Capítulo noveno: ¡Y una mierda!

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—¡¡¿QUÉ GAJEEL HIZO QUÉ?!!— gritó la chica emocionada en cuanto lograron quedarse a solas, tras una larga noche en la que Natsu y Happy habían ocupado el cuarto de las jóvenes.

—¡¡Shhhhhhhhh!!— la peliazulada siseó tapándole la boca a su amiga para que nadie más se enterara de lo sucedido.— Lu-chan no quiero que nadie más se entere— la rubia la miraba con ojos brillantes sin poder pronunciar palabra, ya que su amiga prácticamente estaba incrustando la palma de la mano en su boca para hacerla callar.— Además, veníamos de una situación límite huyendo de los guardias, excitados por el peligro, mojados por la lluvia...

—¿Excitados? ¿Mojados? Parece que habléis del último libro ecchi que está leyendo Erza— una castaña las interrumpió aprovechando que la puerta estaba sin cerrojo. Levy se acongojó al ver entrar a Kana, temerosa de que interviniera en la indumentaria que debía de llevar en la cita.—Lucy, déjame un bikini. Voy a aprovechar que Titania está de buen humor para disfrutar en la playa.

Uff! Parece que tiene cosas más interesantes que hacer y me libraré de sus descabelladas ideas" suspiró de alivio la peliazul para sus adentros, mientras la rubia buscaba entre los cajones un bikini para dejarle a Kana. Lucy se mostraba confusa, pues aunque la castaña no iba escasa de bikinis, siempre acababa pidiéndole alguno a sus compañeras y empezaba a pensar que se trataba de un fetichismo extraño.

—Toma, pero lo quiero de vuelta que es nuevo. Por cierto ¿vas sola?— Kana le enseñó una sonrisa picarona.

—No, he quedado con alguien.— abrió la puerta y añadió casi a gritos mientras salía por ésta— ¡Pero, no os contaré con quién hasta que vosotras no me contéis por qué Levy estaba excitada y mojada con Gajeel!

La pequeña maga de la escritura sólida se quedó paralizada, con el rostro rojo como un tomate, mientras escuchaba la sinuosa sonrisita de su rubia amiga a su lado. "¡Maldición! Ya lo ha vuelto a hacer"...

Al otro lado de la pared junto a la ventana, el dragón slayer de hierro tenía la oreja pegada al cuarto de las chicas al tiempo que intentaba no caerse del bordillo. No podía verlas, sólo las escuchaba, por lo que desconocía que su enana tenía la cara tan enrojecida como la suya, e incluso a punto estuvo de caerse cuando escuchó la respuesta de su siempre alcoholizada compañera.

—Oye... ¿no crees qué pareces un poco acosador subido en el bordillo de un edificio a dos metros sobre el suelo al lado de la ventana escuchando la conversación privada de la chica que te gusta?

Gajeel, quien no esperaba la intromisión de Happy, dio un brinco asustado cuando la voz del minino le susurró en la oreja. Se tambaleó, tropezó y emitió un grito cuando reaccionó ante su caída al vacío.

—¿Has oído eso?— musitó la rubia, Levy asintió y las dos se asomaron asustadas hacia la ventana en busca del sonido, pero al no ver nada se miraron la una a la otra encogiéndose de hombros suponiendo que el sonido debía de proceder de cualquier otra instancia "que esperemos que no sea la de los chicos armándola en su día libre". Se dijeron con una mirada cómplice.

Algo más alejados, Gajeel era sostenido por su amigo Lily mientras intentaba atrapar al minino azul para asestarle un tornado de golpes fruto de su enfado.

—Estúpido gato. No vuelvas a hacer eso nunca más— dijo entre dientes, puesto que intentaba controlarse para no chillar y ser descubierto.

—Es que eres un ninja muy torpe y quería ayudarte. Mírate, ni siquiera vas vestido para la ocasión.

—¡Pero qué dices!— "shhh" siseó Lily recordándole dónde se encontraba, el azabache se tranquilizó un poco.— No estaba acosando a la enana, sólo quiero saber dónde va a ir con ese idiota. Y Levy no me gusta. Sólo.. sólo necesita protección. Es muy inocente fiándose de un desconocido, podría ser un enemigo.

El encuentro evitado (Próximamente en re-edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora