco?.- Dije serio.

-Oh, soy amiga de James, aunque James tiene cientos de amigas.- Asintió. -¿Te llevo a su trabajo?¿Hizo la escena del salvavidas profesional?¿Eso te impresionó?.- Siguió hablando ella. -James sabe hacer sentir bien a las personas por un tiempo.-

-¿Te conozco?.- Repetí.

-Solo soy una de las cientos de amigas que James hace sentir bien.- Dijo y se alejó.

-Perra.- Rodé los ojos y me dirigí a casa.

¿Qué pasará con el agua de James? Que una de las cientos de amigas que tiene se la consiga. Todas las esperanzas que en tan poco tiempo James había construido en mi, esa maldita rubia las derrumbó en cuestión de segundos.