-Se vaya contigo a New York-continuó mi madre.
En ese momento salté de mi sitió y corrí hacia mis padres para abrazarlos.
+Gracias, en serio muchísimas gracias.
No podía estar más feliz.
-Eh Jade, hay condiciones-añadió mi padre con aire severo.
Me senté de nuevo al lado de Liam, que me contestó con una cálida sonrisa y miré a mi madre.
-Vendras a vernos a menudo, una vez al mes como mucho 1 cada dos meses. Y, si por alguna razón lo del trabajo no va bien, volveras sin rechistar. No nos gustaría la idea de que vivieras del dinero de Liam.
-Eso no sería problema para mí señora Parker...-dijo Liam.
-Liam querido, tú simplemente protégela como si fuera tu hermana. Nosotros os damos todo el apoyo del mundo.
Volví a levantarme para depositar dos grandes besos en las mejillas de mis padres y subí para hacer la maleta acompañada de Liam.
+Qué me llevo?
Liam rió entre dientes al ver la situación de mis dos maletas abiertas encima de mi cama y la cantidad de cosas que tenía en mi habitación.
-Lo ensencial cariño-añadió apoyándose en el marco de la puerta.
Todo en mi cuarto era esencial. Pensé. Dos horas después, mis maletas estaban cerradas, y Liam cansado de la espera, me ofreció su mano para bajar mientras con la otra, cogía la maleta más pesada.
+Espera, espera, ¿y Lucy?
-Andy se encarga de ella...quiere pasar unos días aquí con ella y luego ya, llegarán.
Me quedé un rato pensando y salimos de mi habitación.
+Oye Liam, ¿tienes los billetes?
Liam rió.
-Bebé, ser rico tiene sus cosas buenas.
Llegamos a la planta baja donde nos esperaban mis padres con aire de tristeza, no iba a ser fácil.
+Volveré pronto.+dije abrazándolos.
-Adiós hija-dijo mi madre secándose una lágrima.
Salimos de mi casa, donde un coche negro nos esperaba. ¿Me acostumbraría a ello? Fuimos directos al aeropuerto, y efectivamente, no íbamos de pasajeros en avión normal. Liam tenía un Jet privado.
+Wow+añadí al entrar al avión.+esto es muy lujoso Payne.
-Te lo dije.....
+Pijo+susurré, pero Liam me oyó y comenzó a hacerme cosquillas.
-Señor, estamos a punto de despegar-interrumpió la azafata.
-Claro, claro-dijo Liam sonrojándose y acompañándome a mi asiento. Atamos nuestros cinuturones y entrlacé mi mano con la gran mano de Liam. Minutos después estábamos en el aire y pudimos pasear tranquilamente por el Jet, que era realmente grande. Jugamos a la Wii, comimos, dormimos y cuando menos lo esperamos llegamos a New York.
En este caso, subimos al coche de Liam, que reconocí al instante y el condujo hasta su chalet.
-Ya llegamos bebé-dijo depositando un beso en mi mejilla.
+Bien+añadí saliendo del coche.
Liam cogió mis maletas y las entró a su casa.
Subimos a su habitación y me senté en el borde de su cama. Al dejar mis maletas en el suelo, Liam se acercó y se sentó a mi lado.
-Bienvenida a casa pequeña.-dijo levantándome y sentándome encima suyo.
Agarró mis mejillas y me besó como tantas veces, peleando con mi lengua para recorrer mi boca, poco a poco, bajando los besos hasta mi cuello, donde se detubo y chupó ligeramente hasta enrogecer mi piel dejándome una pequeña marca. Continuó con los pequeños besos húmedos mientras yo jugaba con su pelo. Sus manos bajaban poco a poco hasta el borde de mi sudadera, con cuidado, la apartó y continuadamente mi camiseta dejándome en sujetador.
-Estás preciosa Jade-añadió presionando sus labios en mi clavícula.
Estaba bien, pero el juego estaba descompensado, así que bajé mis manos hasta su cintura y quité su camiseta negra dejándolo en topless. Me quedé un rato mirando su fortulento torso, que había aumentado desde la última vez que lo vi sin camiseta. Comencé a dejar pequeños besos en sus pectorales, bajando poco a poco hasta su marca en "V", donde me detuve, porque Liam levantó mi mentón para que regresara a sus labios. Obedecí durante unos minutos, hasta que Liam tomó el control de nuevo, desabrochando mis pitillos y bajándolos poco a poco hasta la altura de mis tobillos. Los saqué sin separarme de Liam. A continuación, desabroché el cinturón de Liam y bajé sus pantalones también dejándolo en boxers. Lo agarré por el cuello siguiendo con los besos por la parte del cuello cuando noté como sus manos intentaban soltar el enganche de mi sujetador.
+No puedes batmi?+reí entre dientes. Liam sonrió cuando lo consiguió.
Poco a poco, bajó mis tirantes y se separó un poco para sacar con cuidado el sujetador. Y colocó pequeños besos en el contorno de mis pechos, haciéndome estremecer con cada toque. No tardó mucho en bajar a mi ropa interior inferior y quitarla sin problema, al igual que hice yo. Nos tumbamos con cuidado en la cama sin dejar de besarnos en cualquier momento, cuando noté que Liam se colocaba encima mío y poco a poco me iba haciendo suya. Abrazaba a Liam con la mayor fuerza del mundo, porque lo amaba sin límites, y estaba feliz, mas que nunca. Liam susurraba mi nombre de vez en cuando, mientras yo permanecía con los ojos cerrados disfrutando de aquel momento. Cuando Liam paró, no tardé mucho en caer rendida dormida. Había sido un día muy largo.
