Capítulo 17.

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Un nuevo espacio había sido ocupado al lado izquierdo de Mikaela ya que en el derecho reposaba el pequeño Anthony jugando con sus zapatos y murmurando lo bonitos que eran los colores de este mismo calzado ocasionando que el corazón de Yuu se estrujara de lo tierno que era.

—¿Me lo puedo llevar? —Señaló al niño, parecía decidido.

—Ni lo intentes —Sonrió el rubio llevando una mano al hombro de su hermano_, pero te puedo presentar —Aclaró su garganta ganando la mirada de Zorash.

—No es necesario, yo puedo solo -Se puso de pie y se inclino en forma de saludo—. Soy Yuichiro Hyakuya, hermano de Mika y soy un soldado del ejército imperial japonés, gustó en conocerlos y gracias por cuidar de mi hermano.

Los otros no tardaron en responder en un tono amable, incluida Zorash que después de la llegada inesperada de Mikaela ya le daba igual, además de que Yuu le inspiró más confianza que la primera impresión que le dio el rubio hace unos días.

—Soy Zorash.

Sonrió sin mostrar los dientes en dirección al azabache, este respondió con el mismo gesto, incomodando al más alto.

—Es un verdadero gusto volver a ver a mi hermano y en tan buen ambiente —Apoyo su brazo en el hombro del mencionado—, se ve que encontró una familia.

Ante lo último él se puso rígido, familia eran palabras muy fuertes que resonaban en su cabeza, no respondió aquello, prefirió quedarse quieto y pasar desapercibido.

Pasado unos minutos vio a Zorash hablando Alex entre susurro para poco después levantarse con rumbo a la biblioteca, supuso que tocarían el pequeño escape de la menor.

—¿No es así, Mika?

Al escuchar al chico a su lado lo vio confundido, no estaba prestando atención.

—¿Lo ven?, es más distraído que yo.

Comprendiendo negó con la cabeza poco convencido introduciéndose a la plática.

—Mikaela salió a buscarte.

—Ya dije que lo siento.

—¿Por qué lo hiciste? —Paso a sentarse en el escritorio de madera—, no es propio de ti actuar de esa forma.

—Estoy algo desesperada.

—¿Del encierro? —Cuestionó ladendo la cabeza.

—De todo, Zorash no tenemos idea si nuestros padres están vivos o sí volveremos a ser como antes.

Sonaba ansiosa y asustada, ahí fue donde la mayor comprendió lo que sucedía. Llamó una vez el nombre de su amiga captando su atención y le sonrió, no es un gesto que acostumbre a hacer, pero si puede animarla haría eso y más.

—Te entiendo, es frustrante.

—No estoy lista para aceptar que ellos...

—Shh..., nadie lo está —Se acercó a abrazarla en un intento de brindarle el consuelo que debió darle desde un principio, siendo correspondida de inmediato—. Tranquila, si están vivos en algún momento se encontrarán y si no es así tendrás que dejarlos ir, dolerá, por supuesto que lo hará.

Mi Criatura. |Mikaela Hyakuya. [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora