Mía llegó a su casa, su madre la saludó alegre, Mía sólo la abrazó y lloró en su hombro sin decirle palabra alguna, la madre de Mía correspondió el abrazo, después de un rato Mía dejó de abrazarla y se iba a ir a su habitación, pero su Madre la detuvo
-¿Qué pasó Mía?-
-Ella se va a mudar-
-¿Eran muy buenas amigas?-
-Era mi novia, lamento no habértelo dicho-
-No te preocupes, es una lastima que tu novia tenga que irse, pero no puedes hacer nada al respecto, a veces es mejor la resignación-
-Si, supongo- dijo Mía y luego se dirigió a su cuarto
Mía y Ella se la pasaron llorando gran parte de la noche hasta quedarse dormidas.
Al día siguiente Mía trató de buscar a Ella, pero terminó por darse cuenta de que Ella no vendría.
Mía se encontraba en su clase de matemáticas, el maestro les había hecho un examen sorpresa, Mía no estaba concentrada, pensaba en que no podía hacer nada bien mientras borraba y escribía una y otra vez la misma operación, quería ver a Ella, se encontraba pensando en las palabras que su madre le había dicho sobre que no podía hacer algo al respecto, a lo cual se le ocurrió una idea, necesitaría ver a Ella cuanto antes, porque quizás después sería demasiado tarde.
Mía trató de centrar toda su atención en el examen, se dio cuenta de que no era muy difícil, y lo contestó todo en 10 minutos, entregó su examen y salió del salón a paso veloz, luego corrido desde su salón hasta la entrada y después de detenerse a descansar un poco, corrió hasta la parada, se le preguntó a un chófer que autobús pasaba por la casa de Ella, para su mala suerte era uno que había pasado justo cuando había llegado a la parada, Mía agradeció al hombre y se quedó esperando el autobús, pasó una hora cuando al fin pasó, Mía tomó el autobús, todo el camino estuvo nerviosa e impaciente.
Ella se encontraba en su habitación empacando sus cosas cuando Mía entró por la ventana.
-¡¿Qué haces aquí?!- preguntó Ella sorprendida, no pudo evitar besar los labios de Mía
-Nos iremos-
-¿Qué?
-Escapa conmigo Ella- dijo mirándola con sus hermosos ojos verdes
-Mía no estás pensando bien las cosas, creí que sólo venías a despedirte-
-No puedo despedirme, quiero estar contigo, huyamos juntas-
-¿A donde? ¿con qué dinero? ¿cómo nos mantendremos? ¿y nuestros estudios?-
-A cualquier lado, estuve ahorrando el dinero de mi trabajo para la universidad pero creo que es mejor gastarlo en esto, yo podría trabajar, haremos la escuela abierta-
-No Mía, te amo y es por eso que no dejaré que arruines tu vida por mi culpa, a veces es mejor resignarse-
-Ella... también te amo-
-Adiós Mía- dijo abrazándola y comenzando a llorar
-Adiós- dijo Mía notando las lágrimas de Ella -¿estás llorando?-
-Sólo ignóralo, será mejor así, quizás te vea en un futuro, como una hermosa mujer y hayas encontrado a alguien más y tú y ella sean muy felices juntas-
-No Ella... yo esperare por ti-
-No lo hagas, no sabes sí quiera si volveremos a vernos, tú sólo enamorate de nuevo, quiero que seas feliz, yo también lo intentaré-
-No creo poder hacer, para mi tú lo eres todo-
-Podrás hacerlo- dijo volviendo a besarla y se dio la vuelta para irse con sus maletas del cuarto, entonces Mía la detuvo tomándola del brazo, jalándola hacia ella
-Siempre serás mi primer amor, no importa si me enamoro de nuevo, nunca voy a olvidarte- dijo dándole pequeños besitos en la boca
-Yo tampoco voy a olvidarte- dijo en cuanto Mía terminó de besarla y ella también la besó, pero este beso era cálido y dulce, era un beso de despedida.
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La niñera de Ella.
RomanceMía es una joven de 17 años que trabaja como niñera, normalmente cuida a niños de entre 5 y 12 años, pero esta vez se encuentra muy nerviosa porque tiene que cuidar a Ella: una jovencita de 15 años que estudia en su misma escuela y a su hermanita me...