Feminicido. #PGP2016

Capítulo I

Podía sentir el aire en mi cara, esa sensación de libertad era única entre más rápido y alto llegaba más libre me sentía, imaginaba que era un pájaro en pleno vuelo extendía mis brazos simulando las alas era realmente emocionante.

-Daniela baja de ahí (escuchaba la voz de la abuela desde el otro lado del jardín) si llegas a caer te vas a lastimar, y tu Rodolfo (señalaba acusatoria mente a mi abuelo qué empujaba mi columpio más y más alto) me la pagarás si le pasa algo a mi pequeña Dami.

Pero mi abuelo y yo nos hacíamos de oídos sordos.

-más fuerte tata más, quiero llegar a tocar el cielo ya casi solo falta poquito.

Gritaba a través de las risas. Un poco más y podría sentir la punta de mis dedos rozar aquel inmenso cielo lleno de nubes.

-creo que es hora de bajar daniela, no queremos hacer enojar la la viejita gruñona de tu abuela.
Menciona mi abuelo entre risas.

-cinco minutos más, por favor tata qué mañana regreso a casa con mis papás y asta las siguientes vacaciones vendré a verlos.

-lo se mi pequeña pero de seguro tu abuela nos hizo pastel de chocolate para despedirte, apoco despreciarías el chocolate para jugar más tiempo en el columpio. daniela donde estas.

Dice mi abuelo buscándome con la mirada, pero yo ya casi llegaba corriendo a la casa como dejar de comer pastel de chocolate, jamás despreciaría a mi abuela así.

Los tres nos sentamos en la mesa a cenar y a platicar de que haría al regresar a clases.

-pues mi papa dice que como ya hablo muy bien el inglés ahora seguiré con las clases de francés, pero no puedo dejar de ir las clases de jazz a van a ir a mi recital verdad.

-claro que si aun qué odie ir a la ciudad de México iremos a verte.

-!qué bueno!
Digo aplaudiendo y haciendo un pequeño baile de festejo en mi asiento.

Ese fue el mejor verano de todos, amaba ir a visitar a los abuelos a Cuernavaca, su casa tiene un gran jardín a la orilla del lago y con enormes arboles y flores alrededor por eso se le llama la ciudad de la eterna primavera.

Ellos antes vivían en México cerca de nuestra casa pero el abuelo se enfermo del corazón y los doctores le recomendaron irse a vivir al campo para que su salud mejorará y desde hace cinco años ellos viven ahí, yo siempre iba en vacaciones a visitarlos ese era mi lugar favorito en todo el mundo.

Ese verano fue increíble, paseamos por las calles de la ciudad admirando las casas y los negocios que se encontraban en el centro todos los días íbamos a comer helados y por las tardes el abuelo me paseaba en el columpio qué construyó para mi y ya entrada la noche solíamos acampar en el patio para admirar las estrellas, como lo he dicho el mejor verano de todos.

Pero nadie se imaginaba que el principio del infierno estaba a un día de comenzar, el fin de mi vida como la conocía donde los sueños de una niña de 10 años estaban por terminar, las ilusiones, sueños y esperanzas serian un simple recuerdo y la añoranza de la libertad y el sobrevivir seria mi única prioridad.