Bien, bienvenidos sean al penúltimo capítulo.
Quiero anunciar que no me iré, es difícil deshacerme de mi, por lo tanto me verán aquí incluso si tengo que publicar 100 historias.
Espero que sea de su agrado.
"¿Por qué no podía simplemente morir, Dipper? A ti no te hubiera molestado para nada, entonces ¿Por qué demonios no me dejaban morir? Como desprecie a tu hermana a pesar de sus buenas intenciones, como siempre..."
Mabel respiraba agitadamente con el rubio debajo de ella. Si se hubiera tardado solo unos segundos el estaría muerto, si ella no hubiera pasado por ahí simplemente él se hubiera suicidado. Ella no podía permitir eso.
—Suéltame— se quejó el rubio sintiendo aun la opresión que ejercía la chica sobre él— Mabel...
—No, vas a intentarlo de nuevo y no voy aceptar eso— se negaba, terca como siempre mientras lo abrazaba con todas sus fuerzas— no quiero que te mates.
—Es mi decisión, no puedes interferir en esto— dijo tratando de sonar lo más seguro que podía sonar en esos momentos. Sin embargo sintió que se quebraría en esos momentos.
—Que no— se negó. Entendía que las cosas entre él y sus hermanos no iban nada bien, incluso sabia las infidelidades que hacia Dipper pero tampoco era que saltara de un puente— por favor hazme caso, no tienes que matarte.
—Oh Mabel, yo ya estoy muerto— sonrió amargo dejando de forcejear. No tenía caso pelear ni nada, el puente había dejado de ser una opción.
—No, tu no...
—Tengo Sida, Mabel y posiblemente Dipper también, no tiene caso que viva— dijo para ver como Mabel se levantó de golpe. Por un momento pensó que lo insultaría, que le echaría la culpa de todo, como todos. Pero ella no lo haría.
— ¿Quieres un café? Puedes contarme todo con calma que encima de un puente— tendió su mano. No dudo en tomarla. Después de todo tenía que desahogarse.
"No le eches la culpa a Mabel por no contarte nada, después de todo en aquella cafetería le pedí que jamás te dijera nada a cambio ella me dijo que te confrontara, que te contara todo lo que pasaba. Yo quería cumplir mi parte, pero tenía miedo y tampoco me dejaste terminar..."
— ¿Dónde estaban los dos?— pregunto Dipper mientras estaba en la sala viendo un programa. Hacía poco que Wirt se había ido, sin embargo quería aparentar que solo estaba esperando. Tanto Bill como Mabel fingieron que le creían.
—Unas cosas— dijo Mabel— tengo un proyecto para la universidad, nos vemos — se despido haciendo un pequeño gesto para Bill antes de que desapareciera de sus vistas.
Bill trago saliva para irse al sofá donde estaba Dipper, prácticamente ignorando su presencia. Un nudo en la garganta le impidió hablar. Se suponía que él era el bastardo, se suponía que él causaba el daño, el vago entonces ¿Por qué sentía ese dolor?
—Dipper, tengo que hablar contigo— dijo apenas ¿Dónde estaba su seguridad en sí mismo? Antes era la viva imagen del egocentrismo ¿dónde estaba ahora que más lo necesitaba? Como necesitaba al menos una de sus jodidas pastillas ahora.
— ¿Qué?— pregunto.
El rubio frunció el ceño bastante molesto, y en ese momento lo odio. Se suponía que lo ayudaría, se suponía que estaría a su lado en estos momentos que lo necesitaba pero ahora lo ignoraba, lo echaba a un lado como un juguete viejo. Ahora tenía a Wirt, a ese bastardo infeliz. Bien, había pensado decirlo con tacto, pero a la mierda con eso.
—Tengo sida.
"Recuerdo tu rostro cuando te dije esa simple oración; creo que si incluso hubiera tenido la oportunidad de tomarte una fotografía lo hubiera hecho sin pensarlo un segundo. Estabas helado, igual que yo cuando me entere de esa noticia. Después me acuerdo que me golpeaste. No te culpo de eso, en tu situación hubiera hecho lo mismo y después saliste. En ese momento no lo sabía pero había ido al médico ¿no? Sí, estoy seguro de eso..."
Dipper estaba en aquella sala de paredes blancas llenas de anuncios de diversas enfermedades. Sentando y jugando con sus manos de forma nerviosa, la espera lo estaba matando. Maldecía tanto a Bill en ese momento ¿Cómo es que tenía Sida? El muy maldito había tenido relaciones sexuales con otro, está seguro. Y también estaba seguro que estaba contagiado.
Bueno, eso en parte disminuía la culpa de engañarlo con Wirt. No habían llegado a nada sexual, todavía no había llegado a ese grado de descaro, y en eso estaba aliviado, no quería llevarlo con él a esa enfermedad.
Había pasado los análisis, se suponía que ese laboratorio era de los más rápidos y tras un par de horas los resultados estaban listos. Entro aquella habitación para escuchar el monocorde tono del médico anunciándole que tenía el virus del VIH.
"Me acuerdo de esa noche, Dipper. Me acuerdo perfectamente de todo y quisiera olvidarme de eso, oh no sabes cómo lo deseo, aunque bueno eso explicaría porque te odio"
—Estoy bien Mabel— dijo mientras la castaña en la cocina trataba de ver el ojo morado que tenía a causa del golpe. Estaba algo hinchado pero tampoco era tan grave.
—Claro que no— negó mientras le ponía un pedazo de carne frio en su cara. Bill sintió asco en ese momento— no debió hacer eso.
—No me dejo explicar— reprocho— después de todo no creo que me haya hecho mucho caso— suspiro cansado.
—Solo está asustado, tal vez después puedan hablar después— dijo segura para escuchar como abrían la puerta— como espero que sea Dipper— dijo dejándolo con el pedazo de carne el cual quito.
Se quedó esperando a Mabel, sin embargo ella no llego si no Dipper. Se veía molesto y tenía los ojos rojos a causa de las lágrimas.
—Dipper...
—Vete ahora de mi casa, maldito— dijo el castaño para tomarlo del brazo. Ahora que estaba más grande lo hacía más fácil.
—Déjame explicarte.
—No tienes que explicarme nada— dijo para jalarlo a su habitación. Vio a Mabel cuando estaban en la planta de arriba. Se veía claramente que quería intervenir pero el simplemente lo negó. Eran cosas de los dos.
—Dipper, yo no tengo la culpa— soltó cuando apenas lo habían soltado.
—Por favor Bill, no me quieres ver la cara de imbécil que ni tú te crees eso ¿con cuántos te has acostado?
— ¿Disculpa?— pregunto molesto.
—Si ¿con cuántos te revolcaste? Apuesto que con muchos.
Bill no respondió nada y no tardó mucho en hacer su maleta con algunas prendas. Dipper no lo detuvo en ningún momento. Antes de irse de la habitación le vio. Sentía unas enormes ganas de llorar pero no le permitirá verle llorar.
—Jamás te engañe, Dipper pero tú si lo hiciste ¿con que cara me puedes decir eso? No sabes lo mucho que te odio— y tras hacerle una seña con el dedo de en medio abandono la casa.
Continuara.
Bueno, menti habrá un capitulo mas, no medi bien las cosas TnT
¿Qué les parecio?
,i@QZ3
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Te odio (BillDip)
FanfictionYo, Bill Cipher, en pleno uso de mis facultades mentales, declaro en esta misma carta mi odio hacía ti, Dipper Pines. Advertencias: Este fic puede tocar temas que no sean cómodos para todo el mundo, se pide discreción.