Era sábado por la tarde, estábamos reunidos Karla, Silvia, Ana y yo.
-¿Qué cuentan de nuevo?- dijo Karla
-No mucho- contesto Ana
Silvia ya se tenía que ir y yo me estaba aburriendo ya que Karla y Ana se la pasaban siempre juntas. Después de que me despedí ella siguieron sentadas en la banca del parque.
Narra Karla:
Realmente al lado de Ana me sentía cómoda, aunque ella no lo sabía era un escudo, uno de mis dones es sentir los sentimientos de los demás pero con ella no podía y eso me gustaba, el hecho de sentir a los demás… agota.
-¿Cuál es tu nombre completo?
-Ana María Rincón Mora.
Ella no era de las personas que seguía las conversaciones y realmente me quería ir pero mi ego no sirvió con ella.
-¿Qué música escuchas?
-Por lo general rock, ¿tu?
-Green day es mi favorito.
-Oh, a mí también me gustan.
Ella era realmente genial no la conocía mucho pero lo sentía. Después de esa charla nos despedimos y yo salí directo al consejo a buscar información sobre ella. Cuando eres un futuro consejero es fácil entrar. La sala del consejo estaba bañada por una hermosa luz y en frente se hallaban tallados en oro los consejeros de esos siglos.
Tuve que pasar por unos túneles y bajar unas escaleras ya que la mejor información se encuentra en lo más profundo, en lo más secreto. Hasta el momento todo era fácil, ahora lo difícil seria buscar los libros.
-Vamos a ver Ana, porque es que me agradas tanto. – dije.
Ana Rincón: Nacida en Londres el 23 de agosto de 1890, no fue vampiro. Bla bla bla.
No era vampiro pero si había reencarnado, decidí abrir mi busca a mis pasados. Yo ya había reencarnado más de 4 veces así que sería algo difícil.
-Karla Gonzalez participo en variadas guerras, una de ellas fue en Irak, cuando estaba a punto de morir una mortal llamada Ana se atravesó para salvarla, después de una cirugía ella murió.
Quede en shock después de esa noticia, ella me salvo. Dio su vida por mí.