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—¿Podrías darte prisa con esos platos?— Me apresuré a preguntar.

—Relax,— Meredith se ríe, entregándome la pila de platos.

Nerviosamente los tomo y empiezo a colocarlos sobre la mesa. Meredith me sigue, colocando los utensilios de plata a cada lado de los platos. Agarro las servilletas y empiezo a doblar ordenadamente cuando Meredith camina alrededor de la mesa, colocando las copas de vino. Comenzamos a cargar cuidadosamente cada plato con comida, para luego llenar las copas con el burbujeante vino que nos proporcionaron. Nos alejamos y Meredith empuja mi brazo de repente.

—¿Por qué estás tan nerviosa?—

—¿Yo? ¿Nerviosa? No.— Miento, mordiendo el interior de mi mejilla.

El rey se acerca a la gran mesa, sujetando la mano de su esposa, llevándola hasta la silla a su lado. Ella con mucho gusto se sienta y todo el mundo la imita, llenando cada asiento. El príncipe Zayn, sorprendentemente llega un poquito tarde. El botón de su cuello estaba desabrochado y su cabello levemente despeinado.

—Hijo,— el rey advierte.

—Lo siento.— El príncipe responde, tomando asiento junto a su hermana.

—Hoy estamos aquí para honrar a Zayn. Recuerdo la primera celebración. Era tan pequeño y-—

—Olía horrible,— termina Waliyha. Toda la mesa estalla en carcajadas. Me muerdo el labio para sofocar mi risa, mientras que Zayn mira vergonzosamente hacia otro lado.

—De todas formas,— el rey continua. —Hagamos un brindis, por Zayn.—

Me vuelvo para ver a Meredith llenar parcialmente dos copas con champán.

—¿Que estas ha-—

—Brindar también,— ella sonríe. —Bébelo todo.—

Todos ellos levantan su copa y repiten al unísono «por Zayn». Toman un trago mientras Meredith y yo tintineamos nuestras copas y bebemos del champán. El rey finalmente se sienta, indicando a los invitados que pueden empezar a comer.

—¿Terminamos?—

—No del todo, todavía tenemos que trabajar en reponer copas y el postre.—

Suspiro, tirando del cuello de la camisa de vestir. —Mataría por cambiarme a mi vestido ahora mismo,— agrego.

Los invitados siguen charlando entre ellos mientras se encargan de dejar limpios sus platos.

—En realidad estoy muy hambrienta,— dice Meredith.

—Ya casi terminamos, además, estoy segura de que conseguiremos algo después de haber terminado.—

Minutos después, la gente ha comenzado finalmente a empezado a dejar de lado sus platos vacíos.

—Ve y recarga los vasos con agua. Voy a empezar a dividir el pastel.—

Asiento con la cabeza ligeramente, teniendo firmemente la jarra llena de agua. Con cautela, fui caminando al rededor de la mesa, llenando sus vasos con agua. Llego a la sección de la mesa donde se encuentra El príncipe Zayn y Harry, el cual me reconoció.

—Clarissa,— susurró mientras lleno el vaso. —¿Me podrías conseguir algunos bocadillos como los que anteriormente me serviste?—

Yo sonrío. —Estoy segura de que hay algunos por allí. Me aseguraré de encontrar algunos para ti.—

Pompous | español.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora