CAPITULO I : NEREA

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Días más tarde tras aceptar el trato con los dioses, y como fue establecido, Nerea fue enviada al mundo de los mortales para dar cumplimiento a tal acuerdo. Se le había otorgado la oportunidad de vivir como humana para lograr introducirse en la nueva sociedad sin levantar ningún tipo de sospecha. Aunque no obstante se sabía que su inigualable belleza la distinguiría de todas aquellas damas de la época.

Para su beneficio se le había autorizado el conservar sus dones pero ahora como semi-diosa. Lo que en si facilitaría para ella la búsqueda de aquellos seis elegidos que con honor llevarían consigo fantásticos dones que significaban la salvación de la misma humanidad o eso imaginaba.

Tras este suceso el tiempo comenzó su marcha. Los días pasaban rápidamente, se transformaban en meses y en un parpadear de ojos se veían los años pasar. Para algunos el tiempo corría con normalidad, se diría que a la medida perfecta, excepto para aquella bella mujer a la cual se le convertía su espera en una frustrante eternidad, la desesperación invadía cada parte de su delicado cuerpo y su piel de porcelana se tornaba más pálida por la incertidumbre.

Su estadia se hacía cada vez más complicada y su nueva vida se había convertido en una constante batalla, en la búsqueda de algo que ella daba casi por perdido. Su espera le daba tiempo para sentarse y meditar sobre sus errores, sobre aquel estúpido trato que sin querer había aceptado. La vida como diosa parecía cada vez más lejana para ella, pues acababa sintiéndose como otra mortal cualquiera. Su existencia se había convertido en siglos exasperantes e inquietantes. 

Nerea había formado parte de tantas culturas con diversas modas y costumbres hasta ese entonces. Había presenciado desgarradoras y feroces guerras, que simplemente la horrorizaban por su hostilidad y magnitud, y la llevaban a retractarse de su propia decisión de ayudar a estos seres y a sentir desprecio por los mismos. Pudo notar como épocas de miseria y dolor se presentaban para algunos, mientras que para otros eran épocas de riquezas y ganancias, las clases sociales predominaban en el mundo y eso sólo mostrando el peor lado de un mortal. 

Tras mil seiscientos años de larga espera,  el siglo XXI había llegado. Nerea tenía la sensación de que sería otro siglo más, tal vez ya sin la importancia que en un inicio hubiera tenido, pues después de tantos intentos y búsquedas frustradas sus esperanzas se habían casi extinto.

A inicios del mes de febrero del año dos mil, la diosa había logrado captar aquel presentimiento venidero que su poder había tardado tanto en proporcionarle. Eso sólo significaba, que los elegidos finalmente estaban preparados para recibir el nuevo destino que se les había otorgado, pero no todo parecían buenas noticias. Su ser sintió el más desagradable horror que contempló en su existencia , un  plan macabro se estaba planeado en aquel inframundo y la energía de Aron estaba despertando. Él no sólo buscaba venganza, quería almas, deseaba ver el mundo consumido en sufrimiento, dolor y llamas tal y como el proclamaba haber sentido toda su vida. Nerea sabía que ahora debía encontrar a toda prisa a sus nuevos aliados pues el tiempo se agotaba.

La brisa corría por su cabello mientras se apresuraba a empacar sus pertenencias en aquella noche fría en la que el viento se escurría por la ventana. Un sueño se había presentado y con él su única pista. Una ciudad de innumerables habitantes, solo seis escogidos, una profecía pronta a cumplirse y un boleto de avión recién pagado que tenía un nombre especifico escrito en él. Los Ángeles california, vuelo de las 10:30 pm. Una pasajera empezaba su travesía desde Grecia, con el presentimiento de que al fin las cosas cambiarían, pero guerras cercanas y hechos sobrenaturales tambien estarían por venir.

Las visiones y sueños eran ahora sus mejores herramientas, debía ser astuta y descifrar el acertijo que su divinidad le predecía.

Tomó su equipaje y lo cargó en aquel taxi que la llevó hasta un hotel después de aterrizar. La ciudad parecía más espléndida desde su última visita, realmente podía ver la maravilla en la que aquel lugar se había convertido. Desde su habitación tenía la más esplendida vista de aquel mar azulado, con olas espesas y mil sentimientos, tan tranquilizante para cualquiera. Se recostó en la cama recordando los dones tan preciados que había creado, simplemente anhelados por cualquier mortal.

Las cadenas vengadoras, tal vez sus favoritas, se desplegaban acompañadas de un fuego intenso capaz de destruir lo que la persona deseara, su única excepción eran los mortales y divinidades puros de corazón. Otro don sumamente especial  permitía a su dueño adoptar cualquier tipo de forma. También otorgó la capacidad de controlar los cuatro elementos, la espléndida telequinesis, velocidad Sobrehumana y el poder de sanar cualquier tipo de herida o enfermedad.

Todo parecía tomar su rumbo finalmente y pensó para si misma -Mañana será un nuevo día- y dio un bostezo. La semi-diosa tomó un cambio de ropa, y se cubrió  con las delicadas sabanas que reposaban en su cama, debía descansar antes de que la tormenta se desatara. Un toque de felicidad se manifestó en su ser al saber que el momento había llegado, y que demostraría la verdad de sus palabras, tomaría tiempo sin duda alguna ,pero ya no le importaba esperar, había superado lo peor y ahora estaba segura de que lograría su cometido.

Horas más tarde los rayos del sol rosaban el fino rostro de la diosa causando que esta despertara al instante, se paró de la cama refregando sus ojos para aclarar su vista y desplegó una suave sonrisa, se dispuso a entrar al cuarto de baño para arreglarse rápidamente y salir a la búsqueda.

Al salir del hotel, decidió  acercarse a una cafetería de la ciudad que se veía bastante interesante, y más  por el hecho de estar casi repleta de personas en su interior. Entró y se acercó al mostrador para pedir una ración de tocino y huevos revueltos acompañados de jugo de naranja, pagó su comida y se apresuró a tomar asiento para esperar su orden .

Su vista se concentró en la entrada de la cafetería por la cual gran variedad de personas se encontraban transitando, lo que la llevó a pensar en el tipo de personas que serían los elegidos. Una sensación extraña invadió su cuerpo, pero no avisó el porqué. Sintió que algo se acercaba a ella y unas terribles náuseas se hicieron presentes llevándola con suma prisa hacía el baño.

Nerea despareció entre la multitud y en su ausencia una de sus elegidas se apresuraba a  cruzar la puerta de la cafetería para marcharse, su rostro era jovial y resplandeciente, pero cada vez se marchaba con más rapidez del lugar .

La diosa, ya mejor, volvió a retomar su lugar y espero su pedido, sus ojos se nublaron repentinamente mostrándole una universidad, con inmensos edificios y un espacioso campus y a una chica corriendo a gran prisa. Ya sabía que debía encontrar a su primer objetivo.

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Hola chic@s !! Primer capitulo de Misfits *__*

Dedicado a : todas mis amigas que me han apoyado con el nuevo proyecto

Pronto nuevo capitulo !!

Un abrazo , los amo 😊✌

M I S F I T SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora