Jackson Wang [Gripe]

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-Quieto. -Le empujaste hacia abajo, haciendo que volviera tumbarse. Intentó abrir la boca para decir algo, pero en vez hablar empezó a toser, demostrando lo débil que estaba en esos momentos. Suspiraste negando con la cabeza y volviste a poner el paño de agua fría en su frente.

-Estoy bien _____, te lo juro... -Dijo en un hilo de voz mirándote con ojos cristalinos.

-No Jackson, no lo estás, así que deja de moverte y duerme un poco. -Le tapaste mejor con la manta y te levantaste de la silla al lado de su cama.

-Pero- -Intentó protestar de nuevo pero le cortaste.

-Pero nada. Descansa, iré a hacerte un poco de sopa. -Sus labios formaron un puchero al oírte, pero se calló probablemente para ahorrar la poca fuerza que le quedaba.

Entraste en la desordenada cocina del dormitorio de los siete chicos y empezaste a buscar los ingredientes para hacer un caldo mínimamente comestible. Desde hacía unos días Jackson había estado estornudando sin parar y tosiendo casi hasta sacar los pulmones y esa misma noche su temperatura había subido a 39 grados. No era extraño, el invierno este año era probablemente el más frío en décadas, la gripe estaba por todas partes y casi nadie podía salvarse así que, para ayudar a que se recuperara lo más pronto posible, habías decidido pasarte a hacerle una visita mientras los otros miembros estaban trabajando. Sabías la rabia que le hacía no poder ayudarlos y estar con ellos ensayando, pero si no descansaba iría a peor.

-¡_____! -Un grito ahogado proveniente de la habitación te sacó de tus pensamientos. Dejaste el cuchillo a un lado y mientras te limpiabas las manos con el delantal te dirigiste a su origen. Asomaste la cabeza por la puerta y esperaste a que hablara- ¿Me puedes traer más pañuelos?

El chico tenía la manta hasta la nariz y solo sus ojos se asomaban de debajo el edredón. Su voz era ronca y se sorbía los mocos cada diez segundos. No sabías si era muy correcto pensarlo, pero casi parecía un niño pequeño. Con media sonrisa te acercaste a la estantería en donde había más paquetes de pañuelos y se los entregaste.

-¿Falta mucho para la sopa? -Te preguntó mirándote con los ojos enlagrimados. Negaste con la cabeza aunque en realidad no sabías la respuesta y le volviste a pedir que descansara, saliendo de la habitación para volver a la cocina.

Media hora más tarde volviste a entrar cogiendo el bol con las dos manos. Intentaste hacer el menor ruido posible al ver que estaba dormido y solo dejaste el bol en la mesilla, pensando que sería mejor no despertarlo.

-_____... -Te llamó cuando ya estabas a punto de volver a irte. Te giraste al instante y viste como intentaba sentarse. Te moviste enseguida a su lado y te sentaste en la silla. Cogiste el tazón de sopa y se lo entregaste con cuidado para que no lo tirara, incapaz de apartar los ojos de su figura enferma. Te sonrió débilmente y con las manos temblorosas cogió la cuchara.

-Gracias... -Susurró antes de tomar una cucharada. Le miraste ahora un poco más relajada, comía poco a poco pero al menos sabías que con eso se pondría mejor. Cuando por fin terminó dejó el plato en la mesilla y le ayudaste a que volviera a tumbarse, tapándolo con las mantas y poniéndole bien los cojines. Viendo como volvía a cerrar los ojos y rezando para que volviera a dormirse y pudiera descansar durante el resto del día te levantaste con la intención de ir a limpiar el estropicio que habías hecho en la cocina, pero unos dedos se enredaron en tu mano delicadamente, apenas rozando tu piel y haciendo que te giraras. Lo viste de nuevo en la cama, con la manta tapándole la mitad de la cara y los ojos entreabiertos.

-_____ -Dijo apenas sin voz- ¿Puedes quedarte un poco...?

Enternecida por su petición sonreíste y asentiste levemente, volviendo a sentarte a su lado e inclinándote un poco para mirar cómo estaba la toalla en su frente y comprobar su fiebre.

-Gracias por cuidarme... -Habló de nuevo.

-No hay de qué -Le sonreíste completamente, besándole suavemente la frente y volviendo a sentarte recta para que se acomodara. Jackson volvió a cerrar los ojos, sonriendo satisfecho y ahora estando seguro de que iba a poder descansar hasta recuperarse.   

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