Saboreando el infierno ©

Capitulo 25

Salgo a la superficie rapidamente. Miro a Dylan que se está riendo de mi.

-Eres un imbécil!- le salpico agua en su cara.

Miro el mar en el que estoy. Todo está oscuro, el mar negro y no puedo ver ni mi cuerpo.
Salgo asustada del mar.

-No te das un bañito conmigo?- me pregunta Dylan riendo.

Cuando ya estoy en la orilla cojo los zapatos y me voy directa al paseo. Suficiente fiesta por hoy.

-A donde vas?- me chilla Gaby.

-A casa!- gruño entre dientes.

Cuando estoy en el paseo meto mis pies en la ducha y sin tocar el suelo me pongo los zapatos.

Veo que todo el grupo viene hacia a mi.
Sigo andando sin importarme los demás.

-Bonitas braguitas, Beca!- me grita Dylan.

Me giro enfadada y lo miro con odio en la mirada. El silva en modo de admiración y su mirada recorre mi cuerpo de arriba a abajo.

Miro el vestido, ahora transparente y ajustado. Diós se me ve todo...
Me paro delante del coche y me masajeo el pie por encima de los zapatos.

Alguien me sujeta fuerte de la cintura.

-Ni se te ocurra pedirme per...- me giro y veo un hombre de unos 40 años, calvo, grande y alto von muy mala pinta.