Capítulo IV

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Los días siguientes al ataque que sufrí por él estuvo calmado me decía que no era su culpa que había tenido un mal día en el trabajo y que no sabía cómo reaccionar, mi mama también me pedía perdón yo solo quería que no volviera a pasar él lo prometió y yo le creí.

Si cumplió su promesa de no tocarme nunca más por un tiempo pero con la que desquitaba toda su furia era con mi madre era pocos los golpes que le daba un jalón de brazo o un simple empujón, pero lo que más hacia era gritarle por todo, azotaba las puertas inconscientemente lo empecé a ver normal, si se estarán preguntando por que se los diré mi madre no hacía nada para detenerlo aguantaba todos los insultos y me decía que era pasajero que con el tiempo las cosas mejorarían yo lo único que hacía era créele.

Es fácil creer que todo va a cambiar cuando mi papa recordaba que lo que estaba haciendo estaba mal el simplemente se disculpaba con mi madre la llevaba al cine a cenar le regalaba flores y mi mama se ponía contenta por eso creo que me acostumbre por un tiempo.

Todo fue siguiendo su curso y el tiempo fue empeorando todo los insultos siguieron en aumento y ahora había más golpes que nunca las gemelas crecían muy rápido y papa se enojaba porque absorbían mucho tiempo de mama, yo empecé a ver que esto no estaba bien.

Los días se volvieron más oscuros y sombríos en la casa solo se escuchaba el silencio estaba prohibido hacer cual quier ruido eso molestaba mucho a mi padre.

El tiempo paso y las vacaciones llegaron quería irme con los abuelos, esperaba el día que llegarán por mi hasta que escuche a papá hablar por teléfono con mi abuela diciendo que no podría ir a verlo ya que tenía que ayudar a mamá con las niñas.

A como iba creciendo me iba dando cuenta en la espiral de violencia que nos encontrábamos, mi papá golpeaba a mi mamá luego seguía con migo para después culparnos a nosotras de todo malo, luego se comportaba como si hubiera pasado así una y otra vez. Si fue aquí cuando empezó con los golpes de nuevo hacia mí.

Era tanto el miedo que sentía de que el llegara a mi casa porque cada vez tenía una reacción diferente a la anterior, recuerdo muy bien una tarde estábamos cuidando a las gemelas mi mama y yo el llego y se fue directo a su despacho a los minutos salió y solo nos dirigió una mirada paso de largo por un lado y se dirigió hacia la cocina para el momento que mi mama se levantó del sofá se escuchó un fuerte estruendo yo me quede en la sala mientras que escuchaba como se quebraban platos vasos hasta que escuche un ruido diferente tenia tanto miedo de ver qué pasaba que cuando logre llegar a la cocina mi padre sostenía una escoba en la mano con la cual le daba repentinamente golpes en la espalda a mi mama y ella intentaba cubrirlos con sus manos el solo repetía una y otra vez lo mismo.

-que no entiendes que yo me parto todo el día la madre en el trabajo para que cuando llegue a mi casa este la comida lista, que ni eso puedes hacer son cuatro malditas mujeres en esta casa coma para que me atiendan bien y ninguna sirve para nada.

-ya Ricardo lo prometo no volverá a pasar por favor me duele.

- eso te lo mereces por inútil.

Yo pase de largo tragándome las lágrimas llegue a la estufa y no sé cómo logre preparar la cena para cuando papa termino de desquitar su coraje la cena se encontraba servida él se sentó a cenar y yo solo lo miraba con odio y coraje.

-deja de verme feo que quieres que siga contigo.

Solo negué con la cabeza y me dedique a ayudar a mi mama a curar sus heridas.

Los días pasaban y no había ningún maldito día que no dejara de molestarnos trataba de hablar con mi mama para que nos fuéramos lejos pero ella no me escuchaba, seguía creyendo que el cambiaría.


Feminicido. #PGP2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora