Me acusan de algo por comprar helado

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Han pasado dos semanas mientras entrenaba los elementos, el tiro con arco, el nitoryu ( estilo de espada a dos manos), el manejo de la guadaña y como montar en Asura.

Mientras entrenaba con Alex ella me dijo.

- Te voy a dar una nueva forma de entrenamiento - me dijo mientras yo la escuchaba atentamente - tienes que ir fuera del campamento - continuó - e ir a comprar un poco de helado para nosotros.

- ¿Como? - dije confundido.

- Sí, tenemos hambre y hace calor - dijo Natalia - toma el dinero, queremos dos de chocolate, uno de fresa, uno de vainilla y de lo que tú quieras cuestan 1740 yenes (moneda de japón).

- El combini ( tienda de 24 horas) más cercano está saliendo del parque de Ueno por la puerta norte a la vuelta de la esquina a mano derecha - dijo Michael.

- Procura no enfrentarte a los monstruos - dijo Ivar - ahora ve.

Cuando me echaron, porque me echaron del campamento para comprar el helado, bajé las escaleras crucé el parque y salí por la puerta norte fui al combini y compre los helados de vuelta vi a mucha gente por la calle (no me gusta que se acumule la gente) también vi a un chico que se chocó conmigo y caímos los dos al suelo, él era de misma altura pelo negro, ojos oscuros y tez muy pálida.

- Perdona - dije mientras me levantaba - soy Aru.

- Yo Kazama - él se presentó - perdona pero me tengo que ir - dijo mientras miraba a los lados como si buscara a alguien.

Decidí volver con la misma rapidez con la que se fue Kazama, cuando llegué me comí los helados con mis amigos y después seguí entrenando.

Llegó la hora de la cena y un espíritu de la naturaleza que era como una ninfa me agarro del hombro y me dijo.

- Él dios Izanagi quieren hablar contigo y tus amigos - terminó y se fue.

Cuando se lo conté a los demás una luz nos llevó a una sala muy grande.

- ¿Qué hacemos en la sala de reuniones? - dijo Alex.

- ¿Sala de reuniones? - pregunté.

- Es la sala que queda encima de la habitación de los señores - dijo Ivar.

- Bien venidos - dijo Izanagi con una cara de enfado.

- ¿Qué sucede padre? - dijo Natalia.

- Sucede que tu amigo, el hijo de la muerte ha usado a los shinidamachu (criaturas que roban el alma a los mortales y semidioses) para robar el alma de los mortales de la ciudad - él dijo con la vena de la frente a punto de estallar.

- ¿A caso tienes pruebas? - pregunté con irritación.

- Sí - el dijo sonriendo.

Hizo aparecer una pantalla en la que apareció una imagen en la que aparecía yo yendo rápido por la calle y luego desapareció.

- Fui a comprar helados - me quejé - me mandaron ellos - señalé a mis amigos.

- Es cierto - dijo Michael.

- No le defendáis - dijo con enfado.

- ¡Yo no he hecho nada! - dije casi gritando.

- Entonces demuéstralo - dijo retándome.  

- Eso haré - dije enfadado.

- Tienes hasta el mes de Agosto - declaró

cuando terminamos de discutir yo estaba que echaba humo, ¿como puede decir que yo he hecho algo tan horrible?.

- ¿Como puedo demostrar al idiota de tu padre que se equivoca? - pregunté a Natalia.

- No lo sé - ella dijo también un poco molesta.

- Pregúntale a tú madre - dijo Alex - es fácil, solo tienes que hacer que aparezca invocándola. 

- ¿Y como hago eso? - pregunté.

- Es fácil - dijo Ivar - es tú madre, pide que venga y ya está.

Me concentre para hablar con mi madre por medio de los pensamiento como hacíamos normalmente.

- Mamá ¿podrías venir aquí porfa? - dije mentalmente.

De repente una figura apareció delante de mi y me abrazó.

- ¿Que sucede? - me preguntó.

- Izanagi me a acusado de robar al alma de los mortales - dije con amargura - hay alguna manera de demostrar que eso es un error.

- Sí, hay un registro de magos oscuros que utilizan magia fuera de las guerras y la defensa en ataque de monstruos - mamá me dijo - en el registro consta de una ficha con la foto del mago y los hechizos que ha hecho durante el ultimo mes y que tipo de magia sabe usar.

- Genial - dijo Alex  - donde está ese registro.

- En mi palacio - dijo mamá - en el yomi.

- La entrada esta en Izumo ¿cierto? - pregunté.

- Sí - dijo ella - te esperare allí - me dijo cariñosa mente - cuídate, te quiero hijo.

- Y yo a ti mamá - dije con una sonrisa.

Desapareció de la misma manera  en la que se apareció.

- Muy bien - dijo Ivar - te vamos a mandar a una misión para que demuestres tú inocencia.

- Genial - dije  - . ¿la misión tiene un requisito?.

- Sí - dijo Natalia - tienes que llevar como mínimo dos semidioses contigo.

- Yo voy - dijo Alex.

- Y yo - Michael asintió.

- Muy bien- dijo Ivar - yo Ivar Manson hijo de Fujin Dios del viento y tercer señor del campamento declaro hoy 23 de Julio doy a Álvaro León Hijo de Izanami la misión de limpiar su nombre y demostrar su inocencia - dijo Ivar de forma formal - tienes ocho días hasta que el plazo termine, debéis marchar ahora.

Fuimos a nuestras respectivas casas he hice una pequeña bolsa de viaje con la que llegué al campamento y nos reunimos en la entrada.

- ¿Lleváis vuestras armas? - dijo Michael mientras sostenía su katana.

- Sí - dijo Alex mostrando un pendiente que llevaba en la oreja izquierda.

- Y o también - mostré mi reloj y el tanto que llevaba como un adorno en la parte de atrás de mi pantalón.

- Haber, no podemos usar a Asura o a Ryu para transportarnos - dijo Michael - llamaríamos mucho la atención. 

- Ryu, ¿quien es? - pregunte mientras nos poníamos en marcha.

- Ryu es mi arashitora (es una mezcla de halcón  y tigre, mitad delantera, cabeza y alas de halcón y parte trasera de tigre) - dijo Alex - ahora vamos.

Y así comienza nuestra aventura para limpiar mi nombre, primera parada estación de autobuses de Tokio.

El Niño ProhibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora