c u a t r o

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«Revuelo»

Dentro del búnquer de Do Kyungsoo todo es un desastre; los aparatos rastrean incesantes el último comando de búsqueda que arrojó el teléfono de Sehun, los GPS están disparando señales dispersa e incongruentes al último lugar donde perdieron la señal de Sehun y Luhan. Kyungsoo tiene el ceño fruncido y la mirada perdida en la gran pantalla que marca puntos rojos en los cuatro puntos cardinales. Jongin a su lado, está hecho un desastre de dedos pulsando a diestra y siniestra para poder conectar una señal asertiva y poder dar con el paradero de los muchachos perdidos.

Kyungsoo está sereno pese a que toda su gente está moviéndose como loco alrededor de él y entre ellos incluye a Jongin, el moreno exasperado se mueve de aquí para allá dando órdenes y vocalizando patrones a su computadora que viaja con información a una velocidad impresionante sin concretar nada importante para la búsqueda.

Y a pesar de que Kyungsoo engalana la sala de computadores con su impoluta frivolidad y compostura, por dentro está lamentándose el haber dejado ir a los muchachos así como así exponiéndolos al peligro en manos de la cantidad de gente que está interesado en el Caso Pupa. Ha hecho todo lo posible por encontrar una solución, ha sido un egoísta dedicándose a la investigación de tiempo completo y tomando a esos chicos como sus conejos de indias pero ahora está preocupado porque son personas que como él, merecen vivir.

—¡Por qué mierda no está funcionando! —grita Jongin, su voz crepitando por encima de los cables y computadores del sitio—. Se supone que tiene que funcionar.

Kyungsoo rueda los ojos evitando mucho reírse del moreno que casi deja el alma pegado de las teclas del portátil que está manipulando; no es momento para risas pero Jongin parece un cachorro cuando no lo sacan a pasear, también parece perrito al que no le dieron su hueso preferido. Pero lejos de eso, está esforzándose por encontrar a Luhan y Sehun y Kyungsoo está enteramente agradecido porque él de computadoras no sabe absolutamente nada.

—¿Qué se supone que debe funcionar, Jongin? —pregunta porque simplemente está exasperado por la manera en que el chico está yendo y viviendo desesperado por el lugar.

—¡El rastreador que le inyecté a Sehun, no me está dando su localización exacta! —chilla terminando por golpear las teclas del computador y observar cómo el aparato se vuelve sólo una pantalla negra.

Kyungsoo mira a Jongin con la cara estoica y las cejas fruncidas, una expresión de «¿estás bromeando?» le viste el rostro. No puede ser que Jongin sea tan bruto, bueno, por algo Kyungsoo es el genio detrás de la ciencia en la organización mientras que él deja botado su sentido común por las computadoras.

—Jongin, ¿cómo le incrustas un rastreador a alguien que cambia de piel como cambia de bóxer? —comenta Kyungsoo maravillándose de la mueca que surca el rostro de Jongin una vez que sus propios cables de lógica se conectan.

Por supuesto, es obvio que el rastreador no la va a dar ni remotamente la ubicación de Sehun porque es un dispositivo que inyectó en el hace un mes, desde entonces la piel de Sehun ha perecido en los dientes de Luhan una y otra vez, así que de ese rastreador sólo queda el triste recuerdo.

Jongin se echa sobre la silla escándalosamente tirando sus cabellos y frustrándose, han pasado más de dos horas en ese dilema y mas allá de todo Kyungsoo sabe lo que siente; es desesperante no saber de ellos, y más cuando se sabe que corren mucho peligro. De nada sirve que Luhan se pueda defender y que Sehun sea intocable, en el fondo Kyungsoo sabe que el efecto Pupa está llegando a su final, y teme el segundo camino de esta historia. Para ambos.

Las mariposas rojas son un evento sobrenatural que aparece en años esporádicos en el Parque Gonghan. Sus tatarabuelos, abuelo, incluso su madre fueron testigos alternamente de este evento; la única diferencia ahora es que mientras sus antepasados sólo presenciaron a las mariposas descomponiendo el cuerpo de su huésped él ha vivido la primera experiencia en la que un huésped convive con la larva, y no sólo eso sino que "otorga" favores a más de un residente.

Eat Me, Drink Me → HunHanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora