Burn.

Capítulo uno.

El olor a hierba se encontraba en toda la habitación haciendo un poco de neblina, las chicas se encontraban en los sillones fumando con las grandes pipas de Nick.  

—Demonios, Nick ¿De donde sacas toda la hierba? —Román hablo, se encontraba tirada en el suelo fumando su porción de hierba tranquila.  

—Cuando voy a casa— se encogió de hombros— tengo un amigo que las produce.  

Habíamos puestos varias prendas de ropa en el espacio del suelo y la puerta para que el humo no saliera de la habitación, si los vigilantes de pasillo nos encontraban a todas en la habitación de Nick nos castigarían y más si estábamos fumando una sustancia prohibida.  

La voz de A$ap Rocky se escuchaba en el cuarto a un volumen considerado para que no nos pudieran descubrir.  

—Llego un vecino mayor y Dios —Val paso sus manos por sus senos haciendo una mueca obscena con su lengua— la ventana de mis padres da a su dormitorio y cada vez que voy a la casa me quedo mirando por si es que aparece. Realmente parezco alguien necesitada de sexo.  

—Puedes tener sexo con quien quieras —Nick golpeo con su mano el sillón soltando una risa.  

—Tu no puedes tener con quien quieras.  

—Claro que puedo.  

—Un plátano no cuenta —dije, todas comenzamos a reír.  

Jugamos al Guitar Hero aunque más bien tratamos de jugar nuestros cuerpos perdían el equilibro por la droga y el alcohol consumido. Nick se encontraba en la batería, Val y Román en las guitarra y yo me encontraba con el micrófono en mano. Una canción de Ozzy Osbourne comenzó a sonar preparándome para cantar, las risas cayeron a mi alrededor mientras veía todo borroso y algo pegajoso sentía en mi mano. Val vertía maple en mi mano mientras de fondo seguía sonando la canción de Ozzy.  

—Maldición, te haz caído —Nick trato de recogerme.  

—Solo déjame aquí.  

Otras vez nos comenzamos a reír, las chicas se acostaron a mi alrededor mirando al techo.  

—Nunca nos vayas a olvidar.  

—No lo hare chicas, las llevare justo aquí —toque mi la zona del corazón— por siempre.  

  

+++ 

  

Trate de ordenar mi cabello pero realmente era imposible y la Señorita Pabla lo notaría.  

—Stahl, Looper, Doyle, Flint a mi oficina por esa falda demasiado corta —la regla de la Señora Pabla paso por mi cabello suelto, trague saliva— Vemos que Lynch va con el pelo desordenado, la espero en mi oficina a la última clase.  

Estaba realmente cabreada con aquella Señora y más por mandarme, camine por el pasillo directo a la clase de Literatura pero la Directora del recinto me hizo dirigir a su oficina. Tome asiento frente a su escritorio.  

—Hoy ha venido el hombre interesado en llevar los papeles a cargo sobre la paternidad, a terminado de hacer todos los papeleos con la justicia y el gobierno ya que les perteneces a ellos. Vendrá por ti mañana a primera hora así que necesito que estés en mi oficina cuanto antes.