Nos encontramos un zorro que habla

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Cuando entramos en la estación de Tokio un revisor se nos acercó y nos preguntó.

- ¿Qué hacen unos chavales de instituto aquí?.

- Pues acabamos de salir de un asesinato múltiple porque se nos complicó el atraco a mono armada en el banco central - dije mientras el me miraba con cara de sorpresa - no, es coña, habíamos quedado con unos amigos de la escuela para pasar las vacaciones de verano.

- Vale, vale - él dijo asintiendo ante la pequeña broma que le había dicho - procurad no molestar al resto de pasajeros.

- Sí de acuerdo - dijo Alex con cara de buena chica y cuando se alejó - ¿por qué kintamas (testículos en japones) has dicho eso?

- A sido divertido ¿no? - dije mientras me encogía de hombros.

- Puede que tenga gracia pero no tenemos que llamar la atención - dijo Alex mientras me daba un puñetazo en el hombro - no lo vuelvas a hacer o te electrocutare.

- Vale - dijo Michael intentando calmar el ambiente - tenemos que comprar los billetes para el tren, Aru ve a comprar los billetes.

Asentí y fui a la ventanilla y tuve que esperar un poco ya que había tres personas delante de mí.

- Tres billetes para Izumo por favor - dije a la chica de la ventanilla.

- No quedan viajes directos a Izumo - me dijo la muchacha - pero podríais hacer transbordo.

- ¿En donde? - pregunté.

- Seria de Tokio a Fuji, de Fuji a Shizuoka, de Shizuoka a Okazaki, de Okazuki a Nagoya, de Nagoya a Osaka, de Osaka a Sayo, de Sayo a Tsuyama, de Tsuyama a Hoki y de Hoki a Izumo - ella terminó y me miró.

- ¿Nueve? - pregunté con asombro y ella asintió - y todo eso ¿a cuanto saldría?.

- Para los semidioses en misiones les sale gratis el viaje - ella me sonrió - aquí tienes joven héroe.

- Gracias - dije y me fui con mis compañeros.

A lo lejos pude divisar a Michael y Alex hablando y a Alex golpeando en el hombro a Michael.

- ¿De que habláis? - dije cuando los alcance.

- De nada - me dijo Alex - ¿tienes los billetes?.

- Sí - dije sacando los billetes - pero tenemos que hacer nueve transbordos de tren.

- Bueno - dijo Michael - esperemos que no nos interrumpan los monstruos o demonios.

- ¿A que hora sale nuestros primer tren a Fuji? - preguntó Alex.

- A media noche - anuncié.

- Eso es dentro de tres minutos - dijo Michael mirando el reloj en la pared - deprisa.

Llegamos por los pelos al tren cogimos el tren y pudimos dormir un poco. A las dos de la mañana llegamos a la estación de Fuji y el próximo tren no salia hasta las cinco de la mañana y decidimos dar una vuelta por el campo.

- y ¿De que estabais hablando Alex y tú? - pregunté a Michael.

- Es que no lo puedo decir - me dijo - lo prometí por los siete anillos del yomi.

- Bueno vale - dije dejando el tema - ¿por qué no me cuentas algo de ti?.

- Mi madre es de Colombia pero me crié en Hawai - él dijo - llegué al campamento cuando tenia nueve años y nunca he ido de misión.

- ¿Vives con tu madre? - pregunté con cuidado.

- No, ella vive con su marido en Honolulu - él explicó - yo vivo en un pequeño apartamento en Ueno, bueno cuéntame tu algo de ti.

- Vale soy español nací en Madrid y cuando murió mi padre me fui con una familia de acogida a Estados Unidos donde conocí a la familia Jackson - dije mirando con aire melancólico - luego me fui por un puto cerdo y volví a España donde me acogió una familia que aparentaba ser una buena familia pero no fue así, tras el primer mes el padre empezó a maltratar a la madre, hasta que un día el llegó a casa borracho y.

- Sí no quieres contarlo no pasa nada - Michael me dijo.

- No Tori-nee me dijo que hablar de ella me ayudaría a superarlo - dije - cuando llegó el "hombre" estaba borracho y cogió un cuchillo y apuñalo a la mujer en el pecho y después vino a por mi, en ese entonces tenia diez años, yo me defendí de él, conseguí arrebatarle el cuchillo y le corte en el cuello seguido de una puñalada en el pecho, después llamé a la policía y después de todo esto Tori-nee se hizo cargo de mi y ya sabes el resto.

- ¿De que hablabais? - dijo Alex.

- De la infancia de Aru - dijo Michael.

- O cuenta cuenta - dijo con entusiasmo pero cuando terminé de contarle la historia me miro y dijo mientras me abrazaba - lo siento.

- No pasa nada - le contesté.

- Has pasado por mucho joven Aru - dijo una voz.

- ¿Quien anda ahí? - preguntó Michael cogiendo su katana.

- Tranquilidad - dijo un zorro que apareció de entre la hierva - soy Inari la diosa de los zorros, he venido para apoyar a Aru a conseguir ese documento y si hay guerra estaré de tu lado -la diosa tomo forma humana, ella era del mismo tamaño de Alex ojos de color marrón, pelo naranja y cola y orejas de zorro del mismo color que su pelo - también estaré de tu lado si quieres otras cosas - dijo mientras se acercaba a mi.

- ¿Qué tipo de ayuda puedes dar? - dijo Alex.

- Sé como mover el canto rodado que bloquea la entrada al yomi - ella dijo - pero no diré nada hasta que no hagamos un pacto, haber que no es por ser arrogante si no por protección, aquí viven muchos demonios de los cuales muchos son muy agresivos, ¿no los notas?.

- Tienes razón desde que llegué aquí he notado una pequeña presión en el pecho - le dije a la diosa.

- Eso es la fuerza del alma de los demonios, la usan para espantar a otros demonios o imponerse a otro y dado que tu eres hijo de Izanami tu también posees esa habilidad aparte te puedo enseñar a usarla así que ¿me protegerías? - yo asentí - genial vamos.

Ella cogio mi cabeza con ambas manos y junto su frente con la mía.

- Ya está hecho y ahora marchaos son casi las cinco menos diez - ella me dijo.

-Vale y gracias señorita Inari ya nos veremos - me despedí y salimos corriendo hacia la estación de tren para ir ha Shizuoka.

El Niño ProhibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora