Los 12 [Z L]

1- G/S

[ Narra Géminis]

Hoy... hoy era un día genial, para mi todos los días son geniales.
Mientras conectaba mi ipod a un altavoz para poner mi canción favorita, War pigs de Black Sabath, sentí que algo estaba mal, se me olvidaba una cosa y no se que era, hasta que mi madre entró a mi cuarto para recordarlo.

- ¡Géminis! ¡Por dios, vas a perder el vuelo!- Me gritó mi madre.

Mierda, hoy era ESE día, hoy me iría a California para conocer a todos los demás miembros de Los doce.

La verdad, no me entusiasmaba la idea, en un principio me negaba a cambiar mi rutina, pero con unos años más y unos cuantos sermones se me pasó.

Ya vestido, nos dirigimos a el aeropuerto. Una vez allí, cuando era la hora de partir, empezó la despedida.

- Hermano, cuídate, te quiero.- Me dijo mi hermana Hazel con lagrimas en los ojos.

- Yo también a ti hermanita, siempre que quieras una de mis bromas me llamas por teléfono, bueno a menos que esté en el baño, porque sería incomodo, da igual si... - Sin dejar que termine ella me abraza y solloza en mi hombro. Yo le acaricio el cabello y le beso la frente.

La echaría mucho de menos, ella era la única que reía conmigo y no de mi cuando hacia alguna broma.

- Cariño, no olvides la crema solar, hacer tus tareas y lavar tu ropa, te quiero.- Me dijo la pesada de mi madre. Ella era nerviosa, como yo.

- Hijo, que te vaya bien, te quiero.- Dijo con su típica sonrisa mi padre, el era mucho más tranquilo y mucho más calvo.

- ¡Me lo pasaré en grande! ¡Adiós! ¡Os quiero!- Grite mientras brincaba adentrándome en el avión.

Mañana seria un día genial.

[ Narra Sagitario ]

Hoy... hoy mi sueño se hará realidad, irme de casa, vivir con gente de mi edad y tener mi propio espacio, si.

Vivir en una casa donde la segunda persona más joven tiene 68 años no es divertido. Mis padres murieron en un accidente y por ello tuve que irme a vivir con mis abuelos a los 2 años. Los que quiero con toda mi alma, pero un cambio de aires después de 15 años no estaría mal.

- Preciosa, ya te haces mayor- Dijo mi abuela llorando.- Pásatelo estupendo, te quiero muchísimo mi vida.

- Yo más abuela, te juro que te llamare cada día.- Le dije mientras una lágrima caía de mi ojo.

- Mi nieta... que mujer... aunque no estemos contigo físicamente, recuerda, estaremos en tu corazón.- Dijo mi abuelo sonriendo.- Te quiero.

- Y yo abuelo.- Dije abrazándolos a los dos.- Es la hora, adiós.

Y al subirme, me acorde de todos aquellos momentos que pasé con esos dos viejecitos de sonrisa jovial, y deje que varias lagrimas me bañaran el rostro.

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Puede que la historia de Sagitario sea corta pero con el paso del tiempo ella va a ser una de las que más flashbacks va a tener.