"Después de aquella discusión, de ver que mis intentos en vanos en tenerte a mi lado habían sido solo un vil fracaso pensé que nuestros caminos se habían separado y que tomarían distintas rutas; después de todo no nos volvimos a ver en un año entero. Mucho tiempo en realidad, o por lo menos eso está bajo mi punto de vista, no sé lo que tú pienses.
Sé que jamás te conté lo que pase en ese año sin ti, pero tampoco es que sea algo tan sorprendente: mi vida a veces parecía como un show, y no uno bueno sino como el de película del show de Truman: despierto, todos en sus posiciones para empezar la misma rutina de todo el día, sin mucho que repetir, sin mucho que alterar. Todo jodidamente exacto al día anterior que da un poco de miedo" sinceramente, cortar lo que paso sería solo un desperdicio de papel y tinta.
Aunque debo de aclarar que no supiste nada de mi yo, en cambio, si lo sabía de ti. No creas que era un acosador- al menos durante el primer mes de nuestra ruptura lo era, pero solo un poco- sino que simplemente no te ibas del todo en mi vida. Escuchaba el odioso de Wirt- que para mi desgracia había pasado a un idiota más que trabaja conmigo a un parasito involuntario- hablar de ti. Escuchaba los grandes logros que tenías en la escuela a pesar de los acosos que sufrías ¿Hubiera podido haber hecho algo al respecto? No creo que pudiera hacer una maldita mierda, oh ahora lo veo claramente. O realmente no, últimamente he tenido bastante sueño y creo que esto esta licuando mi cerebro. Apuesto a que has sufrido solo un poco de eso. Solo me quedo en claro que tú y ese idiota en esos momentos eran amigos muy cercanos. No son celos.
Las cosas no salían tan bien para los dos ¿no te parece? Pero supongo que todo estaba bien dentro de los malditos parámetros de la normalidad. Que gracioso que siempre para mí eso no parecía encajar en mi"
Resguardado de la ligera nevada de una noche de Diciembre, Bill Cipher se encontraba en un bar de mala muerte cuyo olor extraño- una mezcla de orines, alcoholes de diversos naturaleza, sudor, y otros luidos- inundaba sus fosas nasales.
No tenía que estar ahí, pensaba mientras se tomaba otra copa de vodka. No, pero ahí estaba, tomando alrededor de extraños que simplemente ignoraban su presencia y el, como buen hombre no tan acostumbrado a frecuentar ese tipo de sitios solo hacía lo mismo. Suspiro pesadamente para apoyar su barbilla en aquella mesa. Había optado por sentarse en una de las mesas apartadas que en lugar de la barra como acostumbraban hacer los alcohólicos solitarios. Quería algo de privacidad y por ahora le estaba funcionando bien.
—Me duele una mierda la cabeza— susurro cansado mirando el vaso de cristal completamente vacío ¿Cuántos llevaba ahora? ¿Seis? ¿Ocho? Ya había perdido la cuenta.
De pronto aquella idea de quedarse en un bar y llenarse de alcohol a tal punto de tener un coma etílico no sonaba tan bien. Quería irse a casa. Si tan solo tuviera casa. Resoplo recordando la pelea que sostenía casi siempre con su hermano. Sobre su irresponsabilidad, sobre su carácter, sobre los sobres de heroína que había encontrado en su habitación. Esa discusión bien podría ser como las de siempre, sin embargo cuando Phil había mencionado que lo "mejor" para él era que estuviera en una clínica de rehabilitación, las cosas cambiaron sus rumbos. Simplemente tomo sus cosas, las guardo en una maleta y se largó.
No hubiera sido escandaloso sino fuera por su amiga que le pidió que se quedara, que aunque mi hermano fuera tan frio solo lo hacía porque me quería. Oh no, él lo hacía solo para joderme la vida. Yo no era un jodido adicto que incluso estaría dispuestos a cortarse un brazo solo por una grapa de cocaína de segunda mano- no necesitaba ir a ese estúpido lugar donde cómodamente e puede hundir en tu propia mierda.
Ahora estaba desamparado. Solo y ebrio. Y con unas increíbles ganas de drogarse. Cualquiera de esas porquería estaba bien, incluso inhalara pegamento- una de las primeras que había experimentado, cuando tenía 11 años para ser exactos- era más que suficiente para él.
Tal vez lo haría así que lentamente se levantó de su asiento y sacando un par de billetes se acercó para pagar la bebida. Espero a que le dieran su cambio y salió con esa maleta negra a la intemperie.
No habían muchas personas y las pocas personas que estaban estaba cubiertas en abrigos y chamarras, a diferencia que él que solo estaba en una camisa negra de mangas largas. Sin tardarse demasiado saco un abrigo color amarillo y se lo puso. Muchas veces había escuchado quejas de esa prensa, que era asquerosamente fea, pero la amaba.
Se tomó su tiempo para ponérsela que no pudo ver el momento en que Dipper se había acercado a él.
—Bill ¿Eres tú?— pregunto el castaño viendo al rubio. Se veía un poco más delgado, con la piel más pálida- exceptuando sus mejillas que estaban de un color rojo, producto del alcohol.
— ¿Pino?— pregunto. Al igual que el castaño se puso a ver al contrario. Había cambiado y eso que solo había pasado un año. Era más alto incluso estaban casi de la misma estatura. Sus facciones aniñadas se estaban desaviniendo y se veía un poco más masculino. La adolescencia le estaba ayudando bastante— Parece que la vida te ha tratado bien.
—Me gustaría decirte lo mismo ¿Qué haces aquí?— pregunto mientras ponía sus manos en sus bolsillos.
—Supongo que lo que uno siempre vive en Diciembre: te peleas con tu familia, huyes de tu casa y tomas demasiado, si, justamente eso siempre pasa cada año.
Dipper se queda callado y Bill no parece querer algo más. Por un momento el rubio siente la imperiosa necesidad de decir que estaban en un incómodo silencio, pero era mejor abstenerse. Le pareció estúpido en el último momento.
— ¿Tienes donde quedarte?— pregunto el castaño.
—Nop— negó haciendo un énfasis exagerado en la p al final mientras una sonrisa tonta decoraba su rostro— pero me buscare un hotel donde pasa mientras tanto.
—Te puedes quedar en mi casa—interrumpió— al menos esta noche, digo estas ebrio, te podría pasar algo y no me quiero sentir responsable de eso.
—Oh Dipper, a los ex novios no se les hace favores, por lo general se les señala con el dedo de en medio y se siente satisfacción verlos caer en la miseria— comento con sarcasmo pensando como seria si Dipper hubiera dicho lo que habría dicho. Seria horrible, mejor no pensarlo.
—Pero podemos ser amigos, tonto— esa palabra dolía aún más que el desprecio más descarado.
—Bien, abusare de tu amabilidad.
—No lo digas así, suena terrible— resoplo esperando a que fuera con él. Solo fue cuestión de que Bill tomara su maleta.
"Oh Dipper, hubiera preferido que te burlaras de mi a pesar de todo, pero fuimos tan, pero tan estúpidos..."
Continuara.
Bueno, planeaba hacer este capitulo más largo y con lemmon pero me siento que me lleva la chingada y pues como no soy feliz, ustedes tampoco lo serán (¿?)
Voten que el próximo si habrá salseo- por fin-h��UDgS�
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Te odio (BillDip)
FanfictionYo, Bill Cipher, en pleno uso de mis facultades mentales, declaro en esta misma carta mi odio hacía ti, Dipper Pines. Advertencias: Este fic puede tocar temas que no sean cómodos para todo el mundo, se pide discreción.