Capítulo 4.

60 4 0
                                    


Ha pasado una semana con dos días desde que estoy acá, he conocido algunos compañeros, al parecer la asocial no era yo, son las personas que no se toman el tiempo de conocerte.

Gracias a Luna he podido conocer un poco más a Isabel, nos hemos integrado en algunos trabajos y puedo preguntarle algunas cosas, al parecer le gusta el rock, también le gusta escribir, es amante de la poesía y vive con su madre, dos hermanos mayores y su padrastro. Sé que es poca pero hay que considerar el poco tiempo que he compartido con ella.

-Hola Mía -Dijo Luna al yo llegar al salón-

Llevaba una sudadera gris, algo grande para su cuerpo delgado, claro que lo entendía ya que se notaba que el invierno se aproximaba. A su lado estaba una chica que nunca había visto en los pocos días que llevaba de clase.

-Hola -Dije-

-Mira, te presento a mi prima, Katherine. -Dijo señalando a aquella chica-

Llevaba una camisa negra, con el nombre de una banda de rock llamada "Guns N' Roses", nariz pequeña, mejillas rosadas, medía aproximadamente 1.65, cabello castaño un poco más debajo de los hombros, ojos color miel.

-Hola Katherine -Dije con una sonrisa-

-Kate, ella es Mía, también es nueva, no tanto pero lo es. -Dijo Luna-

-Hola Mía. -Dijo con una voz suave-

-¿Cómo vas? -Pregunté-

-Bien, un poco nerviosa.

-No te preocupes, así estaba yo hace una semana, pero ya verás cómo te acostumbras. -Dije-

-Pues sí, tienes razón.

Noté que no había llegado Isabel, ya era tarde, normalmente ella siempre estaba antes de que yo llegará.

Al salir de las dos clases de filosofía me di cuenta de que ya ella no vendría, ¿Qué habrá sucedido?, ¿Estará enferma?, ¿Ocurriría algún problema en su casa?... Si tuviera su número de teléfono la llamaría y le preguntaría por qué no había acudido a estudiar... Bueno, sé que eso no es verdad, pero suena bonito.

-Qué raro que no haya venido hoy a clases Isabel. -Le dije a Luna-

-A lo mejor está enferma o algo así, no me interesa por qué no vino realmente Mía. -Me lanzó una mirada penetrante-

-Pues perdón pero sólo me lo preguntaba. -Dije irónicamente-

-¿Quién es Isabel? -Preguntó Katherine-

-Una simple chica de nuestro curso. -Dijo Luna- Bueno, no tan simple para Mía, al parecer está obsesionada por ella y no lo admite, pero chica, se le nota, al menos a ella, debes verlas juntas, hablando, y me darás la razón.

-¿Por qué estás tan segura, Luna? -Respondí en mi defensa-

¡Oh mierda! ¿En serio se notaba tanto mi obsesión?

-Venga, no me tomes el pelo, yo sé porque te lo digo Mía. -Dijo Luna-

Vi como Katherine empezaba a transmitir una mirada incómoda, tal vez no quería hablar del tema.

-Y... ¿Qué te gusta Katherine? -Dije para romper el hielo-

-¡Oh!... Pues me gusta mucho el Skate, la música clásica, aunque también el rock y metal, realmente te aburrirías o se aburrirían si empiezo a hablar de mí. -Soltó una risa no muy duradera-

-Estás en lo cierto primita. Mía, es mejor que sigamos esa pequeña instrucción, te aseguro, nos quedaríamos tomando una siesta mientras nos habla de lo que le gusta o de su vida, pero lastimosamente estamos en el colegio y no nos podemos dar ese lujo, su vida al igual que la mía necesita un poco de acapella para parecer una canción de cuna.

-Ah... Pues entonces otro día habláremos de ello, yo sólo lo decía porque no conozco mucho a Katherine y quería saber qué le gustaba, tal vez coincidíamos, pero ¡Como tú digas querida Luna!

En aquel momento se nos acercó una chica de estatura media, caderas pequeñas, cabello corto, color de piel blanca y unos profundos ojos negros.

-¿Qué tal estás Luna? -Dijo con una sonrisa-

-¿Qué necesitas? -Respondió Luna de una manera seca-

-Nada, sólo venía a saludarte, ¿A caso es eso tan malo chicas?, ¿Verdad que no? -Dijo dirigiéndonos la mirada a Katherine y a mí-

¿Quién era aquella chica? ¿Y por qué Luna era tan indiferente con ella?

-Vete.

-¿Qué te pasa chica? ¿Algún novio te dejo? Venga, dime, ¿Por qué estás así?

-Por nada, ¡Y ya vete!

-Bueno... Sólo quería saber cómo estabas, luego te buscaré de nuevo, te... quiero. -Su última expresión sonó un poco insegura-

-Adiós.

Aquella chica se alejó de donde estábamos nosotras, quede un poco desconcertada, ¿Te quiero? Esa no es una palabra que se use así como así, al menos yo no lo hago. ¿Quién era esa chica?

Noté una pequeña lágrima en el rostro de Luna, por lo que no me atreví a preguntarle sobre aquella chica, en ese momento Katherine y yo cruzamos miradas, su expresión de asombro fue igual que la mía, sabíamos que no debíamos de preguntarle aquello, tal vez en otro momento.

-¿Entramos al salón? -Dijo Katherine-

-Vale -Dijo Luna parándose de donde estaba y limpiando las pocas lágrimas que le cayeron luego de aquella pequeña plática- Perdón por el momento de ahorita chicas, no volverá a pasar. -Hizo una sonrisa fingida-

-Tranquila... ¿Quieres hablar de ello? -Dije-

-No lo creo.

-Vale.

Nos dirigimos a clase de biología.

Al salir de clase fuimos a la cafetería del colegio para tomar o comer algo, una mujer alta se acercó a nosotras:

-¿Qué desean chicas? -Nos preguntó-

Tenía un pantalón gris y una camisa blanca, se lo podía notar unas pequeñas líneas grises, llevaba una cola debajo de su gorra gris, en su mano traía un cuaderno y un bolígrafo.

-Yo pediré un Hot Brown. -Dijo Katherine-

-¿Y ustedes dos? -Preguntó aquella mujer-

-A mí sólo un capuchino. -Dije-

-Yo no quiero comer nada. -Dijo Luna en un tono seco-

-¿Qué te pasa? -Pregunté-

-Nada.

-Vale chicas, entonces un capuchino y un Hot Brown, en 5 minutos estarán listos.

Se retiró, no sin antes dedicarnos una sonrisa.

Decía que no tenía nada, pero en el fondo de sus ojos podía notar una gran tristeza, tenía miedo admitirlo, por alguna razón la pequeña plática con aquella chica que yo aún no conocía la había destrozado, tal vez más de lo que ya estaba y no lo demostraba.

-...

-...

-...

-Y... ¿Desde cuándo se conocen? -Preguntó Katherine para romper el silencio que nos invadía-

Al ver que Luna no respondía me dispuse yo a responder.

-Pues hace aproximadamente dos semanas, desde el día que ingrese al instituto.

-Qué bien, imagino lo intensa que se puso ésta chica contigo, ja, ja. -Dijo Katherine-

-Verás... La verdad es que sí. -Le lancé una sonrisa a Luna que aún estaba distraída-

-¡Eh! ¡Luna! Planeta tierra llamando a Luna, la necesitamos aquí, ¿Qué te ocurre Luna? -Dijo Katherine-

-Oh, lo siento, sólo... Pensaba.

¿Y si quedamos como amigas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora