Era febrero y en muy poco iniciábamos un nuevo curso, por un lado el deseo de ver a tus amigos es muy grande pero, la pereza siempre nos gana y, como de costumbre ese día me levante muy tarde, pensé un millón de veces en no ir pero las ganas de verlos a ellos fue más grande, la verdadera razón del porque vamos al colegio, los amigos, mis amigos. Ya en el colegio nos encontramos los cuatro y hablamos un poco de nuestras vacaciones. No había pasado mucho, lo mismo de siempre.
Como cada año nos asignan un puesto, yo era la más pequeña, le seguía Silvia que era unos centímetros mas alta, Karla que es muy alta y de ultimo Sebastián. Joder, pensé. Los pequeños siempre van en la parte primera de las filas, iba a quedar lejos de mis amigos, que manera de comenzar el año. Pero, como cosas del destino quedamos los cuatro. Las clases con amigos cerca son mucho mejores. Más emocionantes y aunque digan lo contrario pones mas atención.
Nuestra primera clase fue biología, en lo personal a mi me fascina, siempre he querido ser doctora. Por el contrario, Karla odia biología, así que se queda dormida y medio toma apuntes. Las primeras horas fueron lindas, pasivas pero alegres. La hora del descanso, por fin. La hora de comer es la mejor parte del día.
La comida de la cafetería apesta, pero aun así comprábamos. Después de comer Karolayn trajo a una nueva niña, no la había conocido, su nombre era Ana, a primera vista dirías que es una niña demasiado rosa, muy cursi. Y si, si lo era. Por fin las clases habían terminado. Por fin a casa.