Just The Way You Are

Just The Way You Are - Capitulo Cinco

Esa noche, por no pasar la noche en casa con Carter y Jackson, decidí dormir en el local, el local donde seria mi próximo trabajo. Además yo tenía las llaves.

Cuando llegué, mire alrededor observando cada lugar, aún seguía intentando familiarizarme con el lugar. Me senté en una de las mesas, como sí fuera un cliente y traté de imaginar como sería cuando estuviera lleno de gente. Me quede tan ilusionado, imaginando como sería que no me di cuenta cuando James llegó.

-¿Cómo estás?- Dijo descolgando su mochila de su hombro.

Lo miré algo confundido, pero no dije nada al respecto. Tomé el libro que traía conmigo y comencé a leer.

-¿Cuanto tiempo es para siempre?.- Dijo observando el libro, al parecer lo conocía. -A veces solo es un segundo.- Citó las palabras del autor.

-¿Citando al autor del libro esperas impresionarme?-  Dije sarcástico.

-En realidad no cité al autor del libro.- Dijo serio, pero con una pequeña sonrisa. -Cité a Alice, pero si eso quieres "¿Cuanto tiempo es para siempre? Es la cantidad que quieras agregarle".- Sonrió.

Amaba su sonrisa, creo que este chico esta empezando a hacerme sentir emociones que nunca sentí hacia un hombre. Era algo raro pero me gustaba.

Comenzó a sacar varias cosas de su mochila: una manta, una radio y una revista.

-¿Te vas a quedar?.- Pregunté.

-Oye si deseo dormir un poco, voy a necesitar algo que asuste a las “criaturas espeluznantes”.-  Marcó las comillas con sus dedos. -La música no dejará que las escuche.- Bromeó recordando lo que le dije.

-¿Y planeas dormir aquí?.- Insistí acomodandome en la silla.

-Pues, sucede que la gente decidió hacer una junta y pensaron que no resistirían verte despeinado un segundo día- Bromeo.

-¿Enserio?.- Rodé los ojos. El río bajo.

-Se dice que vienes de Nueva York. - Dijo intentando iniciar una conversación. -Es un pueblo chico, los rumores corren. Me aceptaron en la universidad de Columbia, quizás podríamos ser vecinos.- Asintió. ¿Y qué estas haciendo aquí?.- Preguntó.

-Mamá nos envió para pasar el verano con mi Papá.- Asentí. -Ahora cuido una repostería mientras un deportista mimado me molesta siempre que me ve, sabiendo que soy hombre.-

-¿Ahora quién es el engreído?.- Dijo irónico. -Ya que estamos en el tema, no vine a coquetear contigo, lo juro, voy a casarme pronto.-

Lo miré impresionado, maldita sea, creí tener una oportunidad, pensé.

El rió al ver que caí en su broma y en mi defensa, lo golpeé con el libro.

-Eso no fue gracioso James.- Le di un ultimo golpe.

-Perdón.- Dijo riendo.

Sonreí al verlo sonreír, le heche un viztaso a mi teléfono y tenia un mensaje de Carter diciéndome que vendría a ver como estaba. Seguí leyendo mi libro, esperando a que Carter ni se apareciera. Mientras leía mi libro, observaba a James, observaba como lucía y cuando me miraba yo veía hacia otro lugar.
Así pasamos varios minutos, hasta que decidí, por fin, verlo a los ojos y el me miró, ambos sonreímos, fue tan hermoso verlo sonreír.

-Buenas noches.- Dijo alguien que de inmediato la reconocí. Carter.

-Hola señora.- Dijo James levantándose de la silla.

-Carter. - Dijo ella. -¿Puedo?.- Dijo tomando la silla donde estaba sentado James.

-Am, si.- Dijo James nervioso.

Carter tomó la silla y la alejó de donde estaba yo, sacó una pluma de su bolsillo y marcó una línea en el piso. Quería que la tierra me comiera.

-Am, si señora, digo Carter, ya entendí Carter.- Dijo James nervioso.

-Buenas noches mi pequeño Eddy.- Dijo cariñosamente, observó a James con un semblante serio y salió del local.

No pudo ser más avergozante, no sabía si irme o morir de vergüenza, así que decidí quedarme a ver que decía James.

Después de disculparme por la escena de Carter unas mil veces, el sueño nos venció y quedamos dormidos en la silla donde nos encontrábamos.

A la mañana siguiente, alguien entró al local, yo simule estar dormido.

-Hola.- Dijo James adormilado.

-Nada de saludarme.- Dijo Jackson. -Quiero tu nombre soldado.- Dijo gracioso, simulando estar en una importante misión.

-Am, soy James, ¿y tu eres?.- Dijo James despabilandoce

-Su compañero de  cuarto.- Yo disimuladamente observaba. - La oficial al mando envió provisiones para los dos, por desgracia, son vegetarianas y personalmente, yo desayunaria arena.-  Sonreí al escuchar eso.

-Gracias por el avisó.- Dijo James y Jackson salió del local.

Noté que James se estaba levantándose de  su silla.

-Hola.- Sonrió.

-Hola.- También Sonreí.

-Oye, tengo que ir a trabajar.- Dijo.

-Yo también.- Dije tomando mi bolsa.

-Oye.- Dijo y yo me giré a verlo. -Tienes que dejar ese papel de chico malo.- Suspiró. -Lees libros de comedia romántica, trabajarás en una pastelería.- Sonrió

Lo odio, tenía razón.

-Esta bien.- Dije resignado. -Me divertí a noche.- Sonreí y tomé su mano.

-Yo también.- Apretó mi mano y sonrió. -La mejor cita.-

-No fue una cita.- Dije rápido. - Además, soy hombre.- Dije viendo mis manos en mi regazo.

-Eddy.- Sonrió. -El amor no se basa en si eres hombre o mujer, el amor se tiene que basar en los sentimientos que tienen uno por el otro.- Dijo simple.

Levante mi mirada, observé sus hermosos ojos azules y Sonreí.

-Oye.- Rascó su nuca. -Soy salvavidas en la playa y quería saber sí quieres acompañarme.- Dijo nervioso.

Lo pensé por un momento, de verdad, el chico me estaba haciendo sentir cosas demasiadas raras, pero de verdad me gustaban y no las dejaría ir.

-Si, claro.- Dije fingiendo desinterés. -¿Porqué no?.-

Sonrió y me extendió su mano para que la tomará, dudé por varios segundos en tomarla o no, el lo notó.

-El amor se trata de tomar riesgos.- Sonrió.

Sonreí y la tomé, este chico me estaba llevando tan alto con tan poco y en poco tiempo.

Llegamos a un lugar que parecía ser una pequeña cabaña cerca del mar, estaba pintada de blanco con detalles de rojo. Entramos y ahí se encontraba una mesa a la entrada y después de esta, un pequeño cuarto, en el había casilleros, supuse que eran para los que trabajaban en ese lugar. James, tomó una pequeña bolsa que se encontraba dentro de su casillero.

-Espera aquí.- Dijo adentrándose al que parecía ser el baño. -No tardo.-

-Si.- Asentí y el sonrió.

Mientras el se cambiaba, yo me puse a pensar por un segundo; ¿ésta bien hacer esto? ¿El está enamorado de mi? ¿Qué pasará con Carter si se entera?. El ya lo había dicho, en el amor se toman riesgos, esta era mi decisión. Dejaría que el me llevará tan alto como pueda, aunque conlleve a un peligroso descenso.