Camilo por lo general solía acompañarme a la casa, de todas formas solo vivía dos cuadras, me encantaba eso, ¿saben?, era tipo: escuchaba el timbre de entrada y salía corriendo, era tan genial, aún recuerdo eso y sonrió con ternura...
Un día soleado, Camilo como siempre, me acompaño hasta la esquina; como buenos adolescentes evitábamos que nuestros familiares se enteraran que teníamos novio o novia, aún no entiendo por que escondemos eso, ¿tal vez vergüenza?, si alguien lo sabe, estaría fascinada de escuchar una respuesta. En fin, me sorprendió con la siguiente pregunta:
- Oye, ¿me quieres?
- Claro que me gustas. Respondí.
- No era la repuesta que esperaba. Me dijo.
No sabía que responder exactamente, era joven pero entendía que tan solo decir te quiero era una responsabilidad grande de llevar, comprender que quieres a alguien, es comprometerse completamente con la otra persona, y en plena adolescencia no me sentía en la capacidad de llevar ese peso, no se lo dije y no me arrepiento aún tantos años después.
Para sobrellevar la incomodidad del momento, me acerque para que me besara, lo abrace tan fuerte, como quien dice "que nos dure un poco más". Me aproxime a su oído y le susurré - Nunca me dejes -
En ese momento se escucho un grito a lo lejos:
- Camilo, espéreme (era Luis).
- Hola Luis que oportuno, como siempre. Le dije.
- Jajaja, no te enojes, no me quiero ir solo.
- Pero el me está acompañando a mi, porque no buscas una novia. Le dije en tono jocoso.
En ese instante, me miró fijamente, y termine por sonrojarme.- La persona que quiero no está disponible en este momento, la vida es triste, se que algún día estará para mi.
- Que cobarde eres, lucha por lo que quieres, de seguro ella te corresponderá.
- Naa, no creo, conquistarla sería perder muchas cosas, no quiero. Pero no lo niego cada vez que la miro muero por morder sus labios.
- Jajaja, cuéntame qui...
- Creo que ya es mucho de charlas, espéreme la dejo y ya nos vamos, dijo Camilo
en un tono frío, me desconcertó un poco, no voy a mentir.- Bueno acá lo espero, no se demore que tengo hambre.
- Que raro en ti -respondí- hablamos mañana para que me cuentes quién es, quiero saberlo todo.
-si te cuento nunca lo creerías, llevó enamorado de ella 5 años, pero jamás me ha notado.
- jajaja bobo, no creo, eres alguien...
- Ya, vamos que me dio hambre a mi también, ya vengo Luis.
Me tomo de la mano llevándome con algo de fuerza, sentí en ese momento que estaba molestó
- ¿Que te pasa? pregunté.
- Nada, hablamos mañana. Te quiero.
- Te vas así no más.
En eso, me tomó del cuello y me beso, sentí como mis labios se humedecían y en mi interior todo se movía, estaba contenta.
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Una Historia De Amor Realista
Teen FictionEn la adolescencia y todavía en la adultez, vivimos con la idea de dar con alguien nos rescate, nos salvé, nos ayude a sobrellevar una poco la vida. Vemos tantas películas, series, mangas, que aguardamos en silencio, con la esperanza que por una sol...