CAPÍTULO 24

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Las manos que lo arrastraron fuera del escenario, se posaron en sus hombros, volteandolo hacia el.


Sus ojos pudieron reconocer el rostro preocupado de ChanYeol.


- te encuentras bien?... - no contestó y sólo bajo la mirada, apenado - porque lloras?...


Tampoco contestó la pregunta y sólo se limitó a guardar silencio.


- si no quieres decirlo, no tienes, porque - no lo miro y bajo más la mirada, intentando en vano esconder las lagrimas visibles en sus mejillas - debes estar pasando un mal momento si lloras de esa forma...será mejor que vuelvas a casa.


Está vez, levanto la mirada con los ojos cristalizados.


- anda...ve - no se movió ni un centímetro cuando lo empujó un poco - si mañana también te sientes así...no vengas...será lo mejor para ti - acario sus mejillas, borrando los rastros de lágrimas.


- gracias ChanYeol... - pronunció inaudible.


- no hay de que... - acario por última vez su rostro y después lo soltó.


El rubio asintió hacia el, antes de girar sobre sus talones y bajar del escenario, dirigiéndose a los camerinos.


Después de haberse cambiado, salio de los vestidores y miro a Lay que estaba sentado frente a el.


- ya me voy... - este le sonrio amablemente, asintiendo.


- conduce con cuidado - le regaló una mirada reconfortante y el volvio a asentir.


Salió de la habitacion y después de los camerinos.


La gran ola de calor lo golpeó fuertemente, causando estremecimientos por todo su cuerpo. Respiro hondo, intentando no sofocarse por el poco oxigeno que tenia su atmosfera.


Camino con los pies temblorosos, dispuesto a salir de ese lugar. Su vista se encontró con un hombre mayor, que tomaba una bebida en la barra. Este lo miraba fijamente y por un momento sintio miedo sin embargo por alguna extraña razón le pareció conocido. Frunciendo el ceño salió del club, sintiéndose aliviado al ver que este no lo seguía.


Sus pies se dirigieron al estacionamiento directamente. La poca luz que iluminaban los faroles al camino cada vez era más apagada. Camino con rapidez hasta que a lo lejos, pudo divisar su auto.


Suspiro con una pequeña sonrisa y volvió a encaminarse hasta su auto.


Unas manos tomaron su brazo bruscamente, estampandolo en la pared con dureza. Abrió los ojos de la sorpresa y en menos de un segundo este le estaba atacando los labios.


Luchó contra los brazos ajenos y cuando por fin pudo reconocer el rostro del supuesto desconocido, con más desesperación intento soltarse.


Sehun tomo entre sus manos el cuello del rubio y lo obligó a acercarse más a el, Luhan sujetaba con fuerza sus brazos, apretando alrededor un poco.


Las mariposas y el molestoso latido de su corazón volvieron de nuevo y con más fuerza que la última vez. Su respiración era entrecortada y por poco se queda sin oxígeno, si no fuera porque empujó el rostro de Sehun lejos de el.


La separación de sus rostros, era por centímetros. Sus narices rozaban y el aliento del otro caia muy cerca de ellos.


Luhan fue el primero en moverse, tomando entre sus manos los brazos de Sehun, intentando separarlo de el. Sehun por su parte no se inmutaba con sus empujones y sólo se quedaba quieto en su lugar, como una estatua.


EXODUS - hunhanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora