Capitulo trece.

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El sonido de los movimientos del lago hizo que mis ojos se cerraran trayendo recuerdos, era mi segundo año viniendo al reciento dos días al mes, me giré y pude ver que no cambiaba en nada, sus facciones seguían igual, se veían cada vez más duras, tenia los parpados cerrados.

Mire la cicatriz de mi muñeca y recordé lo que sucedió ese día, un nudo en el estomago se formo, mi mano se cerró al borde de la banca, su tacto frío me tensiono más, quise zafarme de su toque pero era imposible moverme.

-¿Porqué?- susurre, una lágrima callo desapareciendo en mi ropa.

{...}

Apreté mi mano tratando de aguantar el dolor que me causaban las inyecciones, pude oír cerrar su maletín, puse el antifaz húmedo y me ayudo a levantarme, era la segunda vez que me sucedía en esta semana.

-Tu cuerpo esta rechazando las inyecciones, en un tiempo mas no podrás ya tener esta apariencia.

Suspiré, era lo que temía.- No puedo dejar que lo descubra, no puedo dejar que se vaya con Pat.

-Descansa por una hora- oí como se abría la puerta- no pienses demasiado- cerró.

No sabía que hacer, necesitaba mantener lejos a Nessa pero no quería que se fuera, pronto me casaría y podría llevarla al extranjero. Intente quedarme dormido pero era imposible, solo podía recordar a Nessa en el suelo suplicando.

—Odio tus pecas, odio tu cabello, odio tus labios, odio tu maldita perfecta nariz respingada, odio cuando sonríes, odio cuando coqueteas con Pat, odio todo lo que haces porque te parecer a Alma. Eres el maldito reflejo de ella cuando la conocí, una parte necesitada de mi necesito adoptarte para recordar a Alma cada día. Fui un maldito egoísta pero ahora haré que esto terminé.

Dispare al suelo, vi sangre en su brazo y enloquecí, me acuclille en su lado y note que la bala había rozado su piel, me pare, grité, corrí, vi a Pat corriendo y dispare, vi su pierna doblarse y cayó al suelo, camine sobre el césped y vi a Bet mirar hacia atrás mientras corría. Acelere el paso apuntando en su dirección, dispare y cayo.

Mire alrededor y no vi a nadie, escuche los gritos a lo lejos. Corrí dentro de la casa llegando frente a la estantería, tome los trofeos llevándolos a mi habitación, los deje caer sobre la cama, tome un bolso y puse cada uno dentro de este, coloque unas mudas, municiones y dinero.

Acelere hasta la velocidad que no era permitida, sentí mi lado izquierdo comenzaba a temblar, me asuste, quise que nada de esto hubiera sucedido, la conciencia me estaba torturando, todavía escuchaba los gritos y lo peor, recordaba la cara de Nessa.

Frene haciendo chillar las ruedas, lloré, no era como quería que esto acabara, llore porque recordé haber matado y no haber razonado antes, llore por que la aleje de mi, que clase de persona era. Abrí la guantera buscando algo con que limpiar las lagrimas, encontré una pequeña libreta.

5 de Noviembre de 1905.

Flor, esa pequeña flor blanca sujeta entre su oreja y cabello hacia que se viera de lo más hermosa, escalofríos sentí cuando tomo mi mano y me sonrió. Sus pecas formaban una constelación y quería ser parte de su universo, su tacto tibio hizo mi corazón acelerarse.

Nuestro primero recuerdo.

Di vuelta la hoja notando una imagen blanco y negro, olvide como respirar unos segundos, se veía hermosa como siempre, gire y sentí las ganas de volver a llorar.

Burn.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora