Saboreando el infierno ©

Capitulo 31

-Te avisé.- me dice Dylan caminando a cuatro patas sobre la cama, como si él fuera un puma y yo su presa.

-Dylan... No...- le digo con miedo.

Que piensa hacer? Y lo peor de todo esque están todos en esta casa, pueden entrar en cualquier momento.

Dylan me besa el cuello sabiendo que ese es mi punto débil. Ahogo un gemido.

-No puedes hacer ruido, sino todos lo sabrán.- me susurra.

Tiene razón y por eso lo ha hecho. Le encanta verme sufrir.
Dylan se desabrocha el pantalón y se lo quita.

-Supongo que te tendré que enseñar como se hace...- me dice con una sonrisa picarona.

No le contesto, solo asiento. Realmente voy a hacer eso?
Dylan vuelve a besarme y a tocarme. Cada caricia es un paso más hacia el cielo.

Él mete su mano por debajo de mi ropa interior y me masajea el clitoris. Noto un calor intenso en esa parte. Gruño porque no puedo gemir.

Dylan me desnuda en un solo movimiento. Él se quita su camiseta y sigue besándome y masajeándome el clitoris.
Noto su erección en mi muslo.

-Me encanta que seas tan inocente.- me dice y gruño aún más. Mierda no puedo chillar y es estressante.

-Dylan...- mi voz tiembla y no puedo controlarla.