Te odio (BillDip)

Capitulo 12

"Supongo que ahí comenzó todo, pino ¿no te parece? Lo que antes habíamos sido había pasado a un nivel que ninguno de los dos estábamos preparados: tú eras muy joven y yo...bueno solo digamos que solo era yo. Nuestra relación había vuelto, sin embargo seguía igual: cubierta entre la incertidumbre, verdades a medias que eran solo de mi parte. No podía contarte nada de lo que me pasaba, no ahora cuando todo parecía que iba tan bien. Pero tampoco es que todo se pueda ocultar, oh vaya que eso lo aprendí contigo"

—Vaya Bill después del pleito que tuviste con el jefe pensé que no volverías hasta dentro de una semana— la voz de Tom solo le traía dolor de cabeza, pero tampoco es que fuera a desquitar su ira por eso. Después de todo ahora ni siquiera tenía muchos motivos para enojarse.

—Eso no te interesa Tom, además quiero ganar unos dólares más antes de mi retiro— dijo fingiendo dolor de espalda o eso al menos pensaba su amigo. Era un milagro poder caminar ese día— volví con Dipper.

—Ni que fueras...espera ¿Qué?— pregunto incrédulo, siempre había pensado que ese chico estaba teniendo algo con Wirt o eso al menos daba entender Marco cuando hablaban—Bill, no quiero sonar grosero pero te he dicho demasiadas veces que si te quieres drogar está bien siempre que no sea aquí.

—Ja, muy gracioso— rio cínico — pues es la verdad, ayer volvimos.

—Pues — se acercó a él, no, no estaba intoxicado, pero con Bill a veces eso no era un motivo para que dijera incoherencias— me alegro por ti, todo este tiempo parecía que estabas en la depresión— señalo— además no me agrada para nada ese tonto de Wirt, se nota a lenguas la mosca muerta que es— bufo cruzándose de brazos— será divertido ver su rostro cuando lo sepa— sonrió malicioso y Bill entendió porque eran tan buenos amigos.

—Yo también quiero ver eso, bueno tengo trabajo que hacer ¿Quieres fumar un poco de yerba cuando salgamos?

—Por supuesto, estaría bien para quitar el estrés— contesto antes de irse a su trabajo. El no lo detuvo tenía que hacer lo mismo.

Sin embargo no duro mucho cuando Jack le llamaba. A su oficina de inmediato. No pudo evitar sentir un escalofrió mientras iba lentamente a ese lugar. Ya había tomado suficiente con el día de ayer como para aguantarlo. Tal vez la idea de ausentarse una semana estaba bien.

Sin siquiera avisar entro aquella amplia e innecesariamente lujosa oficina. Jack no estaba solo, también estaba Wirt que al verlo hizo una mueca como si algo adentro estuviera murieron y su hedor ocupara todo. El gesto fue bien correspondido cabe agregar.

—Vayamos al grano ¿quieres?— pregunto, bueno al menos no se lo cogería, tal vez. La idea del trio cruzo en su mente como algo asqueroso.

—Bien tampoco quería hacerlo— dijo el azabache— estas despedido, antes de que acabe el día te quiero fuera de aquí.

Bill no dijo nada, de hecho ni siquiera pudo hacerlo. Oh vaya que estaba feliz por la noticia pero tampoco quería expresarlo. Wirt por otra parte estaba feliz, complacido o eso es lo que vio. Bien, que disfrute, él también lo haría.

"Me sentía libre cuando me despidieron, tu pensaste que estaba enloqueciendo pero no te culpo por no saber la versión completa de la historia. Ya no lo soportaba, ya no soportaba los acosos, los golpes, las humillaciones. Que me despidiera simplemente me daba libertad. Podía hacer lo que quisiera. Es una lástima que no entendiéramos el concepto igual"

—Vamos Tom, tampoco te enojes conmigo— hablaba Bill por el celular mientras veía en la cama de Dipper las pastilla que había comprado con parte de la liquidación que le habían dado. Redondas, ovuladas y de varios colores, las metanfetaminas parecían como dulces. Él quería dulces ahora que estaba solo— pues no sé qué harás con esa mierda, supongo que drogarte con tu novio....no es mi culpa que sea un mojigato...bueno nos podemos ver mañana cuando salgas y armamos mi salida oficial, si será demasiado divertido...vale, nos vemos — se despidió antes de tomar el caso con agua que había tomado de la cocina para empezar a ingerir las pastillas. Vaya que se divertiría ese día.

"Me pregunto cuanto me odiaste ese día, Dipper. Cuanto odiaste verme hecho un desastre en tu habitación, como es que yo mismo me mandaba a la mierda. Como acabe tan mal cuando lo que quería era justamente lo contrario"

Dipper y Mabel habían llegado a su casa bastante noche pues se habían quedado en casa de Pacifica. Para Mabel había estado demasiado bien, sin embargo para Dipper eso era otra historia; no era nada agradable verlas besarse.

Suspiro un poco mientras entraban a la casa que estaba a oscuras. Al menos después estaría con Bill. Eso era bueno. Ya no le importaba lo demás incluso que sus padres no estuvieran.

—Me iré a dar un baño, diviértete con tu novio— dijo su gemela antes de irse al baño como había dicho.

No respondió solo se quedó ahí con las mejillas rojas. Su novio, era de nuevo su novio. Eso le hacía sentir muy bien. Subió rápido a su habitación, no tardaba mucho en llegar y quería descansar un poco.

—Bill— susurro atónito tras abrir la puerta.

La habitación era un total desastre y Bill estaba brincando sobre la cama como si fuera un niño pequeño. Tarareaba una canción que no reconocía y parecía que ni siquiera se daba cuenta que estaba.

— ¡Bill!— grito molesto viendo que al fin había captado su atención.

El rubio paro de brincar para ver al castaño con una sonrisa boba. Estaba completamente drogado.

—Oh pino has llegado, que alegría verte, ven he empezado una fiesta aquí. Ven, lo único que falta en mi fiesta es a mi amado novio— se bajó de la cama para acercarse al chico que le miraba con el ceño fruncido— ¿No quieres estar conmigo, amor? Prometo ser sumiso en la cama esta noche— le tomo de las muñecas con fuerza para acercarlo a él.

— ¿Por qué, Bill?— pregunto sin ofrecer resistencia. Vale, estaba molesto pero también estaba preocupado ¿era la primera vez que lo hacía o siempre había sido así?

— ¿Qué, pino?— pregunto mientras lo arrastraba a la cama.

—Joder ¿Por qué te drogas?— pregunto soltándose.

—Tú también me odias ¿verdad?— pregunto de la nada y de repente aquella bonita pero tonta sonrisa se esfumo. Ahora estaba enojado.

— ¿Qué? Bill ni siquiera he dicho...

—Todos lo hacen, tú también lo hace, joder ¿Por qué lo haces?— pregunto hosco mientras se alejaba buscando algún método de escape.

—Bill, me estas asustando...— trataba de acercase pero ahora parecía que Bill no quería nada.

— ¡Cállate! ¡Cállense! ¡Quiero estar solo!— empezó a gritar mientras caía en la cama para abrazarse a sí mismo, ocultando su rostro.

—Déjame ayudarte— dijo viendo que ahora no replicaba— Bill, dime algo— se acercó al rubio que no parecía ni inmutarse— por favor— su voz se quebraba. Para empezar a moverlo.

El pánico le invadió cuando se dio cuenta que Bill no estaba respirando.

Continuara.

Holas, bueno ¿Qué les puedo decir? Estoy demasiado emocionado que este fic este nominado a los premiosgravity2016. Muchas gracias.

Sé que les mata que continúe pero ya verán mañana, ustedes me motivan

Los quiero.

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