Carta 12

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Querido, Andrés:

Eres la persona más especial de mi vida. La que siempre amare. El único motivo de haber nacido en este mundo cruel fue para conocerte.

Para recibir tu amor. Para sentir que eh vuelto a nacer. Par sentirme útil en este mundo. Para saber que también podía ser amado, por alguien, por esa persona especial que me adora y que me salvo de las garras de la soledad. Para sentir que tengo un motivo por el que estoy aquí.

Para que pueda llenarte de besos, carisias y abrazos, mi amor.

Sin embargo hoy desperté feliz, soñé contigo, pero este fue un sueño hermoso más que un sueño fue un recuerdo.

El recuerdo de cuando fuimos a la playa o ese día fue muy especial, no dejabas de sonreír y jugar con el agua. Te divertías, eras como todo un niño que por primera vez llevaban al mar, corrías de aquí para allá, ¿recuerdas en momento que me empujaste al mar, el agua salpicando por tu bello rostro conjugado con los rayos de sol? ¿Tu cabello mojado y desordenado? ¡Cómo olvidarlo, mi amor!

En ese momento no me importo nada, te jale hacia mí, tu cara de sorprendido era hermosa. Un hermoso y tierno beso en tus bellos labios. Abrasé tu cintura atrayéndola hacia mí y tú pasaste tus brazos por mi cuello.

Fue una sublime escena, el agua a la mitad de nuestros cuerpos fluyendo suavemente, acariciándonos; el atardecer a nuestras espaldas, tu cara sonrojada, tus labios moviéndose lentamente sobre los míos y yo queriendo más de aquel hermoso gesto. Más de aquel hermoso gesto, ansiaba el roce de tu piel con la mía y la electricidad que esta acción producía. Sentirte más íntimamente.

Lo que quería todo de ti. Lo quiero todo de ti. Quiero tu cuerpo. Tu respiración. Tu mirada. Tu voz diciendo que me amas. No sabes cómo extraño todo eso de ti. Cuando deseo volverme a ser uno contigo. Cuando quiero volver a ver tu cara sonrojada cuando hacíamos el amor. Tus sutiles gemidos.

¡OH, DIOS! ¡Soy un pervertido! Ahora de verdad empiezo a creer aquellas palabras que me decías burlándote.

Pero lo de nosotros no era un simple y llano acto sexual que hacíamos por placer, ¡NO! Lo de nosotros era amor, nuestro puro y sublime amor, soportamos los insultos de las personas intolerantes, luchamos contra la sociedad, enfrentamos a nuestros padres y estábamos juntos. Juntos porque nuestro amor era el glorioso sentimiento de sentir a alguien que le importas a tu lado, a alguien que siempre va a estar allí, sentirse querido, amado y protegido. Protegido con el escudo que esa persona pone para ti y tu pones para ella.

Andrés, todo eso yo sentía cuando te tenia a mi lado, estos meses sin ti son tan insertables, tan solitarios, tan vacíos y tan faltos de amor. De la protección que me brindabas.

En un tiempo me dijiste y repetías que yo solo estaba enamorado de una faceta tuya que alguien como yo nunca te iba a poder amar si sabía la verdad, pero yo te amé y te amo, con todos tus defectos con todos, tus problemas. Esos problemas que superamos juntos, y nos volvimos un libro abierto para el otro. No teníamos secretos, el sufrimiento se había esfumado. Todo eso eran malos recuerdos del pasado y ahora estoy tan solo.

Rodeado de personas y solo, completamente solo porque me falta tu amor.

Y ahora aunque tengo amigos no es lo mismo sin ti.

Atentamente, tu amor Stephan.


CARTAS PARA MI AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora