Después de clases pedí permiso para ir a la casa de Silvia, Karla hizo lo mismo. Ya en la casa de ella y con las preguntas bien formuladas en mi mente empezamos el cuestionario.
-¿Se nace siendo vampiro?
-No necesariamente, existieron los vampiros de sangre pero ya quedan muy pocos en el mundo, veras cuando una pareja de vampiros tienen un hijo, este no se contrala, es capaz de matar millones de personas, así que el consejo ha proclamado una ley que dice que las parejas de vampiros no podrán tener hijos para así mantenernos y mantenerlos a ustedes a salvo-dijo Karla.
-¿el consejo?- dije yo- ¿Los vampiros tienen leyes?
-Más de las que te imaginas, no podemos andar por ahí exponiéndonos, nos matarían. El consejo es un grupo de personas que hacen leyes y están a cargo de nuestro mundo- dijo Silvia.
Procedí a mi siguiente pregunta. -¿Es verdad que con tan solo mostrarles una cruz, o hacerles oler ajo, o clavarles un estaca mueren?
-Jajaja –rieron las dos
-Lo siento pero, ¿qué les da tanta risa?
-Veras todo eso es mentira, por años han inventado historias de nosotros. Si quieres matar a un vampiro para siempre solo arráncale la cabeza, si puedes- dijo Silvia.
-¿si puedes?
-Sí, si puedes. Nosotros tenemos mucha fuerza y agilidad. En algo tienen razón esas historias podemos hacer cosas magnificas, correr rápido, tan rápido que ni siquiera el auto más veloz es capaz de alcanzarnos, saltar muy alto, y tenemos muy bien desarrollados nuestros reflejos.
-¿Los consejeros son malvados? ¿Cualquiera puede ser consejero?
-No son malos, bueno algunos pero son justos si incumples alguna ley te darán algún castigo la mayoría de veces es la muerte. Y no cualquiera puede serlo, yo por ejemplo seré una futura consejera, mi padre lo es. Eso se hereda- dijo Karla.
-¿Todos los vampiros están destinados al infierno?
-No todos, la mayoría reencarnamos- dijo Silvia
-¿Reencarnar?
-Sí, reencarnar. La reencarnación es cuando te dan otra oportunidad, tu alma vuelve en un nuevo cuerpo.
-¿Ustedes son reencarnaron?
-Sí, las tres reencarnamos- dijo Karla
-¿Las tres?
-Mira la hora que es! Mi madre me matara-dijo Karla
-Seguiremos con esto otro día-dijo Silvia
La verdad ya era de noche y tenía que irme pero esto no se iba a quedar así, nos despedimos y nos fuimos.
Ya en casa mi mente daba vueltas. Las tres, ¿eso quería decir que me dieron otra oportunidad de vivir? ¿Por qué me la darían? ¿Quién fui?