A happy ending

Capitulo 11

ALEX
- vale, creo que eso fue un poco incómodo
- ni me lo digas, casi me explota la cara de la pena
- me reí- si lo noto, estás más roja que un tomate
- oye! No seas así... Aunque, aún no me convences, creo que te quedaras sin desayuno
- sabes algo? No es mala idea, dame 5 min y nos vamos, te parece?
- ¿de qué idea me estás hablando?
- solo báñate... Pero, si quieres, ahorremos agua y nos bañamos juntos- le guiñe el ojo
- mm no, creo que iré primero- y salió corriendo

Tenía una pantaloneta y una camisa de tirantes blanca, se veía tan linda, no podía dejar de mirar lo hermosa que es... Mientras se arreglaba decidí quedarme a ver televisión, era un documental que me pareció muy interesante, todo iba bien hasta que la vi bajar las escaleras

- no puedo creer que te veas tan bien, hasta los pantalones te lucen
- mejor báñate, yo me quedaré viendo televisión
- no podemos esperar?
- mmmm no, ahora me dio mucha hambre
- está bien, tú mandas

Estaba con unos pantalones negros en donde se le veían muy bien las piernas y una blusa blanca suelta, su pelo le caía por los hombros y era en donde más linda la encontraba, cada vez me estoy dando cuenta de lo hermosa de es y de las pocas ganas que tengo de hacerle daño.

Al bajar, me di cuenta que no estaba, pensé que se había ido, pero estaba en el patio, viendo mi casa del árbol que construí cuando era un niño.

- le rodee la cintura- con que te gusta la arquitectura
- para nada, pero esto me trae recuerdos
- y de que?
- de nada, de cosas del pasado que es inevitable dejar en el olvido
- sabes que puedes confiar en mí, cierto? - no sé que esperaba al preguntarle eso
- la confianza es parte de un proceso
- y entonces?
- dame tiempo
- el que tú quieras preciosa, nos vamos? - le bese la mano

La conduje a la motocicleta y la lleve a Mc Donald's, quizás estaba siendo algo simple, pero es mi restaurante favorito y no me voy a perder un desayuno ahí sí tengo la oportunidad de comerlo.

- ¿me trajiste a Mc Donald's?
- ¿acaso no te gusta?
- no es que no me guste, pero si pudiera no comería aquí jamás - se rió
- oh vamos! No seas aburrida, te pediré algo que te guste, lo prometo
- si me enfermo, tendrás toda la culpa
- creo que puedo tener ese cargo de conciencia- le guiñe el ojo

La agarre de la mano y la lleve a la caja, ordenamos una clase de nuevo desayuno que estaban promocionando, pensé que no le iba a gustar, pero al parecer le encanto porque se dedicó a comer y creo que se llegó a olvidar de mi existencia por esos momentos.

Al salir de ahí, no sabía qué querría hacer, así que le pregunte
- y ahora, ¿qué se te ocurre?
- no lo sé, quizás quiero ir a leer un libro
- ¿me estás hablando en serio?
- ¿tengo cara de broma?
- no sé cómo te pueden gustar las bibliotecas, pero si quieres... Tus deseos son mis órdenes
- te divertirás, todo conmigo es diversión - se rió- y si no te gusta, haré todo lo que quieras
- ¿todo?
- todo.