7

7 0 0
                                        

1 año atrás...

Estaba yo, hay tirada en el suelo de aquella fiesta, llena de harina y de las cosas que me tiraron, quería pegarles a todos, estaba muy enojada, y muy triste, solo porque no quise jugar a un estúpido juego decidieron tirarme estupideces.

-YA DÉJENLA EN PAZ, MIERDA -agrego un chico de atrás. 

- ¿Porque quieres que la dejemos? ¿acaso eres su novio? -responde Rachel con un tono de estúpida. 

-No, al contrario, no la conozco. Pero no me gusta que molesten a las personas así, ¿pueden dejarla? -pregunto el. 

-La dejaremos libre solo porque un chico bonito como tu quiere eso -responde ella soltándome. 

Me pare de ese lugar, y salí corriendo,  lo mas lejos que pude de esa casa, estaba toda sucia, toda pegajosa, me quede en un bosque, me tense en un tronco, agarre mi celular y eran las 02:00 am, la calle estaba completamente sola y me da un poco de mal rollo estar aquí. Escucho pasos sobre las hojas secas, me estaba asustando... bastante, apareció un chico.

-Madre mía que susto me has dado -exclamo riéndome.

- ¿Tan feo soy? -ríe. 

-No te lo tomes así, me refiero a que aparecis...- digo entre risas, el me interrumpe. 

-Ya se a que te refieres, y... ¿estas bien? -pregunto. 

-Mmm, si gracias por preguntar, pero... ¿porque preguntas eso?  -pregunte asombrada.

-Yo soy el que te saque de hay, ¡de nada! -exclama riéndose. 

-¡Oh! muchísimas gracias -le digo.

-¿No me vas a dar nada? -pregunta riéndose.

- Que tal si te doy algo después de sacarme toda esa mugre -río.

Lo salude y me fui a buscar un taxi, cuando llegue a mi casa, no había nadie , y como yo no tenia sueño, decidí poner música a todo volumen, me metí a bañar, salí, me cambie y me puse a ordenar un poco mi cuarto, de echo le haría bien un poco de orden , encontré muchas cosas de cuando era una niña , había una carta que decía así.

''Querido diario, cuando yo tenga 16, voy a tener un castillo rosa, voy a tener un caballo para cabalgar , voy a tener el príncipe azul y mi familia va a vivir conmigo, ya que el castillo es enorme''. 

Ya me agarro un poco de sueño, revuelvo mi mochila para buscar mi celular, tenia un mensaje de mi papá <<hoy no podre estar contigo hija, pásala bien en la fiesta>>, no te preocupes pa, la estoy pasando de maravilla. 

4 días después...

Me desperté y fui a la pieza de mi papá para ver si estaba, y no, el no estaba, mi hermano tampoco, de mi hermano es muy normal que no este y de mi papá... también. Salí a dar un paseo, ya que no sabia que hacer, fui al centro de rehabilitación donde se suponía que estaba mi mamá.

-Disculpe, ¿sabe donde esta Laurie Scott? -pregunte a una medica.

-En el piso 8, allá adelante tienes un ascensor y al lado una escalera -responde ella con amabilidad.

-Muchas gracias -dije. 

Fui caminando por donde me dijo ella, subí al ascensor y espere a que me llevara al piso ocho, cuando llegue, tenia que buscar el numero de la puerta, que no lo sabia y no me dijeron. Así que me senté a esperar que algún medico salga así le pregunto, de repente salio un chico llorando, y era el... el que me había ayudado aquella noche. 

-Hey ¿que pasa? ¿estas bien?, siéntate, déjame ayudarte -pregunte desesperada. 

-Hola, ¿como estas? -pregunta el sentándose y derramando lagrimas. 

-Tranquilo, dime que paso ¿okey? -respondí. 

-Okey, lo que pasa es que...-dice pausando. 

The Rain In The Streets ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora