A Last Chance♡ Jikook

♤Escapar♤

Corría hacia mi coche, mi cara estaba bañada de lágrimas y mi delineador corrido.

Quería escapar, solo alejarme de todos y regresar a mi país, el lugar donde estaba mi familia necesitaba a mi amiga, a mi confidente, necesitaba a esa chica la cual me había apoyado en mis años de escuela y la cual siempre me protegió como una niña pequeña.

Jimin estaba terminando de a poco conmigo y yo no podía seguir, mis fuerzas se han ido debilitando con el tiempo y ya estoy cansada, exhausta de que él no vea que sin él yo me muero...

Sentí como chocaba con alguien e iba directo al suelo, el duro y frío suelo como se sentía mi corazón la única diferencia es que mi corazón estaba roto y lastimado.

Unos brazos me abrazaron con fuerza y levante la mirada viendo a Suga, viéndome con notoria preocupación y yo solo pude soltar los sollozos que había estado conteniendo y me abrace fuertemente a su cuerpo enterrando mi rostro en su pecho.

-PORQUE NO PUEDE VER QUE ME LASTIMA!! YO LO QUIERO!! NO QUIERO QUE MUERA!!-gritaba en su pecho, golpeándole el lugar con mis puños sin fuerzas

-_____(tn)!!-escuchaba los gritos de Jimin y me aparte de Suga, levantándose y empezando a correr por el pasillo alejándome de él, de Suga, de Jungkook, del instituto....

Escapar no era lo ideal, estaba huyendo de lo que me atormente sin afrontarlo, como una simple niña pequeña a la cual se escondía debajo de las colchas al pensar que había un monstruo debajo de su cama sin fijarse si había alguien ahí.

-Desde cuando me volví tan débil?-susurré mientras caminaba en las calles de Seúl, mirando a las personas caminar, estudiantes junto a sus amigos, parejas caminando agarrados de la mano.

Lágrimas seguían cayendo por mi rostro, mi cuerpo temblaba por el frío de la noche.

Maldito sea el momento en el que olvide mi chaqueta en el consultorio.

Tropecé contra algo y caí al suelo raspándome las palmas de la mano cuando las puse enfrente intentando hacer menos dolorosa la caída, solté una risa floja, riéndome de mi desgracia y me levanté como pude para ir a la parada de autobuses hasta que me topé a un chico el cual estaba llorando y miraba la carretera con tristeza.

Lo miré con detenimiento y salí corriendo hacia él cuando cruzo la calle aun cuando el semáforo no había cambiado de color.

Lo empuje al ver como un carro iba a toda velocidad hacia él y por más que el conductor hacía sonar el claxon del automóvil, el chico no se movía.

Lo último que recuerdo es haber sido golpeada por el carro....