Capítulo 4

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Años atrás

La ciudad de Brentidet estaba en un total caos. La espada sagrada había sido robada y usada para cometer un acto terrible; la muerte de la mayor parte de la población de Brentidet. Las investigaciones por parte de las autoridades inicio y todas ellas concluyeron a lo mismo; la persona que había robado la espada era cercana a los dioses que protegían la espada, si no es que era uno de ellos. Después de saber las declaraciones de varios testigos, finalmente se encontró al culpable. HyukJae, el dios guardián de la espada sagrada fue convocado ante la junta de autoridades para darle a conocer los resultados de la investigación y encomendarle una misión.

-Demonios, esto no está pasando, no, no... -HyukJae sostenía su cabeza entre las manos tratando de hacer contacto con su alma enlazada, pero no funcionaba

-¿Qué pasa, aún no has podido contactarlo?

-No, Sungmin tengo un mal presentimiento. No puedo contactar a mi alma enlazada. Esto es angustiante, desde ese día perdí contacto con él

-Debes tranquilizarte Hyuk, estas a punto de entrar ante la junta y ellos no pueden verte de esta manera

-Es que no lo entiendes, él no está a mi lado y siento que algo malo le paso. Debo salir de inmediato y seguir buscándolo –En ese momento la gran puerta que estaba situada frente a ellos se abrió y dio paso a una de las personas que formaban parte de la junta

-Lee HyukJae, dios guardián de la espada sagrada, entra a conocer el veredicto y la asignación de la junta

HyukJae entro junto con Sungmin, ya que él era el segundo al mando del cuidado de la espada. Una gran multitud se encontraba de pie, la indignación y furia era perceptible en los rostros de los presentes. Un gran dolor se sufría en ese momento. La pérdida de muchos habitantes había sido una de las peores tragedias que pudo haber ocurrido en Brentidet. HyukJae llego al centro de la gran sala y un hombre alto de gran cuerpo, comenzó a dirigirse a él

-Lee HyukJae, dios guardián de la espada sagrada, después de muchas investigaciones hemos dado con el responsable del robo y la muerte de los habitantes de Brentidet. Tú, como principal protector de la espada, has sido encomendado para darle muerte a quien osó robarla y cometer un acto tan ruin. Así que Lee HyukJae te pregunto ¿Acataras la orden que se te ha impuesto? ¿Cumplirás la promesa que se le ha hecho a tu pueblo para acallar su sufrimiento? –El gran hombre miro fijamente a HyukJae esperando una respuesta

-Lo haré señor. Mis manos serán las que derramen la sangre y den muerte a la infame persona que cometió tal acto. No habrá perdón para él. El dolor de Brentidet y su pérdida serán compensados, lo prometo

-Muy bien Lee HyukJae. Entonces ahora te diremos quién es la persona que deberás encontrar y matar

HyukJae asintió con gran seguridad. Sin embargo, aún le faltaba algo junto a él para ser capaz de matar a la persona que había provocado miles de muertes; Donghae, su alma enlazada. Desde el día en que la espada fue robada, Donghae desapareció. Tenía mucho miedo, pues al ser Donghae su pareja enlazada, él era también responsable de la espada. Temía por su vida, no quería perderlo, el enlace había sido interferido con magia y no lograba encontrarlo por ningún lado. Él realmente amaba a Donghae

-El nombre del culpable, es Lee Donghae –Un silencio sordo se hizo presente en la gran sala. HyukJae sintio un pánico atravesarlo como miles de flechas al oír que su pareja, había sido el culpable de todo esto. Obviamente se había cometido un error en todo esto

-¿Donghae? Pero señor, debe haber un error, él también es guardián de la espada, él es mi...

-Ya sabemos que es tu alma enlazada, es por ello que debes ser capaz de cumplir tu promesa a toda costa

Mi promesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora