Poco tiempo tarde en acostumbrarme a la vida con Stuart a a quien raras veces llamaba papa o simplemente pa. Cuando ganaba llenaba las alacenas y heladera y me daba dinero para mis gastos y cuando la racha era mala trabajaba en sus autos en un taller de un amigo a unas calles del complejo. Hasta que su suerte cambiaba o tenia suficiente dinero como para volver a las mesas de póker tanto legales como clandestinas.
Entre a la universidad de Nevada para estudiar la carrera de Lenguas Vivas. Amaba aprender otros idiomas, tenía una facilidad innata, el español, francés , ruso incluso el japones no tenían secretos para mi absorbía todo como el cactus con el agua en el desierto. Papa me enseño italiano que era la lengua de mis abuelos quienes habían fallecido cuando papa tenía 19 en un accidente automovilístico. El juraba que me hubieran amado. Entre en la universidad con una beca completa por mis excelentes notas en la preparatoria y por el examen de ingreso que di, tuve un puntaje casi perfecto y comencé mi carrera de traductora soñando que quizás esa carrera me llevaría a conocer el mundo. No quise vivir en el campus universitario, Stuart me regalo un Cadillac 62'rojo descapotable con asientos en color crema de cuero. Lo había estado arreglando para venderlo pero se puso tan feliz con mi ingreso a la universidad que me lo regalo para que pudiera ir y venir del campus.
Cuando no estudiaba pasaba los días con el grupo de amigos que había hecho en el complejo. Hijos de trabajadores de Las Vegas que corríamos la misma suerte. Demasiada libertad para nuestra edad, padres muy cansados por sus trabajos nocturnos o muy ocupados en si mismos como para velar por nosotros. Conociéndolos a todos supe que tenia bastante suerte con Stuart ya que no andaba en drogas y jamás se metía con la mafia prestamista. Si no tenía dinero para apostar trabajaba jamás pedía dinero para apuestas y jamás tocaba mis ahorros aunque mas de una vez se los ofrecí.
Así que pasaba mis fines de semana entre salidas a bares clandestinos, tragos en la psicina y amaneceres con mis amigos.
Mis amigos. Mary, John, Marcus y Alexis.
Mary era hija de una ex corista que regenteaba un cabaret en el lado bajo de Las Vegas. Le decíamos cariñosamente kitty por su extraña obssecion con la gatita.
John era J.C. su padre era cajero en el Tangier y su madre se había ido hacía muchos años con un empresario que paso por Las Vegas y la enamoro.
Marcus era un gigante de 2.10 de piel oscura y ojos claros con un corazón enorme al que apodábamos cariñosamente Biggy su padre trabajaba como croupier y su madre era una ex bailarina que había conocido tiempos mejores y siempre hablaba del brillo de la antigua Las Vegas viviendo en un sopor de antidepresivos.
Alexis o Lexy, nació chico pero era más femenino que kitty y yo juntas. Un bellísimo chico de rasgos delicados enamorado del amor. Sus padres tenían una capilla en Las Vegas. Su padre era uno de esos Elvis que se ven en las películas. Panzón risueño y bonachón siempre tenía buen humor. Su madre era una buena mujer resignada a ver de todo en la capilla. Amaban a Lexy tal como era y no les importaba con quien durmiera su hijo mientras fuera feliz.
Los amaba, eran mi familia además de Stuart. Yo era simplemente Mack y era la única que estudiaba del grupo. Todos ellos se las arreglaban como podían en diferentes trabajos temporarios. Entre todos nos apoyábamos, nos protegíamos, nos defendíamos. Éramos una familia. Nos conocíamos como a nosotros mismos, lo que le pasaba a uno le pasaba a todos. No había secretos entre nosotros. J.C. era muy protector con nosotras incluso más con Lexy. Era un mujeriego encantador y simpático y a las chicas se les hacía imposible no amarlo. Biggy era reservado y se le conocían pocas mujeres todas deliciosas, pequeñas y rubias. Kitty era desenfrenada, cuando le gustaba un hombre no paraba hasta llevárselo a la cama y luego perdía el interés. Lexy se enamoraba perdidamente una vez al mes y pasaba un mes curando su corazón roto aunque no perdía la esperanza en el amor verdadero. Yo... bueno... no era mojigata pero no me gustaba enredarme en cosas temporales así que básicamente me mantenía célibe y concentrada en los estudios.
En los momentos a solas Stuart me enseñó a jugar al póker. Me enseño las reglas, los trucos, a leer a los otros jugadores. Realmente era interesante aunque no llamara especialmente mi atención pero era muy buena y cuando jugaba con los chicos siempre ganaba.Las cuasualidades del juego hacian que la reina de corazones siempre tuviera que ver en mi truinfo y fue el apodo que me pusieron.
Los años pasaron mientras yo aprobaba la carrera sin esfuerzo. Tenía el respeto de mis profesores y la envidia de algunos compañeros. Mis notas eran sobresalientes y mis amigos y Stuart estaban orgullosos de mi. Ellos me ayudaban a estudiar cada uno a su manera. J.C. me ayudaba con los resúmenes, Biggy me daba increíbles masajes en mis hombros tensos. Kitty hacia un café excelente y Lexy daba discursos de aliento y me cocinaba. Me sentía amada y protegida por mis amigos. Los fines de semana me obligaban a distenderme y a salir. El Peets era nuestro bar de siempre. No era glamoroso ni grande pero era familiar conocíamos a los dueños. Teníamos un rincón junto a las mesas de pool casi exclusivo para nosotros y podíamos elegir la música de la rocola gratis.
Cuando cumplí 21 estaba aún a dos años de recibirme en mi licenciatura en idiomas. Era la más pequeña del grupo ya que todos rondaban entre los 21 y los 24. Así que como regalo Stuart me llevo por primera vez a un casino. A su casino favorito. El Luxury, un complejo de hotel, casino y restaurante de los más importantes en Las Vegas.
El dueño era Emet Midelton un viejo tiburón de Las Vegas que muchos años atrás gano el pequeño hotel a su dueño en una partida de póker y lo convirtió en un imperio. Tenía dos hijos Jaxson " Jax" Midelton y Morrison " Wild" Midelton. Jax tenía 31, infernalmente atractivo, elegante, letal. Las mujeres eran un juego para el. Era una leyenda, un conquistador nato y despiadado. Las mujeres caían bajo su hechizo y se iban con el corazón roto y alguna que otra joya como regalo de despedida. Regenteaba el complejo con su padre. Tenían mano dura y eran despiadados con los deudores. De tez blanca ojos azules y cabello negro era un dios griego y seductor como una serpiente.
Sin embargo Morrison " Wild" Midelton era otra cosa. Rubio con el cabello largo, jamás se había atado a Las Vegas. Decían que viajaba por el mundo haciendo deportes extremos y surf y que en raras ocasiones se dejaba ver por el lugar aunque tenía una estrecha relación con su hermano. No así con su padre. Hijos de madres diferentes decían que la madre de Jax fue el gran amor en la vida de Emet pero murió poco después de nacer él. Sin embargo la madre de Morrison era una corista del Luxury adicta a la morfina que obligo a Emet a hacerse cargo de Wild después de un análisis de adn y de morir por una sobredosis de morfina cuando el tenía 5 años. Wild tenía una belleza salvaje y la misma aura seductora de su hermano. Decían que cuando venía las mujeres caían rendidas a sus pies pero cuando el viento lo llamaba Wild tomaba sus maletas y volvía a la carretera. Decían que no había nacido la mujer que pudiera domarlo.
Cuando los chicos me hablaban de ellos jamás crei cuanto ellos estarían involucrados en mi vida.