Con Amor, Te Odio (PyL #2)

5: Llamada telefónica

Isabella

—Aaaaaahhhhhhhhhhh—grita Ale cuando le muestro el anillo, le acabo de contarle la noticia de nuestra boda y ese grito casi me deja sorda

— ¿Qué pasó? ¿Sucedió algo?—pregunta Jane con Gaby

—Isa se nos casa

—AAAAAAHHHHHHHHH—gritaron todas al mismo tiempo

—Ya, ya calma ustedes tres—digo sonriente

—Vamos Isa, sabemos que estás igual de emocionada que nosotras

— ¿Tanto se me nota?

—A millas de distancia

—AAAAAAHHHHHHHHH—gritamos todas

James me pidió matrimonio ayer en la noche a la luz de las estrellas que fueron testigo de nuestra felicidad. Todavía no me creo que me vaya a casar con James. Hace exactamente 3 años decía que James es un estúpido que solo quería sexo e irse pero no fue así. Lo que más me sorprende es que ninguna de ellas lo supiera, ellas no son las mejores para guardar secretos pero en este tipo de cosas son las primeras en saberlo.

—Bueno aja y ¿Qué pasó después?—preguntó Gaby

—Todos aplaudieron y tomaron fotos... —respondo pero me interrumpieron

—No hablamos de eso, ya sabes de qué—dice Jane

—Nada más, enserio. ¿Qué?—estaba sonrojada, por supuesto que no les contare lo que pasó después—bueno, ya Ale tú serás la madrina y Jane y Gaby las damas de honor caso cerrado

James

—Felicidades

—Felicitaciones

—Muchas felicidades

—Gracias gracias y gracias

En el trabajo llegue y les comente a mis amigos más cercanos que por fin le pedí matrimonio a Isa. Llevaba semanas desde que les dije que quería formalizar mi relación con Isa a algo más serio.

—Yo seré el padrino—afirma Ricardo

—Y nosotros acompañamos a las damas de honor—le siguen Antonio y Andrés

—Yo no he dicho nada—les digo

—Todo será como en nuestras bodas con la excepción de que son los eternos novios los que se casan—dice Andrés

—No será tan grande ya que ninguno de los dos llevará a su familia—dice Ricardo

—Hey, hola el novio soy yo—llamo su atención

—Ah disculpa, ya planeamos todo—dice Antonio

—Me di cuenta

—Es más, vamos a planear nosotros la luna de miel y la maleta con nuestras esposas al igual que ellos hicieron con nosotros—Comenta Ricardo

—Ahora se van a vengar de nosotros

—Así de sencillo

—Baroni, llamada—me llama el jefe

—Ya vuelvo

Entro a la oficina de mi jefe

—Línea 2

— ¿Bueno?—pregunto al teléfono

—Estamos muy cerca de ustedes—dijo una voz ronca y algo conocida