A la distancia

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Hace un año en el colegio
Me encanta sus ojos, su cabello; es buena, es hermosa; pero hay algo que no encaja, somos dos polos opuestos.
Y la mala noticia, de que se iría de este país.
Ponerme a pensar de que no la volveré a ver, que no sabré de ella en mucho tiempo, la verdad que en estas ultimas semanas llegue a enamorarme así de ella, tan fuerte y díscolo este amor que podría escaparme contigo si es que te lo propones, pero..., eres muy buena para mi.
Y estoy aquí, ahora escribiendo cosas sin sentido; ojalá pudiera retroceder el tiempo en el instante que hablamos de nosotros y llenarme de valor para decirle todo lo que siento por ella,pero..., es solo efímero mis sentimientos, resulta que no somos el uno para el otro y lo único que tenemos en común es saber que no tenemos nada en común.

En la sala de emergencia en Von Humboldt

Ya pasaron cuarenta minutos desde que ella entró de emergencia; estoy asustado, ¡Joder! , fue mi culpa por estar pensando cosas negativas de ella.
Veo a  una señorita acercarse a mi diciéndome -estas de suerte, ella esta bien-. Sin responder me voy corriendo a la habitación en donde se encuentra Ydal, está recostada con unas vendas en el brazo y con moretones en el cuello, me siento triste por ello y mientras abre los ojos le doy un beso en la frente y le digo:
-Te amo tanto, te amo con todas mis fuerzas-. Es lo único que logro decir viéndola así.
-Joder, ¿sabes que opino de eso?, que la suma de todas las fuerza equivale a cero; si me amas de verdad ayúdame a quitarme esta venda de la cabeza-. Ydal es única, aún así estando en esta situación puede decir sus ocurrencias y me alegra que sea así.
-No deberíamos quitártelas, esperemos a ver que nos dice el doctor-. Le digo sacando una pequeña sonrisa.
-Pff, ¡ese tío me pondrá como una momia!, solo tengo moretones, no es tan grave-. Se molesta por que le incomoda estar con vendas, aún así ella es hermosa con todo y sus moretones.
-Nena cálmate, esperemos que cicatricen tus heridas-. Le digo amablemente para que no se enoje aun mas.
-Mira gilipollas, a mi no me van a dejar  así...- mientras Ydal empieza a hablar, yo me sumerjo en mi mente presenciando esta escena como si la hubiera visto y vivido antes, ¡es un djavu! Y me doy cuenta que en alguna parte de otro mundo pasara lo mismo, en esta vida y en otras, el destino de conocer a Ydal está escrito y siempre será una causalidad .
-Quiero recordar este momento para siempre-. Le digo, después de volver a tierra literalmente.
-¿Qué?, ¿recordar que?- le sorprendió haber dicho eso de la nada y esta confundida.
-Saber que te conoceré en todas mis vidas- le digo mirándola a los ojos y le cojo de la mano mientras acaricio de ella.
Una lagrima se pasa por su mejilla, después de haber estado renuente pasa a estar labil y me dice:
-Te amo, en esta y en todas nuestras vidas-.

Tu miradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora