Descubro mi paraíso

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Cuando pasé por el tori note como si hubiese viajado en el tiempo, las casas eran mansiones tradicionales japonesas de distintos colores.

Michael me llevó a una casa que era enorme, es cinco veces más grande que mi casa ( una casa tradicional japonesa que tiene un patio dentro ), tiene cinco plantas de altura, los muros mas altos son de color blanco y la parte más eran de piedra.

-Esto es el edificio central - me dijo Michael - tenemos que hablar con los señores del campamento.

-¿Señores del campamento? - yo pregunté.

- Son dos semidioses - explicó Michael - un chico y una chica, se llaman Ivar Manson procedente de Rusia y Natalia Sanchez procedente de España, como tu.

Cuando entramos en la casa vi un montón de puertas correderas.

- Sigueme - me dijo él.

Le seguí por un pasillo con vistas a un bosque donde estabas unos semidioses saltando por las ramas de los árboles, destacaba una chica de pelo rubio corto de punta y ojos azules eléctrico que llevaba puesto un pantalón corto de deporte y una camiseta amarilla con un tori morado en la parte superior izquierda que ponía debajo "campamento Sengoku" del mismo color que el tori.

- Si miras más de un minuto es acoso tío - me dijo Michael con una sonrisa burlona en su cara.

- Miraba los árboles - dije rápidamente.

- Si claro.

Seguimos caminando hasta llegar a una habitación con puertas normales grandes de color rojo con detalles dorados.

- Aquí es - dijo Michael - cuando saludes inclina la cabeza hasta que ellos te devuelvan el saludo - él me dijo y yo asentí.

- Buenas tardes señores - Michael mientras agachaba la cabeza mientras yo le imitaba.

- Buenas tarde Michael - dijo él chico mientras nos devolvían el saludo, él es de pelo rubio pálido que le llagaba por los hombros, con ojos verdes y cabeza alargado, tiene la tez blanquecina, llevá puesto la misma camiseta que la chica que vi antes y unos pantalones vaqueros azul oscuro - Soy Ivar señor del campamento e hijo de Fujin dios de los vientos.

- Yo soy Natalia - dijo la chica que lleva puesto la misma camiseta y un pantalón de chándal gris, ella es de pelo corto hasta la mandíbula de color caramelo con ojos marrones, su cara tenía unas pecas por las mejillas y una cara pequeña que le hacia ver mona - soy hija de Izanagi dios de la vida.

-¿ Izanagi ? - pregunté - ese es el rey de los dioses ¿ verdad ?.

- Sí - me contra Ivar - ¿ por qué ?.

- Pensé que no podía tener hijos - yo le dije - al ser tan poderoso.

- Y no puede - me contestó Natalia - yo soy una niña prohibida, una semidiosa que no tenía que haber nacido.

- Bueno - dijo Ivar - Michael podrías mostrar el campamento a nuestro nuevo miembro de nuestra gran familia.

- Claro - dijo Michael - ven conmigo.

Lo primero que visitamos fue la casa de Izanagi que una casa grande de color amarillo y ventanas con marcos de madera de bambú, tenía una naguinata ( una lanza japonesa con el filo un poco curvado al final ) dibujada en una tablilla de madera a lado de la puerta, a su lado estaba una casa igual sólo que de color negro y en vez de una naguinata tenía dos pero cruzadas.

- ¿ De quien es esa casa ? - pregunté con mucha curiosidad.

- Es de Izanami - dijo Michael - es la diosa de la muerte y del infierno, ella esta condenada a no tener hijos, serían muy peligrosos - explicó - continuemos.

Después visitamos la casa de Amaterasu, que era de color blanco y rojo, la casa de Susanoo que es de color azul oscuro, la casa de Tsukiyomi el dios de la luna y la noche, la casa es de color morado y la última casa que visitamos fue una casa de color amarillo y azúl.

- ¿ De quien es esta casa ? - pregunté a Michael.

- Es la casa de Raijin dios de los truenos - él dijo - ! Oye Alexandra ven hay un nuevo ! - gritó.

Cuando se abrió la puerta vi a la misma chica que vi en el bosque.

- Te he dicho más de mil veces que me llames Alex - dijo ella - Hola soy Alex O'Connor hija de Raijin dios de los truenos, ¿ y tu quien eres ?.

- Soy Álvaro León - yo me presente - no se quien es mi madre divina.

- Valla, un indeterminado - ella dijo negando con la cabeza - ¿ cuanto creés que tardarán en reconocerle ?.

- No lo se - dijo Michael - venga vamos a la biblioteca, ¿ te bienes ? - le dijo a Alex.

- Venga ¿porque no? - dijo Alex con indiferencia.

Nos pusimos en marcha a la biblioteca, cuándo llegamos vimos un edificio casi tan grande como el edificio central sólo que tenía sólo tres plantas, las paredes eran de piedra.

- Esta es la biblioteca - dijo Alex.

- Entremos - dijo Michael.

Entramos y vi a un hombre mayor vestido con una traje tradicional japonés y calvo.

- Este es Takeru - dijo Alex - él sabe todo lo que quieran preguntar.

- ¿Tenéis libros de mitología? - yo pregunté.

- Claro joven semidiós - dijo Takeru - la mitología que tú prefieras.

- Me vas a ver mucho por aquí - le dije.

- ¿Enserio? - el dijo - eso me hace muy feliz.

Después de salir llegó la hora de cenar, yo no comí nada, no tenía hambre, después me mostraron la arquería, el dojo de kendo, los bosque donde hacen ejercicios de agilidad y juegos de atrapa al enemigo, me mostraron el lago donde simulaban batallas navales y por último me mostraron el jardín de los dioses que donde tienen todos los templos dedicados a todos los dioses importantes.

- Bueno ya es hora de dormir - dijo Michael - mañana por la mañana tienes pruebas con el arco.

- Anda estamos en la misma clase - dijo Alex - no llegues tarde o te electrocutare.

- Vale no llegaré tarde - dije levantando las manos en señal de rendición.

- Venga te llevo a la casa de los indeterminados - dijo Michael.

Cuando llegamos vi como era la casa de los indeterminados, era una simple casa de dos plantas como una casa que hay en los pueblos.

- Hasta mañana - dijo Michael - si necesitas algo llámame ¿vale?.

- Sí claro - le dije sonriendo - hasta mañana.

Cuando entre me di una ducha y me fui directo a la cama porque el día siguiente seria un día muy largo.

El Niño ProhibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora