Una Historia De Amor Realista

COLEGIO Y RUMORES: COMBINACIÓN PERFECTA

Esa mañana mi abuela me levantó temprano, tenía dolor de cuerpo, le pedí casi de rodillas que no me hiciera ir al colegio, pero como buena abuelita no me creyó. En realidad me dolía el alma, estaba desecha. Al final mi abuela ganó la batalla,  me arregle sin ganas, me puse el uniforme y salí. 

¿Quien iba a tener ganas de comer después del golpe de realidad de ayer?

Acababa de salir de mi casa cuando de repente me gritaron: 

- Manuela, querida me enteré de todo, ¿estás bien?

- Laura, no se porque no me extraña que estés informada ya.

- ¿Qué pasó? Tengo información vaga.

- ¿Te consideras una buena amiga? Si es así, no me preguntes, no hagas nada, no quiero hablar, por favor te lo pido como amigas desde niñas.

Empecé a caminar más rápido.

- Oye, relájate no pensé que estuvieras tan molesta, discúlpame, oyeeee ¡¡¡ Pero espérame !!!

- Es que tengo suficiente con las miradas de los otros, además me repugna la idea  de ver a la otra idiota con aires de "Estúpida te gane"

- En estos momentos los que están quedando mal son ellos, no tienes que avergonzarte de nada.

- Laura no me siento capaz de entrar...

De repente escucho otro grito a lo lejos:

- Manuela espérame, vengo corriendo desde tu casa, tu abuela salió y dijo que acababas de salir.

Laura me miró con cara de:  ¿qué hace Luis aquí? Tienes que explicarlo todo.

- Luis,  ¿qué haces aquí? por qué pasaste por mi casa, eres súper rarito aveces.

- Sólo pensé que necesitarías fuerza para afrontar la dura realidad del colegio y las miradas de los demás.

Sonreí.

- Eso quería, sólo eso, tu sonrisa. Si supieras lo hermosa que te hace ver, creo que lo harías más a menudo.

- ¡Uyyyy! Aquí pasa algo, Luchó déjela, terminar bien con Camilo.

- Muchachos, no más, ya sonó el timbre. Vamos a clase.

Al momento de ingresar al colegio ya sentía las miradas encima. De plato fuerte estaba esa estúpida en la puerta del salón por si se me olvidaba mencionar estábamos en el mismos curso.

- Manuela, ¿cómo estás? Espero que no estés muy enojada por lo de ayer.

- Jajaja Angie, ¿estás preocupada? Esa es mucha modestia de parte tuya, es que las personas del mismo nivel se atraen, no te preocupes.

- no me digas, ¿estás dolida? Es que ósea, mírate no eres nadie, Camilo es mucho para ti.

- Creo que estás hablando contigo misma, bye.

En hora de descanso tenía a casi todo el salón haciéndome preguntas:  

-¿Qué paso? 

-¿Qué hiciste? 

- ¿No le diste sus golpes? 

- ¿Estás bien? 

-¿Qué cara pusieron todos?

Estaba harta, la mañana se pasó lenta, lo único genial del día fue el timbre de hora de salida, tome mis libros y salí lo más rápido posible a casa.

Llegando justo a la esquina, diviso a Camilo esperándome...

- Camilo, ¿tú qué haces aquí?
- ¿Podemos hablar?

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Hola chicos discúlpenme, estos días han sido agobiantes, no he tenido tiempo para estar en redes sociales. Gracias a las pocas personas que siguen la novela, es muy preciado para mi.