Caminó por las calles empedradas de Noruega, el viento soplaba ligeramente, las ramas de los árboles chocaban entre ellas, hojas y flores caían de ellas, era hermoso ese lugar, las fachadas de las casas con ese toque de antigüedad, el sol naranja por el atardecer.
Escuchó a lo lejos música de boda, no pudo evitar ir a ver, le encantaban las bodas, miró el anillo en su dedo y recordó que tan sólo unas semanas atrás había sido la suya.
Ahí estaban dos hermosas mujeres tomadas de la mano, corriendo juntas hacia una hermosa limusina, con unos preciosos vestidos blancos, una enorme sonrisa en sus rostros y unas miradas llenas de amor la una por la otra.
Por alguna razón le pareció familiar el rostro de una de ellas, una mujer muy bonita de cabello castaño claro hasta la cintura y ojos miel, sintió la sensación de haberla conocido antes.
Sin motivo aparente ella volteó a verla, como si sus miradas estuvieran llamándose, pidiendo ser encontratadas, le pareció que le sonrió, su corazón se detuvo en ese pequeño instante.
-Ella...- Pronunció como si pudiera escucharla y le devolvió la sonrisa.
La vio partir en su limusina junto a su esposa, pensó en lo curioso que era el destino, reunirlas en ese pequeño instante al otro extremo del mundo.
Estaba realmente feliz por ella, de que no se rindiera, de que estuviera al lado de una mujer y no de un hombre como su madre quería, pero sobre todo de ver la alegría que emanaban sus ojos y saber que estaba con una mujer que la amaría tanto como ella lo hubiera hecho si las circunstancias se lo hubieran permitido.
-¡Aquí estás Mía!- la abrazó por la cintura Jessica sacandola de sus pensamientos -no te quieras escapar de la cena con mis padres- dijo risueña y depósitos un pequeño beso en su cuello.
-No, nada de eso-
-Entonces vamos que se nos hace tarde-
La tomó de la mano y caminó junto a ella hacia un restaurante muy elegante...
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No planeaba hacer ni un capítulo más de esta historia, me gusta tal y como está, pero he querido agradecerles a tod@s ustedes por todos sus comentarios, sus estrellitas y sobretodo por leer mi historia.
Son unos amores, de verdad muchísimas gracias, espero la hayan disfrutado tanto como yo disfruté escribiendola, y espero les guste esta pequeña nueva parte.
Me despido con mucho amor y felicidad. Besos y abrazos para tod@s.
Pdt: No l@s menciono de uno por uno porque son demasiad@s xD
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La niñera de Ella.
RomanceMía es una joven de 17 años que trabaja como niñera, normalmente cuida a niños de entre 5 y 12 años, pero esta vez se encuentra muy nerviosa porque tiene que cuidar a Ella: una jovencita de 15 años que estudia en su misma escuela y a su hermanita me...
