Capítulo 3.

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La noche había caído y las decisiones deberían comenzar a tomarse por lo que empecé por lo más complicado; elegir a los hombres de mi padre.
Las posibilidades de que cualquiera me dejaría morir sola ante cualquier circunstancia eran muchos mayores a las que defenderme por un bien mayor como sería la caza del dinero. Por esa principal razón tenía que pensarme realmente quién correría tal riesgo por mí y sólo poco más de dos hombres junto a un niño se me ocurrieron.

El primero de ellos se llamaba Quiron, básicamente era la mano derecha de mi padre pero a diferencia de los demás no me odiaba por mi puesto en el mando. Su complexión era grande y fuerte, parecía un armario más que otra cosa pero lo que de verdad valoraba de él era su lealtad hacia mí desde que era pequeña. Cuando mi padre no estaba siempre se había encargado de cuidarme y contando que fue mi instructor respecto a la batalla pues era una buena baza.


Por otro lado estaba el explorador de la aldea, a diferencia de Quiron fue quien me hizo un gran recorrido por Arborlon, desde los escondrijos más buscados hasta el último de los árboles y llegar a los límites de esta tierra. Cuando pasábamos todos esos momentos juntos me di cuenta de que se enamoró de mí. Era algunos años mayor y se llamaba Atom pero desde que cumplí los 18 años no hemos vuelto a mantener casi contacto. De nuevo sí, me interesaba su lealtad pero la habilidad que él tenía eran las largas distancias con la ballesta. Atom era de los más delgados del campamento, su tono de piel era tan pálido como la mía y su cabello era parecido al carbón más oscuro que podría haber visto jamás. Pero lo que más me gustaba eran sus ojos verdes. No podía negar que me atrajera porque era guapo pero nunca había estado interesada en ningún tipo de amor con nadie, ni ahora que tenía dieciocho años y se suponía que mis hormonas harían que me acostara con el primero que llamara a mi puerta.

Y por último pero no menos importante, Q, era consciente del peligro que supondría llevarle a tal misión pero a su vez sabía que siempre había querido estar en una a mi lado. Tenía todo pensado, se quedaría atrás del todo para observar cómo los demás hacíamos el trabajo sucio y esas iban a ser mis condiciones si quería venirse conmigo.

Éramos pocas personas pero según el informador de mi padre no iban a ser más que cuatro hombres contra los que tendríamos que pelear.
Pasé la noche mascullando el plan para después a la mañana siguiente reunir a todos los involucrados en la salida principal al bosque.

-Está bien, Quirón necesitaré que tú vayas primero en todo momento para que te encargues de los dos hombres que he supuesto que irán contra ti. Después iré yo detrás para la recogida de materiales que pueda robar y acabar con quien la esté custodiando. Atom estarás detrás para cubrirnos las espaldas, ya sabes de qué forma. Y tú Q... tu misión es la más importante, la que da pie a que todo salga como he planeado. Te subirás a una de las copas más altas de un árbol para avisarnos cuando se estén acercando y nosotros empezaremos con el ataque. Pero después bajas y te quedas cubriendo las espaldas a Atom por si traen refuerzos. ¿Entendido?
Todos asintieron, parecía que raramente por una vez iba todo como había planeado y nada más coger lo necesario para la pelea nos pusimos en marcha adentrándonos en el bosque.

En el camino íbamos siguiendo a Atom mientras que Quiron iba a su lado conversando entre ellos por lo que aproveché para hacer mis pasos más lentos y que la distancia entre nosotros fuera razonable para el tema que quería hablar con Q.
-¿Tienes miedo?
Pregunté directamente sin reparos, mirándole al cuello por cómo asomaba algo del colgante que le había regalado, casi formando una pequeña mueca de sonrisa en mi rostro al verlo pero la contuve, estaba más preocupada por la forma en la que estaba viviendo estos momentos.
-No, creo que estoy suficientemente preparado como para hacerlo, aunque sé que tú lo tienes por mí más que yo por mí mismo.-Contestó él sin dejar de mirarme a los ojos en ningún momento, sin duda no era nada tonto y en cierto modo me molestaba que conociera mis pensamientos más profundos con tanta facilidad.-

Antes de que pudiera volver a decir algo a lo lejos se pudo escuchar las pisadas de varios caballos por lo que nos pusimos en nuestras posiciones.
Q ya estaba subido al árbol y con la palma de la mano abierta en forma de espera. Atom estaba apoyado sobre una piedra con la ballesta ya cargada y Quiron empuñaba su espada.
La mano de Q se cerró en forma de puño y nosotros bajamos hasta encontrarnos de frente con lo esperado.


El primer soldado fue directo hacia Quiron, el segundo comenzó la pelea conmigo y quedaban dos restantes. Sabía que si no acababa pronto con uno de ellos los demás se escaparían con la bolsa que había divisado con varias monedas de plata. Saqué ambas dagas, una en cada mano y nada más se me acercó esquivé su primer golpe que iba directamente hacia mi costado, era lento por lo que me daba ventaja. Empuñé la daga hacia su espada manteniéndola por encima de nuestras cabezas y con la pierna empujé su cuerpo hacia el suelo dejándole caer. No iba a matarle, no era así. Cuando iba a levantarse coloqué la daga sobre su cuello y con el otro brazo de di un codazo en la mandíbula para mantenerle en el suelo. Nada más darme la vuelta me encontré con otro soldado, estaba vendida hasta que Atom le disparó una de las flechas directamente en el hombro.
Quiron seguía a lo suyo, no podía acabar con el otro pero yo tenía que continuar tal y como había planeado. Fui en busca de la última persona que faltaba pero había desaparecido, me apresuré a mirar si todavía seguían las monedas en una de las monturas del caballo y ahí estaban. Suspiré de alivio mirando a mí alrededor hasta que escuché su voz.
-¡Eretria!


Gritó Q con una espada sobre su cuello que la mantenía una chica de atuendo de la realeza, orejas elfo y por lo que pude echar un vistazo rápido en sus brazos habían joyas preciosas en forma de brazaletes.
El rostro de la chica era firme al igual que su mirada que estaba sobre la mía, tenía la cabeza levantada de modo chulesco que me puso aún más nerviosa. Si algo le pasaba no me lo perdonaría, no tenía que haberme arriesgado a traerle porque sabía desde un principio lo que suponía esto. ¿Pero cómo había llegado hasta allí sin ser vista? ¿Y Atom? Estaba noqueado en el suelo.
-Como le hagas daño te juro que te sacaré la piel a tiras.
Elevé mi tono de voz, volviéndose más grave por la situación a medida que daba varios pasos hacia delante, tenía que ganar proximidad para arrancarle cada pelo de la cabeza por lo que estaba haciendo. La chica ni se inmutó, fue retrocediendo varios pasos junto a Q hasta llegar a su caballo.
-No te acerques más, no le haré daño pero se vendrá conmigo hasta que me devuelvas las monedas. Tienes tres días, si no te aseguro que no volverás a verle jamás. En el lago del ala oeste, como vengas con alguien pasará lo mismo.
La chica junto a Q se subieron a su caballo, dirigiéndose hacia el palacio mientras yo me di la vuelta para ver cómo Quiron había asesinado a uno de los soldados pero todavía quedaba el que había golpeado yo anteriormente. Fui directa hacia él, agachándome para ponerme a su altura y levantarle con una mano agarrándole por la coraza.

-Dime su nombre y te juro que no te cortaré cada trozo de oreja hasta dejarlas igualadas. ¿¡Cómo se llama!?
Con la daga que tenía todavía en la mano repasé el contorno de sus orejas, apretando la mandíbula sin dejar de pensar en Qde la rabia.
-Amberle, Amberle Elessedil.


Le solté al instante, cogiendo la bolsa con las monedas mientras Quiron ponía en uno de los caballos a Atom y se subía junto a él para llevarle de vuelta al campamento. Después de prácticamente desnudar a los soldados para llevarnos hasta la última espada estuvimos conversando. No íbamos a decir nada sobre lo ocurrido, no había monedas pero sí otras ganancias por lo que el informador de mi padre le había traicionado.
Sabía que al decírselo acabaría con la vida de su socio pero era un riesgo que tenía que correr. Una vida de alguien por la de Q, era totalmente productivo para mí. Tenía tres días para traerle de vuelta pero más que pensar en él era otro nombre el que no se iba de mi cabeza.

''Into the woods; Into the palace''. [PRINCESS ROVER]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora